En cada pintura y escultura se pueden apreciar figuras salidas de un realismo mágico proveniente de las leyendas que durante décadas se han contado en el país través de la tradición oral.
El color vibra en las creaciones de la artista. (Foto Prensa Libre: Archivo)
“Hay narraciones del Sombrerón que he escuchado y que tal vez muchos no conocen, las cuales intento reflejar con mis cuadros”, dice Rohrmann.
“Por ejemplo, la obra Custodia de un secreto cuenta el relato de dos chicas en la que una le guarda el secreto del romance a la otra, pues como no tiene boca no podrá contar nada de lo que vio”, añade.
La artista revela que más allá de transmitir cultura nacional, el alma de sus obras es el amor. “Me encanta el Sombrerón. Su leyenda está llena de romance y por eso en cada obra pinté a jovencitas felices y orgullosas de sus trenzas”, explica.
Piezas muestran a jóvenes felices. (Foto Prensa Libre: Archivo)
Amores de leyenda reúne 30 acrílicos sobre lienzo y 16 esculturas en resina. “La muestra la vengo preparando desde hace varios meses. Algunas piezas tienen más de un año y hay otras que son recientes”, agrega.
Sin duda, las imágenes y los personajes que fueron plasmados en cada obra concentran un contenido emotivo y sentimental muy intenso.
TRAYECTORIA
Rohrmann ha expuesto en diferentes galerías nacionales y extranjeras. En 1991 ganó el Glifo de Oro en la VII Bienal de Arte Paiz.
En 1992 representó a Guatemala en el Festival Internacional de la pintura Cagnes Sur Mer, Francia. En 1996 obtuvo el diploma Obra Seleccionada en la categoría de artistas invitados en la X Bienal de Arte Paiz, y en 1997 representó a Guatemala en The National Museum of Women in the Arts, en Washington, EE. UU.
La artista nacional Lucía Rohrmann, se destaca por la calidad de su obra. (Foto Prensa Libre: Billy Quijada)
La autora siempre ha llevado el arte en sus venas, pero fue a los 32 años que finalmente decidió montar su primera exposición y hasta la fecha no se ha detenido.