Cuando el cuerpo se comienza a sobrecalentar más sangre fluye a la capa externa de la piel desde el interior para que el calor sea liberado al medio ambiente más fresco. Cuando este proceso no disminuye la temperatura lo suficientemente rápido, o el aire exterior es más caluroso, comenzamos a sudar. Las glándulas de sudor sacan agua al torrente sanguíneo, así el sudor se evapora y refresca al cuerpo.
Sin embargo, cuando se da el desplazamiento de la sangre hacia las capas exteriores del cuerpo, menos sangre llega a los músculos, cerebro y otros órganos. Alejandro Ortega, médico internista, indica que la sudoración prolongada podría agotar el agua del cuerpo y causar deshidratación severa, así como enfermedades severas que son provocadas por el calor.
“Las personas sufren enfermedades relacionadas con el calor cuando el sistema que controla la temperatura del cuerpo se sobrecarga. El cuerpo normalmente produce sudor para enfriarse, pero en ciertas ocasiones no alcanza con solo sudar. Las altas temperaturas corporales pueden dañar el cerebro y otros órganos vitales”, indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Enfermedades relacionadas con el calor
Además de estar mucho tiempo en lugares cerrados o con altas temperaturas, existen otros factores que afectan la capacidad del cuerpo para enviarse ante una ola de calor. Por ejemplo, cuando hay mucha humedad, el sudor no se evapora lo suficientemente rápido y el cuerpo no libera el calor a la velocidad necesaria para evitar algún problema severo.
También la edad dificulta la capacidad de regular la temperatura, por ello, las personas de la tercera edad, los ancianos y los bebés (de 0 a 4 años) son más propensos a sufrir enfermedades por calor. Asimismo, las personas con obesidad, fiebre, deshidratación, enfermedades cardiacas, mala circulación y quemaduras solares.
Entre las enfermedades relacionadas con el calor se menciona el golpe de calor, agotamiento, calambres, sarpullido y quemaduras.
“La temperatura alta que provoca la fiebre es diferente a la que generan las enfermedades por calor”, enfatiza el médico general Angélica Castillo. La fiebre es una reacción del cuerpo a infecciones y otras enfermedades menos graves, mientras que las enfermedades por calor suben la temperatura porque el cuerpo no puede enfriarse rápido.
Golpe de calor
Esta enfermedad se produce cuando el cuerpo no controla su propia temperatura y ante una ola de calor externa se puede llegar a más de 40 °C, incluso sobrepasa las marcas de un termómetro corriente.
Para identificar un golpe de calor, además de medir la temperatura corporal, se tiene la piel caliente, enrojecida, seca o húmeda; el pulso acelerado y fuerte, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión y desmayos.
Las personas con un golpe de calor o insolación, la prioridad debe ser enfriarse lo más pronto posible. Por ello se recomienda pedir ayuda médica y llevar a la persona a un ambiente más fresco, ayudarle a que le baje la temperatura con paños fríos o dándole un baño con agua fría hasta que la temperatura descienda los 38 °C.
Agotamiento por calor
Esta enfermedad no es tan grave como el golpe de calor. Suele presentarse después de estar varios días expuesto a las altas temperaturas y tener mala hidratación. El agotamiento por calor se identifica con sudor intenso, palidez, calambres musculares, cansancio y debilidad, mareos, dolor de cabeza, náuseas o vómitos y desmayos.
La piel estará fría y húmeda, mientras que el pulso estará rápido y débil y la respiración será acelerada.
Ante los síntomas de agotamiento por calor se recomienda descansar, bañarse con agua fría, permanecer en lugares frescos o con aire acondicionado, utilizar ropa ligera y fresca, y consuma bebidas frías no alcohólicas.
Calambres por calor
Los dolores o espasmos musculares, que usualmente ocurren en el abdomen, brazos y piernas, se asocian al exceso de actividad física. Sin embargo, quienes hacen ejercicio o practican algún deporte y sudan mucho están propensas a sufrirlos debido a que el sudor agota la sal y humedad del cuerpo.
Este tipo de calambres también pueden ser síntoma de agotamiento por calor.
En caso de que presente estas molestias se aconseja suspender la actividad que realiza en el momento y sentarse en un sitio fresco y cómodo. No reanude su actividad física intensa hasta que haya pasado varias horas desde que se aliviaron los calambres. En caso de que no hayan desaparecido en una hora, busque ayuda médica.
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Sarpullido por calor
La sudoración excesiva cuando hay mucho calor y humedad suele provocar irritación en la piel que se caracteriza por la apariencia de un conjunto de granitos enrojecidos o de pequeñas ampollas. Aparecen en el cuello, pecho, ingle y debajo de los senos y pliegues del codo. Aunque puede aparecer a cualquier edad, es más común en los niños.
Su padece de sarpullido por calor, procure tener el área afectada seca. Puede usar cremas para humectar o talcos para aliviar el malestar. Manténgase en un lugar fresco.
Quemaduras solares
Estar mucho tiempo expuesto al sol provoca quemaduras en la piel, que se torna roja, dolorida y tibia. También pueden aparecer ampollas.
Las recomendaciones son evitar el sol para que no se produzca más irritación, aplicarse paños fríos en el área afectada y loción humectante. Es importante que no reviente las ampollas.
Cómo prevenir las enfermedades por calor
Las enfermedades relacionadas con el calor se pueden prevenir, además de mantenerse en lugares frescos, por medio de acciones cotidianas que ayudarán a la hidratación y protección corporal. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) dan algunas recomendaciones:
- Use ropa liviana: de preferencia liviana y holgada.
- Permanezca en ambientes frescos: en caso de que sean lugares cerrados, procure que haya aire acondicionado. Si no puede, entonces visite constantemente lugares que sí lo tengan. Los ventiladores, ante temperaturas muy altas, no previenen las enfermedades provocadas por calor.
- Planifique sus actividades al aire libre: en caso de que sea necesario salir, procure que sea en horarios en donde el ambiente sea más fresco.
- Use bloqueador solar: así evitará quemaduras e irritación en la piel. El filtro solar debe decir “amplio espectro” o “protección contra UVA/UVB” en la etiqueta para que sea más eficaz. No olvide mantener la piel hidratada.
- Evite las comidas calientes y pesadas: procure las frutas y vegetales, porque aportan electrolitos y otros tipos de minerales que nos mantienen hidratados.