FUERA DE LA CAJA

Networking: las relaciones y la felicidad

Estoy leyendo el libro La inteligencia emocional, de Daniel Goleman, en el cual señala que “las relaciones interpersonales son esenciales para la felicidad y la salud mental”, también indica que “la inteligencia emocional puede ayudarnos a desarrollar habilidades claves para mejorar nuestras relaciones”.

' Mi papá, sin saberlo, ha utilizado la inteligencia emocional y el poder de las relaciones para vivir una vida feliz.

Julio Lemus

En este libro, el autor comenta sobre un estudio realizado por el psicólogo David Snowdon, en donde explica cómo el estilo de vida de las monjas de la Orden de las Hermanas de Notre Dame en Mankato, Minnesota, afectaba su salud mental y física a lo largo de su vida. El estudio, incluyó a 678  monjas, y los resultados mostraron que las monjas que mantenían una vida activa y social, tenían una alimentación saludable y presentaban niveles bajos de estrés, tenían una mayor longevidad y mostraban menos casos de enfermedades como Alzheimer. Por tanto, sí existe evidencia científica de que la construcción de relaciones no solo nos sirve para hacer networking, sino que, además, tiene beneficios como felicidad, salud física y también mental. Un gran ejemplo de esto lo veo con el mejor networker que conozco, mi padre, Julio Isaías Lemus González, también conocido como Shaias, papito Julio o don Julito. Mi papá, sin saberlo, ha utilizado la inteligencia emocional y el poder de las relaciones para vivir una vida feliz, aun en los momentos más difíciles. Todo ello es producto de haber construido una red de relaciones alrededor suyo.

Hoy quiero dedicar esta nota a mi papá y, a través de ella, describiré algunas características de los networkers que siempre he visto en él. 1) Habilidad para establecer relaciones: los networkers tienen habilidades interpersonales para establecer relaciones con otras personas de manera natural y efectiva, esta es la esencia de mi papá, se hace amigo de todos, es un gran conversador. 2) Capacidad de comunicación: los networkers saben cómo hacer conexiones significativas y comunicar de manera efectiva. Don Julio tiene una red de amigos y conocidos de mucho valor, que ha construido por años y, a quienes la forman, les profesa un gran cariño y respeto, tanto por su espíritu emprendedor como por su disposición a servir. Mi papá tuvo tres hijos, pero ha sido el papá y consejero de cuñados, hermanas, sobrinos, nietos, primos, familia política y más. 3) Habilidad para conectar personas y hacer presentaciones que beneficien a ambas partes: yo soy prueba de ello, mis primeros emprendimientos fueron a través de la red de contactos de mi padre. Todavía me sigue poniendo en contacto con personas para mi negocio, está en su naturaleza conectar gente. 4) En lugar de centrarse en lo que pueden obtener de una relación, los networkers exitosos buscan cómo agregar valor a la vida y al negocio de sus contactos: mi papá siempre busca cómo servir y ayudar a otros a nivel personal, económico, espiritual y de negocios. Cuando fue scout y luego bombero, tuvo la oportunidad de servir al prójimo desde otro ángulo. Cuando vivió una tragedia personal, después de salir adelante, ayudó a otros, que vivieron lo mismo. Con su testimonio, los apoyó y animó para que pudieran levantarse. Lo más valioso de la actitud de mi padre es que todo lo hace sin esperar nada a cambio. Estoy seguro de que ha dejado su huella en muchas personas, ha tocado muchas vidas y todavía continúa viendo cómo ayuda a cualquier persona que se lo pida, porque esto lo hace feliz. Espero que, al leer esta columna, mi papá pueda saber el gran valor que ha representado para mí su ejemplo, pues con su actuar siempre me hizo ver que no hay algo más valioso en la vida que ayudar y servir al prójimo, sin esperar recibir algo a cambio. Esto define a una persona como feliz y exitosa.

Gracias, padre, por ser mi mejor ejemplo, te amo.

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