¿Cuál es el objetivo de instalar este campamento?
Realmente es implementar el sueño que hemos construido alrededor de dos años atrás, definiendo el concepto del programa, que es un programa que enfrenta causas, no es solo efectos de la desnutrición y qué lo hacen a nivel comunitario, llegando a comunidades de difícil acceso.
Esta versión del campamento se complementa con una unidad móvil que está equipada con las mismas condiciones, el mismo personal que va a llegar a comunidades todavía aún más recónditas y ampliar el radio de operación del programa.
Hay alrededor de siete mil personas más trabajando en 7 comunidades de La Democracia.
¿Qué los motiva a seguir trabajando por la desnutrición en Guatemala?
Como siempre ha sido, la Fundación Castillo Hermanos quiere combatir todas aquellas problemáticas que afectan a los guatemaltecos. Somos un proyecto de guatemaltecos para guatemaltecos que intenta transformar vidas, y que inicia transformando las vidas de los niños que están siendo afectadas por la desnutrición.
Nos mueve, desde luego, la ciencia, nos mueve la tecnología, nos mueve la literatura disponible y atrás de todo eso que son herramientas que hemos usado, nos mueve el corazón de Castillo Hermanos, la pasión por hacer las cosas bien, con los mejores equipos, con las mejores personas y llevando los programas como este a donde son más necesitados.
¿Cuál es el monto de inversión que se ha destinado para este proyecto?
Estamos sistematizando todo lo que hacemos para luego poder compartir con datos y resultados los costos de la inversión que esto significa. ¿Cómo se hace, cómo se diseña, cómo se mueve, cómo se trae, cómo se monta? Usted ha visto lo complejo que puede parecer ser, pero imposible, ahora sí puede ser aplicable.
La inversión de cada móvil en cuanto a infraestructura de salud es de alrededor de US$1.4. millones para alcanzar alrededor de 27 mil familias. Creo que la inversión lo amerita.
Además, son campamentos que pueden moverse y ampliar la cobertura, entonces creemos que sí es posible replicarlo por el sector del Gobierno, pero también por el sector privado. Hoy tuvimos acá algunos aliados del sector privado que nos acompañaron y que están viendo lo que hacemos, y nosotros además nos estamos abriendo a todos para que conozcan cómo se hace, cómo lo hicimos, cómo lo estamos haciendo, los resultados que vamos a empezar a generar y que el deseo, el modelo puedan replicarlo en otra área; nosotros somos un libro abierto, para poder compartir.
¿Creen que los altos índices de desnutrición pueden cambiarse?
Nosotros creemos que sí, digamos me atrevería a decir que toda la parte de bibliográfica, conceptual, teórica de cómo combatir la desnutrición o qué hacer para combatirla, ya está escrita en más de un documento que desde el 2012 a la fecha se han venido manejando a través de estrategias bien elaboradas.
Debo decirlo, el Pacto Hambre Cero, la estrategia de prevención la Gran Alianza, todas tienen conceptualmente los ejes que se necesitan, el tema es cómo lo hacemos real, cómo lo implementamos en comunidades como estas, de difícil acceso, que las personas viven entre las montañas, que no es fácil llegar.
Nuestro modelo lo que hace es eso, tomar las causas, diseñar cinco ejes de trabajo que afectan 19 factores críticos e implementarlo, implementarlo con tecnología, con infraestructura móvil y desde luego, que si logramos nosotros afectar esos 19 factores que tenemos desde hace años, que replican el modelo a nivel de las familias y complementamos además con infraestructura de salud, la visita domiciliar, la afectación de los determinantes ambientales en el hogar y, además, trabajamos a la familia para poderla hacer crecer de forma económica económicamente, el modelo se puede afectar y podemos y debemos soñar y pensar que sí podemos afectar los índices de desnutrición crónica, y con la desnutrición aguda, es que es una misión erradicarla, en lugares tan bellos como Guatemala, con tanta naturaleza de por medio, no podemos pensar y permitir que mueran niños por desnutrición aguda, es una prevalencia menor y hay causas que explican por qué hay muchos niños con desnutrición aguda, a veces tenemos niños que tienen malformaciones congénitas, niños con labio leporino, producto a veces de la falta de una atención prenatal durante el embarazo y por eso traemos infraestructura como esta y creemos que se puede erradicar también.
La idea no es regalar comida, no es regalando dinero, es afectando las causas y haciendo crecer las competencias de las comunidades.