Este es el inicio del comunicado de prensa emitido el miércoles pasado por la Junta Monetaria (JM), luego de decidir el ajuste indicado, que es el octavo en los últimos diez meses.
¿Seguirá subiendo la tasa líder o hasta aquí hay que dejarla? ¿Cuándo se estarían neutralizando los efectos de las presiones inflacionarias generadas en el exterior? ¿Va a bajar la inflación? ¿Qué decisiones se deben de tomar? Estas son algunas de las preguntas que ya se empiezan a formular y que generan cierto estrés en los agentes económicos.
Por ejemplo, en el sector construcción-vivienda ya se advierte que estas medidas están restringiendo el acceso a la compra de unidades, pues al subir las tasas de interés, las cuotas mensuales también aumentan, mientras disminuye la capacidad de pago o la calificación para poder acceder a un crédito.
La tasa de Interés Líder de Política Monetaria es un instrumento que tiene como objetivo que las tasas activas de los bancos también suban para que, de manera temporal, se restrinja la demanda de créditos para consumo. El efecto esperado es que baje la disponibilidad de dinero para que también disminuya la demanda de bienes y servicios para, de esa forma, presionar los precios a la baja.
“Se moderaron las expectativas”
Durante la conferencia de prensa del pasado miércoles, Johny Gramajo, gerente económico del Banco de Guatemala (Banguat) expuso que las expectativas de inflación luego de los incrementos que se observaron, se han venido moderando y eso refleja que las medidas de política monetaria y la estrategia que ha adoptado la JM, mediante incrementos graduales de la tasa líder, han surtido efecto sobre la inflación.
Anticipó que este indicador comenzará a mostrar una inflexión a partir de marzo, y “son esas acciones de JM las que tienen influencia, entre los principales factores”.
Reiteró que el objetivo final es afectar las tasas de interés del sistema bancario, y las primeras son las de los créditos. “Pero tratarse de una estrategia de incrementos graduales, los bancos han tenido tiempo para ajustar los créditos y las tasas, también de manera gradual”.
Gramajo insistió en que el tiempo necesario para que cada aumento de tasa se traslade a las tasas de interés bancaria es de seis a nueve meses. Por lo pronto, las tasas promedio (a febrero) de los empresariales mayores es de 6.5%; empresariales menores, 9.65%; e hipotecarios para vivienda, 8.92%.
¿Terminarán las alzas?
Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Nacionales (Cien), el problema fundamental es que el fenómeno inflacionario en Guatemala es importado. Las principales economías están subiendo las tasas de interés y están comprometiendo, de alguna manera, la solidez de sus sistemas financieros.
“Aunque no es el caso del sistema bancario nacional, que está sólido, pero todas las mediciones indican que el pico inflacionario ya se alcanzó. Los técnicos de la banca central deberían evaluar si no se están tomando acciones con retraso, pues la mayoría de las economías ya está en una dirección y es que los aumentos de tasas se van moderando o terminando”.
A su criterio, dado el origen de la inflación y el tiempo del propio fenómeno inflacionario, a futuro no se ve una mayor necesidad de seguir aumentando la tasa. Y en el país, los niveles actuales ya son suficientemente elevados, dada la tendencia histórica.
“El banco central tiene que controlar la tasa de interés, el tipo de cambio y la inflación y en ese mix tiene que ver cómo toma las decisiones. Yo creería que hay que ver los resultados de la inflación de marzo y abril antes de seguir tomando decisiones en ese sentido; y como un efecto aritmético en los últimos 12 meses, se esperaría que la inflación empiece a ceder”.
“No deben seguir subiendo”
Fernando Estrada, director de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), anticipa que ahora en marzo es cuando se “reflejará el incremento en precios derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania, y muy probablemente, el indicador estará por debajo por ser interanual”.
Recalcó que el problema de estar “copiando estrategias externas”, con ajustes de tasas demasiados “bruscos”, no ha dado tiempo a los inversionistas y a otros actores para que se cumplan ciertos vencimientos y por esa razón, se está generando inestabilidad bancaria en Norteamérica y Europa.
Citó como ejemplo, que en Guatemala el déficit habitacional sigue creciendo y con estas medidas, suben las tasas para financiamientos de vivienda y para capital de trabajo e inversión, lo que restringe aún más el acceso a la vivienda.
“Consideramos que deberían no solo dejar de subir la tasa líder, sino bajarla; y si piensan seguirla subiendo, deberían de compartir el análisis técnico utilizado para justificar esos aumentos. Ellos mismos (la JM) confirman la estabilidad macroeconómica de Guatemala, pero eso no justifica las alzas porque el fenómeno de inflación en Guatemala es importado y no es consecuencia de políticas monetarias locales”, criticó.
Guido Rodas, exmiembro de la JM, declaró que, mientras la política fiscal no se conecta con la política monetaria, para que en conjunto se combata la inflación, no se podrá controlar la crisis de precios altos.
“No creo que solo la política monetaria vaya a funcionar para combatir la inflación, mientras la política fiscal no colabore en cuanto a expansión del gasto público. Sobre todo, en gasto corriente”, aseveró.
Por otro lado, Rodas recordó que una de las primeras declaraciones del presidente del Banguat, Álvaro González Ricci, cuanto tomó posesión, fue que le daría seguimiento a lo que iba a hacer la Fed en cuanto a la inflación, “por lo tanto, la política monetaria de Guatemala la dicta la Fed y ya no la JM”.
Esto, porque a su juicio, “cada vez que la Fed sube su tasa, lo mismo ocurre aquí y eso no está funcionando. El Gobierno debe mantener una política de contención del gasto”, concluyó.
Control en EE. UU.
A la pregunta, ¿cuándo se estarían neutralizando los efectos de las presiones inflacionarias generadas en EE. UU., por el estímulo fiscal y monetario para enfrentar la pandemia? Gramajo respondió que “eso realmente es incierto”, ya que las medidas estaban encaminadas (por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos) al retiro gradual de los estímulos monetarios que otorgó durante la pandemia.
Explicó que, entre EE. UU., el Banco Central Europeo, China, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón, otorgaron más del 12% del producto interno mundial en estímulos monetarios durante la época del covid-19, los que se han venido reduciendo de manera gradual.
¿Cuál es el panorama?
Ante este nuevo ajuste, estas son algunas observaciones de los agentes económicos:
- Los inversionistas que realizan negocios financieros deben estar al tanto de la evolución de la tasa de interés nacional e internacional, para tomar sus decisiones.
- Hay que darle seguimiento a la depreciación del tipo de cambio, aunque no se están observando problemas cambiarios.
- Para las personas que tienen un crédito, todas estas situaciones internacionales y locales, le ponen presión a la tasa de interés, y la valoración importante es a futuro.
- No se observa una fuga de capitales en Guatemala derivado de las tasas de interés.
- Quienes van a tomar inversiones, deben anticipar lo que pueda pasar a futuro: si la crisis en algunas entidades financieras en EE. UU., y en Europa no se sale de control, el escenario es que se podría presentar una desaceleración económica global y tasas de inflación hacia abajo.