“El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la consulta del Artículo IV 1 de 2023 con Guatemala el 15 de mayo de 2023 y respaldó la evaluación del personal técnico”, indica el documento.
Esta evaluación anual consiste en una revisión de los principales indicadores macroeconómicos y fiscales del país, realizada durante visitas de una misión nombrada para el efecto. Entre las variables que se analizan están la inflación, el crecimiento de la economía medida por el producto interno bruto (PIB), el desempeño fiscal, la recaudación tributaria, el manejo de la deuda pública, así como la evolución del sistema financiero nacional.
El informe consta de varias páginas y fue presentado en Washington, D.C., por lo que las autoridades de la banca central guatemalteca convocaron a una conferencia de prensa en la que resaltaron la resiliencia de la economía guatemalteca.
Los hallazgos
El comunicado difundido por el FMI afirma que “el sólido historial de Guatemala de políticas macroeconómicas prudentes y grandes entradas de remesas proporcionó al país grandes amortiguadores para capear un entorno mundial desafiante y condiciones financieras mundiales más estrictas. En 2022, el crecimiento del PIB real de Guatemala fue de 4.1 por ciento (3.4 por ciento proyectado en 2023), con un déficit fiscal inferior al 2 por ciento del PIB, impulsado por el rendimiento excesivo de la recaudación tributaria y los altos precios de importación, y el saldo de la deuda pública por debajo del 30 por ciento del PIB. La demanda privada interna siguió siendo vigorosa y el crédito bancario al sector privado creció a tasas de dos dígitos.
Las presiones inflacionarias siguen siendo altas, con una inflación general de abril de 2023 del 8,32 por ciento. La moneda se ha mantenido estable y los saldos externos sólidos, a pesar de una gran factura de importación. El sector financiero ha demostrado ser resistente a las condiciones de endurecimiento financiero mundial y a las alzas de las tasas de interés internas”.
Escenario de riesgos
El informe también señala que “las perspectivas siguen siendo en general positivas, pero persisten los riesgos, y los de corto plazo se relacionan con una desaceleración económica global abrupta, incluso en los EE. UU., que podría reducir los flujos de remesas y tener efectos secundarios en la demanda interna y el crecimiento de Guatemala.
El aumento de la volatilidad y la incertidumbre del mercado mundial podrían alimentar la volatilidad de los precios de los productos básicos y complicar la lucha contra las presiones inflacionarias, afectando especialmente a los más vulnerables. Al mismo tiempo, el historial constante de logros económicos y políticas prudentes ha sido de gran utilidad para el país y si continúa, ayudará a reforzar aún más la resistencia de la economía a los shocks. Los riesgos a mediano plazo están relacionados con el ámbito interno, y las deficiencias estructurales obstaculizan las perspectivas de desarrollo”.
El FMI también resalta que “Guatemala sigue siendo una economía con oportunidades sin explotar; ampliar la implementación de una agenda de infraestructura transformadora, fomentar el capital humano y las políticas sociales, y mejorar la seguridad jurídica son fundamentales para apoyar un modelo de crecimiento sostenible e inclusivo a mediano plazo con un mayor crecimiento potencial. Si bien las perspectivas mundiales son desafiantes, la coyuntura actual también ofrece amplias oportunidades para aprovechar el dividendo demográfico y acelerar las reformas para mejorar el entorno del clima empresarial y atraer la inversión extranjera”.
Otros temas
Por otro lado, el informe del Capítulo IV expone la necesidad de mantener políticas fiscales prudentes, así como fortalecer el marco fiscal a mediano plazo. Hicieron hincapié en que para cerrar las brechas sociales y de infraestructura existentes será necesario mejorar la movilización de ingresos y la eficiencia del gasto. “Una reforma tributaria integral será fundamental en este sentido”.
Los directores subrayaron la necesidad de mejorar el marco de inversión y expresaron su interés por el PIMA/C-PIMA. También apoyaron el establecimiento de un marco de gestión de la deuda a mediano plazo y el desarrollo de un mercado secundario para la deuda soberana.
Los directores celebraron las recientes decisiones de aumentar la tasa de política monetaria. Señalaron que podrían ser necesarios nuevos aumentos basados en datos, haciendo hincapié en que la política monetaria debería seguir centrándose en mantener ancladas las expectativas de inflación y devolver la inflación general al punto medio del rango meta. Los directores también destacaron la necesidad de seguir mejorando el marco de metas de inflación y la transferencia gradual de la gestión del riesgo de mercado al sector privado, lo que respaldará la función del tipo de cambio como amortiguador.
Como recomendaciones, el FMI pide dar un seguimiento cuidadoso a los riesgos del sector financiero y realizar esfuerzos continuos para fortalecer la regulación y supervisión. Menciona la aprobación e implementación de modificaciones a la ley bancaria y a la ley de ALD/CFT (Anti Lavado de Dinero y Contra el Financiamiento del Terrorismo), en sintonía con los estándares del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Además, avanzar en una agenda de reformas estructurales para aumentar el crecimiento potencial y reducir la pobreza; disminuir la informalidad; y revigorizar el tema de infraestructura, que es de larga data.
Finalmente insistieron en la importancia de realizar mayores esfuerzos para mejorar la gobernabilidad y combatir la corrupción, por lo que acogieron con beneplácito el interés de las autoridades en realizar un diagnóstico de la gobernabilidad de fondo.
Comentan el informe
Álvaro González Ricci y Johny Gramajo, presidente y gerente económico del Banco de Guatemala (Banguat), respectivamente, explicaron en conferencia de prensa que con esta evaluación se reconoce la resiliencia de la economía guatemalteca, aparte de su fortaleza ante los choques externos e internos.
“En 2022 el crecimiento del PIB de Guatemala (con 4.1%) superó su potencial, que es de 3.5%, y los análisis de los equipos técnicos indican que la tasa de crecimiento para este año sería del 3.5%, como escenario central, mismo indicador para 2024, lo que quiere decir que la economía guatemalteca estaría creciendo este y el próximo año en torno a su potencial, lo cual contrasta con lo que se ha observado a nivel internacional”, indicaron.
En todo caso, la posición de Guatemala sería referencial, como parte de un grupo de países pequeños que estaría mostrando una tasa de crecimiento positiva.
También destacaron el dinamismo del envío de remesas familiares y el comportamiento del crédito bancario al sector privado, que contribuyeron a fortalecer el consumo privado. El flujo de remesas familiares en 2022 alcanzó US$18 mil 40 millones, que representó el 19% del PIB, y en el crédito bancario al sector privado se observó un crecimiento luego de la pandemia, aunque en ambos indicadores se espera una desaceleración gradual que ya se está observando.
Sobre la deuda, esta se encuentra en 29.2% respecto al PIB; las Reservas Monetarias Internacionales (RIM) se ubican en alrededor de US$20 mil 500 millones, que alcanzan para cubrir siete meses de importaciones, y eso también ha propiciado una estabilidad cambiaria, se explicó.
Se resaltó que Guatemala mantiene una estrategia que busca alcanzar el grado de inversión y las agencias de riesgo país, han mejorado la calificación al igual que las perspectivas “y Guatemala no pasó por la perspectiva negativa cuando se cambia de escalón.
En el tema de la inflación, se dio a conocer que desde marzo se está observando un punto de inflexión, que indica que el indicador empezará a disminuir, por lo que se espera un 5% para finales del 2023 y 4% para diciembre del 2024, se expuso en la conferencia de prensa.