CATALEJO

Desesperadas acciones a sólo cuatro días del 25

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La desesperación de los candidatos seguros de su derrota, los hace lanzarse a hacer declaraciones engañosas o falsas, o de negación de la realidad. Ocurre en todas las elecciones y esta no es la excepción. Por aparte, los foros y presentaciones despiertan su interés a causa de ser alto el porcentaje de ciudadanos indecisos entre no asistir, ir a votar por el menos malo de los aspirantes, o llegar a las urnas a votar nulo, tres posibilidades y derechos inherentes al ejercicio democrático y debido a ello criticados y atacados por quienes están decididos a no hacerlo. Se agregan mensajes falsos, como el enviado ayer en la mañana supuestamente por Zury Ríos, aclarado en la tarde por el partido.

Según el texto, Ríos habría ordenado a la secretaria general del partido Valor, Ingrid Bernat Cofiño, “denunciar” a Prensa Libre por estar ejecutando un “plan maquiavélico” y pactar un beneficio para Mulet en la entrevista anunciada para mañana, por lo cual “falsa”. Dos días antes circuló otro muy similar, supuestamente formado por la aspirante. Esto implicaba la posibilidad de no pasar a la segunda vuelta, un vaticinio ya hecho público otras veces. Es un ejemplo de la cobardía de quienes están dispuestos a derrumbar a quienes consideran con más votos. Por ello no se debe creer ninguno de los mensajes de ese tipo, o de supuestas enfermedades o muerte de los aspirantes. Simplemente no es cierto y su fin es sorprender a personas incautas.

El martes, numerosos grupos evangélicos hicieron un foro, no debate, entre Arévalo, Castillo, Conde, Mulet, Ríos y Torres, sin Villacorta porque rechazó la invitación. Fue una actividad religiosa porque se pidió a los televidentes orar para recibir la voz de Dios, a quien un presentador calificó de “ético”. Las preguntas evidentemente tuvieron el fin demostrar las cualidades religiosas de los aspirantes y su apoyo a temas sobre los cuales el cristianismo, no solo el protestantismo, está de acuerdo y defiende. Las preguntas fueron fáciles de responder, porque ningún candidato iba a declararse pro aborto, por ejemplo, y eso permitió escuchar a Torres agradecer a Dios. Los aspirantes aprovecharon para intentar convencer a los evangélicos. Eso sí: sus respuestas los comprometieron.

' Los últimos días previos a toda elección, quienes intuyen su derrota lanzan toda clase de improperios y mentiras.

Mario Antonio Sandoval

Alejandro Maldonado y Eduardo Stein, expresidente y exvicepresidente, en su orden, invitados por Guatevisión para un diálogo político, declararon en forma interesante. El primero calificó al Congreso de ser “el gran culpable” de la situación, urgió a la necesidad de cambios en la justicia y dar todo el manejo político del país a las mujeres, porque son “serenas y tienen carácter y dignidad”. El segundo recordó ser estas elecciones las primeras con redes sociales, e instó a que “entre 23 posibilidades alguna llena” las ideas de los ciudadanos, aunque es innegable la influencia del crimen organizado. Ambos rechazaron el voto nulo “por ser un disparate” y porque “le hace favor al continuismo”.

Visto desde la ética, el caso de Óscar Rodolfo Castañeda es muy particular. Tiene razón: fue un abuso e ilegalidad no haberlo dejado participar. Puede exigir su cumplimiento, pero entonces entra la ética porque se ha mezclado con la política. Una corriente indica realizar lo correcto sin importar sus efectos, y la otra se fija en las consecuencias. Repararlo rompe el principio constitucional de superioridad del beneficio colectivo, si afecta a millones de votantes y al país, mientras lo deciden las cortes encargadas.
La decisión ética es renunciar a ese derecho, al no haber garantía de victoria, pero sí del caos. La decisión ética es simple: renunciar para no crearlo y entrar por la puerta grande a la Historia.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.