Hoy inicia la campaña electoral de los candidatos a elección popular. Para todo cargo a elegir es muy importante que hagan saber a los electores soluciones a evidentes problemas y sus planes de trabajo, en el caso de presidenciables y vicepresidenciables y alcaldes, y de legislación necesaria en cuanto a candidatos a diputado. Los temas puntuales sobre lo que hay que proponer son: 1) Desnutrición infantil; 2) Sistema de Salud Pública; 3) Sistema de Educación Pública; 4) Infraestructura en el área rural; 5) Infraestructura de carreteras pavimentadas, y 6) Seguridad ciudadana.

Cuando se habla del tema social se confunde con regalos a los votantes como láminas, canastas con productos y cualquier otro artículo que según el candidato le ayuden a conseguir un voto. En mi opinión, lo que hay que plantear con sustento son soluciones de fondo en cada uno de los seis temas que anoté y que ya en el ejercicio del cargo esas sean las soluciones, sobre todo para los más necesitados.

En lo económico, quienes sean electos como mandatario y vicemandatario recibirán un país con buenos números macroeconómicos y con buena dinámica de inversión, pero no la suficiente. El mejor programa social es crear empleos. En mi opinión, el sector privado es más efectivo. Para eso lo que se necesita es que el Gobierno facilite las condiciones para la inversión. La pobreza se combate generando más riqueza. Así que es importante conocer de parte de los candidatos qué es lo que proponen para que Guatemala avance en el desarrollo económico del país, y también los candidatos a alcalde, respecto de los municipios.

El programa público privado conocido como Guatemala No Se Detiene, diseñado por la firma internacional de renombre McKinsey & Company con fondos e involucramiento del sector privado, bajo idea de la Municipalidad de Guatemala y con muy buena acogida y respaldo del actual gobierno de Guatemala, es la mejor hoja de ruta para desarrollar el país sostenidamente. Los ejes del programa GNSD incluyen capital humano, certeza jurídica, infraestructura, turismo e inversión extranjera directa que implica beneficios en el desarrollo económico y contempla lo social.

El presupuesto vigente y los que vengan en los próximos años contemplan muchos fondos para los ministerios de Educación, Salud Pública, Desarrollo, Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, para la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional y para los Consejos de Desarrollo, como para que se den logros medibles en lo social. Comparativamente hay poco presupuesto para algunas municipalidades, por lo que todas ellas deben buscar soluciones y acuerdos con el gobierno nacional, aunque provengan de diferentes partidos políticos.

Lo que la mayoría de la ciudadanía cuestiona es la eficiencia en el uso de los recursos del sector público y la transparencia en el uso de esos recursos y corrupción. Como ejemplo inicial, en la educación pública, a nivel primaria, la razón por la que es tan deficiente en resultados es el involucramiento y cooptación de sindicatos que no permiten evolucionar. Lo mismo en el sistema de salud pública. En el caso del CIV, hay suficiente presupuesto, pero hay cuestionamiento sobre cómo se adjudica, la calidad de las carreteras y la cantidad de las carreteras. En el caso de la desnutrición infantil, los números públicos no reflejan que la reducción sea importante.

Estos males se han heredado de varios gobiernos consecutivos y son difíciles de corregir. Las soluciones al manejo de lo público pueden venir por mayor manejo desde las municipalidades y mucha más privatización de los servicios de educación, salud y atención a la desnutrición infantil. En infraestructura es necesaria más inversión público privada e inversión privada. La VAS es un buen ejemplo de lo que se logra desde el sector privado.