Internacional
|Suscriptores
Así se vivió la audiencia de instrucción de cargos contra Trump en el tribunal
Una transcripción de 32 páginas de la audiencia solo ofrece un indicio de las consecuencias dramáticas de la comparecencia y el largo proceso legal que se avecina.
Donald Trump, durante la audiencia en corte de Manhattan. (Foto Prensa Libre: AFP)
El expresidente Donald Trump se sentó en silencio en la sala del juzgado de Manhattan el martes pasado mientras los fiscales describían las acusaciones en su contra. El procedimiento marcó su primera experiencia como acusado penal.
Una transcripción de 32 páginas de la audiencia solo ofrece un indicio de las consecuencias dramáticas de la comparecencia y el largo proceso legal que se avecina. Era uno de los procesos judiciales más esperados del mundo. Y, sin embargo, solo lo vieron de primera mano las pocas decenas de personas que estuvieron presentes en la sala donde se dieron a conocer los delitos que se le imputan a Trump.
A continuación, algunos de los momentos más importantes de la audiencia de instrucción:
La audiencia comienza y Trump hace su declaración.
EL TRIBUNAL: Vamos a instruir al Sr. Trump.
EL SECRETARIO DEL JUZGADO: Donald J. Trump, el Gran Jurado del condado de Nueva York ha presentado la acusación formal 71543 del año 2023 en la que se le imputan los delitos de 34 cargos de falsificación de registros empresariales en primer grado. ¿Cómo se declara ante esta acusación formal: culpable o no culpable?
SEÑOR ACUSADO
TRUMP: No culpable.
En la sala del tribunal, las persianas estaban cerradas cuando Trump entró en torno a las 2:30 de la tarde, con un traje azul marino, corbata roja y expresión inexpresiva. Estaba flanqueado por agentes judiciales armados mientras caminaba por el pasillo hacia el frente. Se autorizó por un momento a los fotógrafos entrar en el palco del jurado para tomarle una foto, y él giró la cabeza y miró fijamente a las cámaras hasta que sus operadores tuvieron que marcharse.
La comparecencia de Trump no comenzó de inmediato. Se vio obligado a esperar unos 10 minutos, sentado en silencio en la mesa de la defensa, mientras un abogado que representaba a organizaciones de medios de comunicación pedía que se concediera a los periodistas más acceso al procedimiento. Trump hizo una visible mueca de burla cuando ese abogado afirmó que se podía confiar en los periodistas profesionales.
Cuando el abogado terminó de hablar, el juez Juan Merchan, al que en la transcripción se hace referencia como “El Tribunal”, pidió que Trump compareciera. Al expresidente se le leyeron los cargos que se le imputaban: 34 delitos graves de falsificación de registros empresariales. En la silenciosa sala, Trump se inclinó hacia delante y, hablando por el micrófono de la mesa de la defensa, dijo que era no culpable.
Un fiscal anticipa el caso.
SR. CONROY: El acusado, Donald J. Trump, falsificó registros empresariales de Nueva York a fin de ocultar una asociación delictuosa para socavar la integridad de las elecciones presidenciales de 2016 y otras violaciones a las leyes electorales.
Chris Conroy, fiscal de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, se levantó entonces y comenzó a detallar los cargos. Se derivan del pago de un soborno para silenciar a una actriz porno, Stormy Daniels, que Michael Cohen, quien era solucionador de Trump, pagó en el periodo previo a las elecciones de 2016. Trump reembolsó el dinero a Cohen después de ser elegido. Los fiscales acusan a Trump de orquestar la creación de registros empresariales falsos relacionados con los reembolsos.
La falsificación de registros empresariales solo es un delito grave en el estado de Nueva York cuando se comete con la intención de “cometer u ocultar” otro delito. Al decir que Trump había falsificado registros “para ocultar una asociación delictuosa”, Conroy ofreció un posible avance del caso más amplio de la fiscalía contra Trump.
Los miembros del equipo de la defensa recibieron copias de la acusación. Trump le entregó una copia a uno de sus abogados, Joseph Tacopina. El expresidente fue la única persona en la mesa de la defensa que no aceptó una copia.
Las recientes publicaciones de Trump en las redes socialesse incorporan al expediente.
Un momento extraordinario vino cuando Conroy comenzó a referirse a las publicaciones recientes que Trump ha hecho en las redes sociales. El expresidente prometió que en caso de que lo acusaran habría “muerte y destrucción” y publicó lenguaje racista e imágenes amenazantes dirigidas al fiscal de distrito Alvin Bragg.
Sr.
CONROY: Nos preocupa mucho el posible peligro que este tipo de retórica supone para nuestra ciudad, para los posibles jurados y testigos, así como para el proceso judicial.
A continuación, Conroy repartió copias impresas de los mensajes de Trump al juez y al equipo de la defensa. Trump pasó su copia a Tacopina, pero un minuto después se la pidió de vuelta, haciéndole señas con la mano derecha. Otro de sus abogados, Todd Blanche, se opuso enérgicamente a los comentarios de Conroy sobre las publicaciones en las redes sociales.
SR.
BLANCHE: Es cierto que el expresidente Trump ha respondido y que lo ha hecho con contundencia. Es cierto que, como parte de esa respuesta, está absolutamente frustrado, molesto y cree que su presencia hoy en esta sala del tribunal supone una grave injusticia.
Blanche afirmó que Trump “tiene derechos y se le permite pronunciarse públicamente”.
Eso pareció incitar a Merchan, quien habló con calma y seriedad, a responder que no tenía intención inmediata de imponer una “orden de mordaza” a Trump, en contra de las preocupaciones expresadas recientemente por el equipo jurídico del expresidente. Los fiscales no han solicitado una orden de mordaza.
EL TRIBUNAL: Ciertamente, el tribunal no impondría una orden mordaza en este momento aunque se solicitara. Tales restricciones son las más serias y menos intolerables sobre los derechos de la Primera Enmienda. Eso aplica por partida doble al Sr. Trump, porque es candidato a la presidencia de Estados Unidos. Así que es evidente que esos derechos de la Primera Enmienda tienen una importancia crítica.
Pero Merchan, juez de la Corte Suprema estatal desde 2009, le advirtió a la defensa que hablara con Trump “y cualquier otra persona con la que sea necesario y les recuerden que, por favor, se abstengan de hacer declaraciones que puedan incitar a la violencia o a los disturbios civiles”.
La fiscalía detalla las posibles restricciones a Trump.
Sra. MCCAW: El acusado no puede proporcionar los materiales que recibe a través del proceso de presentación de pruebas a terceros, incluida la prensa, y no puede publicarlos en las redes sociales.
Mientras Trump seguía sentado en silencio, Catherine McCaw, otra fiscal, le dijo al juez que su e quipo estaba trabajando con los abogados de Trump para redactar una orden de protección, un documento que le pondría ciertas restricciones a Trump.
La fiscal explicó que una de esas restricciones le prohibiría al expresidente publicar material específico del caso en las redes sociales o compartirlo con los reporteros. Si Trump violara alguna de las restricciones establecidas, Merchan decidiría si lo sanciona y cómo hacerlo.
Trump habla de nuevo.
A medida que se desarrollaba su audiencia de instrucción, Trump se mostraba cada vez más inquieto. Entrelazaba y desentrelazaba los dedos una y otra vez. Cruzaba y descruzaba los brazos. Golpeó la mesa con los nudillos. En una ocasión, infló las mejillas en un suspiro impaciente.
Por último, más de media hora después de que hizo su declaración de inocencia, habló de nuevo —tras la indicación de sus abogados—, pero solo para responder a Merchan cuando el juez informó al expresidente de su derecho a estar presente en el proceso y de las formas en que podía perder ese derecho.
EL TRIBUNAL: Si perturba hasta tal punto que afecte a mi capacidad para presidir este caso y mi capacidad para garantizar que el caso se juzgue de la manera que debe juzgarse para ambas partes, tengo la autoridad para sacarlo de la sala y continuar en su ausencia, ¿comprende?
ACUSADO
SR. TRUMP: Sí, comprendo.
El juez solicita la presencia de Trump.
EL TRIBUNAL: Espero que todos los demás acusados comparezcan ante el tribunal, incluso los acusados de alto perfil.
Teniendo en cuenta que Trump estaba acusado de delitos no violentos, los fiscales tenían prohibido siquiera solicitar su ingreso en prisión. Mientras Merchan se preparaba para dejar ir al expresidente, Blanche sugirió que Trump podría no comparecer a su próxima cita con el tribunal, prevista para el 4 de diciembre. Cuando se le preguntó por su razonamiento, Blanche citó “el increíble gasto y esfuerzo y los problemas de seguridad” que conllevó la comparecencia.
El juez reconoció que había sido una empresa enorme para todos los implicados. Pero señaló que faltaba “bastante para diciembre”. Por último, señaló que “en aras de la transparencia y para garantizar la imparcialidad de las normas jurídicas”, iba a discrepar de Blanche. La implicación: en la medida de lo posible, el juez pretende tratar a Trump como a cualquier otro acusado.
Cuando se levantó la sesión alrededor de las 3:25 p. m., Trump fue la persona más lenta de la mesa de la defensa en levantarse. Se alisó las solapas de la chaqueta de su traje azul, ordenó un montón de papeles que había frente a él y salió de la sala.