“No hay ningún grupo protegido porque antes, como ha quedado de manifiesto, se protegía a un grupo, a un cártel y se perseguía a otros, incluso hasta los del cártel protegido actuaban como policías para combatir a los adversarios. Eso no, aquí está bien pintada la raya”, afirmó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
López Obrador se refirió así a la carta que, presuntamente, enviaron los “Chapitos” el miércoles 3 de mayo al noticiero de la periodista Azucena Uresti en la que niegan traficar fentanilo a Estados Unidos, tal como los ha acusado la Administración de Control de Drogas (DEA), y de encabezar el Cártel de Sinaloa.
Al respecto, el presidente mexicano reconoció que la mañana de este 4 de mayo supo de la carta y trató el asunto en el Gabinete de Seguridad de su Gobierno, pero aseguró desconocer el contenido de la misma.
“Nosotros sobre eso no opinamos, nosotros actuamos de conformidad con lo que establece el marco legal y no especulamos”, afirmó.
Sin embargo, insistió en que en su Gobierno “no hay ningún grupo protegido”, y recordó que en otras administraciones las autoridades protegían a un cártel y perseguían a otros.
“Lo hemos dicho desde siempre, hay una frontera: autoridad y delincuencia, y es parejo. Entonces, eso es lo que puedo comentar”, mencionó.
En la carta difundida el miércoles, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López, pidieron investigar bien los hechos y argumentaron que la información sobre ellos es “falaz”, que solo los perjudica y sirve para lucrar en su nombre y en el de su padre.
Aunque Washington acusó en abril pasado al Cártel de Sinaloa de liderar “la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo”, los hijos de Guzmán lo negaron.
“Nunca hemos trabajado con fentanilo. Sin embargo, en Sinaloa sí abundan quienes lo trabajan”, enfatizaron.
Entre otras cosas, también afirmaron que existen bandas criminales que negocian bajo sus nombres, pues la marca de “Los Chapitos” o “El Chapo” se “ha vuelto muy poderosa”.
Del mismo modo, negaron ser la cabeza del Cártel de Sinaloa, aunque aceptaron que existen varios grupos de narcotraficantes que operan en Sinaloa y en otras partes del mundo.
También mencionaron a los cantantes de narcocorridos quienes, dijeron, “componen con información falsa, y sin autorización para hacerse famosos a nivel nacional e internacional”, y aseguraron ser parte de una persecución de las autoridades estadounidenses.