En dos días los guatemaltecos acudirán a las urnas para elegir al sucesor del presidente Alejandro Giammattei. Sin embargo, para muchos analistas internacionales, y según los titulares de los periódicos más emblemáticos del mundo, el derrocamiento de varios de los candidatos favoritos en las elecciones presidenciales de Guatemala, arrojan muchas dudas sobre la imparcialidad de las instituciones, que han sido acusadas, incluso de maniobrar, para preservar un régimen autoritario y corrupto, basado en la cooptación de las élites gobernantes.

Lo más alarmante es que la democracia ya parece estar comprometida, debido a que se ha evidenciado la degradación y falta de independencia de este proceso, donde las libertades constitucionales no están garantizadas y la justicia ha actuado como filtro, para excluir a quien resulte incómodo para el actual liderazgo de este país. De hecho, varios indicadores apuntan a una situación de colapso, que podría desencadenase luego de la primera vuelta electoral.

Todo esto originado desde la evidente interferencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), como árbitro parcial, que ha sido ampliamente cuestionado. Hasta los datos de Transparencia Internacional, sobre la percepción de la situación de corrupción en el país, que está empeorando cada vez más (Guatemala ocupa el puesto 150 de 180 países). En el dossier global de libertad de prensa 2022 de Reporteros sin Fronteras, también pintan una situación muy precaria. De hecho, incluso en este ranquin Guatemala se encuentra en una muy mala posición (puesto 124).

El documento subraya que, si bien la libertad de expresión está garantizada por la Constitución, este derecho ha sido constantemente violado por las autoridades y los actores políticos. Los periodistas y medios de comunicación que investigan o critican actos de corrupción y violaciones de derechos humanos a menudo enfrentan represalias, como campañas de descrédito y enjuiciamientos penales.

Aún así los 9.3 millones de votantes empadronados serán llamados a nominar el destino político de nuestro país, de esta cifra se espera que al menos acudan seis millones a las urnas. Y es importante mencionar también que la juventud guatemalteca desempeña un papel fundamental en este proceso político y electoral, ya que conforma una parte significativa de la población y, por tanto, su participación y seriedad para votar, puede inclinar los resultados en un sentido u otro. Por ejemplo, en las elecciones pasadas la juventud fue un factor importante. Según datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral, el 31,91% de los votantes era menor de 30 años, lo que demuestra la importancia que este grupo poblacional tiene en este proceso.

Estas elecciones serán diferentes por muchas razones, pero lo más llamativo fue la poca seriedad y credibilidad de los candidatos, así como la manera en que se hizo propaganda en redes sociales. Incluso llegaron algunos a publicar en Tik Tok, encuestas falsas y manipuladas donde se autofavorecían con tal de engañar a la población. Es importante que las personas razonen antes de emitir su voto, estudiar seriamente las propuestas políticas de cada candidato, ver quiénes están detrás de esos personajes, quiénes son sus financistas, el pasado político y cómo ha sido su vida privada.

A pesar de todo este escabroso escenario, lo que podría rescatar este proceso es la participación masiva de toda la población. Por favor, vaya a las urnas y emita su voto libremente, por quien usted considere sea la mejor opción para el país. Si considera que ningún candidato llena sus expectativas, entonces vote nulo, pero no deje de ir a votar. Tampoco vote en blanco, porque ese voto no representa ningún valor. ¡Ánimo, Guatemala!