FUERA DE LA CAJA
Networking, dar y recibir
Cuando inicio BNI (Business Network International), tuvimos la visita de la directora nacional de México, Lorena Medina, quien me recomendó un libro de Adam Grant, Giver and Taker, que en español se titula Dar y recibir: ¿Por qué ayudar a los demás conduce al éxito?
' Grant sugiere que los dadores (givers) adopten una estrategia de otherish giving (dar de manera equilibrada).
Julio Lemus
En el libro, este autor comparte cómo las personas interactuamos entre sí, en términos de intercambio de información, recursos y apoyo. Grant explica que giver (dador) es aquella persona que busca ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio. Se enfoca en el crecimiento y el éxito de sus colegas y contactos. Es generoso con su tiempo, conocimientos y recursos. Por otro lado, taker (tomador) es aquel que busca maximizar sus propios beneficios, casi siempre a expensas de los demás. Puede ser percibido como egoísta y oportunista.
Ser dador (giver) trae múltiples beneficios en el networking, porque su altruismo y disposición a compartir sin esperar reciprocidad inmediata le permite generar una red más amplia y diversa, ya que todos sus contactos están dispuestos a presentarlos a sus propias conexiones. Así se construyen relaciones a largo plazo, este es uno de los objetivos de los que tanto he comentado en esta columna.
Por otro lado, el tomador (taker) puede obtener ganancias a corto plazo, al centrarse en sus propios intereses y aprovechar a los demás. Sin embargo, esta estrategia puede ser insostenible a largo plazo, pues se cae en el riesgo de desarrollar una reputación negativa y alienar a sus contactos. A medida que su red se debilita, también lo hace su capacidad para acceder a nuevas oportunidades y recursos.
Aunque la mayoría de las personas cree que ser tomador (taker) es la mejor estrategia para avanzar en el networking, los estudios demuestran que los dadores son quienes más éxito tienen en el largo plazo. Ser un dador (giver) puede ayudar a construir relaciones más fuertes y significativas con otros profesionales, lo que puede generar nuevas oportunidades de negocio y crecimiento profesional a largo plazo.
Adam Grant reconoce varias posibles trampas para los dadores (givers) que solo están enfocados en dar. Pueden ser vulnerables al agotamiento, ya que dedican tiempo y energía en ayudar a otros, sin recibir suficiente apoyo a cambio. También pueden ser aprovechados por los tomadores (takers), quienes pueden sacar provecho de su generosidad, sin ofrecer nada en retorno. Los dadores (givers) pueden pasar tanto tiempo ayudando a otros a tener éxito, que descuidan sus propias necesidades y objetivos. Esto puede ocasionar un atraso en su vida profesional o personal: a) Baja autoestima: algunos givers pueden luchar con la autoestima si sienten que siempre están dando más de lo que reciben a cambio. b) Resentimiento: a largo plazo, los dadores (givers) pueden comenzar a sentir resentimiento si sienten que su generosidad no es apreciada o recíproca.
Definitivamente, el dar no es malo, parte de nuestra misión en la vida es poder ayudar a otros. Pero al analizar, me he podido dar cuenta de que, en efecto, ha habido personas que se aprovechan de la buena fe. Esto no significa que uno deba cambiar, pero también hay que pararse y buscar un equilibrio, porque puede afectar una relación de pareja, una familia o el trabajo. Grant sugiere que los dadores (givers) adopten una estrategia de otherish giving (dar de manera equilibrada), donde se busca beneficiar a los demás, pero también cuidar de sí mismos. Esto implica establecer límites claros, evitar a los tomadores (takers) siempre que sea posible y buscar maneras de dar que sean gratificantes y satisfactorias.