Sin embargo, en 2016 el matrimonio conocido en el mundo del espectáculo como “Brangelina” se disolvió tras un tortuoso proceso de divorcio, en el que su principal batalla legal fue la custodia de sus seis hijos: los mellizos Knox y Vivienne, de 14 años, Maddox, de 21, Pax, de 19, Shiloh, de 16 y Zahara, de 18. Esta custodia se estimaba en más de $160 millones.
Siete años después, Brad Pitt acusa a su exesposa de hacerle una mala jugada respecto a una millonaria propiedad compartida: se trata del castillo francés Chateau Miraval, en donde la ahora expareja contrajo nupcias en 2014 tras más de una década de noviazgo.
Pitt acusa a Jolie de haber vendido, sin consentimiento mutuo, su parte del castillo a un empresario ruso al que Pitt previamente rechazó venderle la propiedad. El acuerdo implicaba que Brad tendría un 68% del castillo, mientras que Angelina un 38%, y solo podría venderse si ambas partes estaban de acuerdo.
¿Conexiones secretas en Rusia?
Bajo ese mismo contexto, Brad Pitt aseguró en declaraciones recientes que Angelina Jolie actuó de manera “vengativa” debido a la tensión por la custodia de sus hijos, batalla que ha afectado a ambos en otros conflictos legales.
El actor de 59 años asegura que Jolie, de 48, posee una colaboración secreta con el empresario ruso Yuri Shefler; además, según medios internacionales, se maneja la teoría de que la actriz tomó la decisión de vender el castillo al empresario debido a su cercana relación con el presidente Vladimir Putin, lo cual podría afectar el nombre y la reputación de la marca de vinos asociada al viñedo del Chateau Miraval, según Brad Pitt.
Según documentos, Pitt exige un juicio para resolver la situación y llegar a un acuerdo sobre la venta del viñedo, con el objetivo de proteger la integridad y el valor de la marca involucrada.