PLUMA INVITADA

Una decisión difícil

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A todos nos sorprendieron los resultados de las elecciones del domingo 25 de junio. Buscábamos un cambio, posiblemente lo encontramos. Mi cambio preferido hubiese sido en el Congreso de la República. Desafortunadamente, a pesar de que acogieron a 99 nuevos diputados, los partidos representados siguen siendo los mismos. A pesar de ello, el cambio aún puede darse en la segunda vuelta de la elección presidencial.

Por un lado, tenemos a una conocida política nacional que está en su tercer intento por lograr la presidencia. Analizando su historial podemos decir que representa ahora el continuismo y sería apoyada por el Congreso. De igual manera que cuando fue primera dama, implementará múltiples programas de ayuda social gratuita a la población. Esta ayuda será pagada por todos los contribuyentes y representa una increíble oportunidad de corrupción. Con esta opción, el panorama se ve sombrío.

Por el otro lado, tenemos la sorpresa de un candidato con trayectoria de cuatro años en el Congreso, respaldado por un partido de izquierda que a muchos les da temor. Desde el lunes 26 de junio, el partido Semilla ha informado que no son comunistas, que no buscan un gobierno autoritario y que se respetará la propiedad privada. El partido se declara como de centroizquierda o socialdemócrata con propuestas que promueven la justicia social, la igualdad de oportunidades, los derechos humanos y la transparencia.
Ellos son la alternativa de un verdadero cambio en la presidencia, pero ¿será el cambio que deseamos?

Todos los mayores de 50 años recordamos el discurso del FSLN de Nicaragua, apoyado por la gran mayoría de nicaragüenses, y cómo al final transformó al país en un estado socialista comunista autoritario. Ese es el temor de todos respecto de Semilla. Unos alegan que su discurso es uno, pero a la hora de tener el poder, este puede cambiar radicalmente. Unos piensan que el Congreso electo es una garantía de balance al presidente, mientras que otros recuerdan cómo Nayib Bukele entró con militares armados al Congreso salvadoreño.

' Debemos aceptar que Guatemala se ha pronunciado con fuerte voz y tenemos a dos candidatos para la segunda vuelta.

Carlos R. Paredes

Todos son escenarios posibles y desconocemos el futuro. Por ello debemos prestarle mucha atención a toda la información que nos llegue. Analizarla con criterio, aprender y luego decidir por quién votar. Si nuestro temor a una posible administración comunista es más fuerte que la certeza del continuismo corrupto, votaremos por la UNE. Si nuestro antivoto por Sandra Torres y lo que representa es más fuerte que las posibles consecuencias de un régimen bajo Bernardo Arévalo, votaremos por Semilla.

Es importante recalcar que la izquierda y la derecha actuales ya no son lo que eran hace 50 años. El comunismo ya no existe como tal porque falló en asegurar el crecimiento económico nacional. Incluso China, que sigue tenido un gobierno comunista, ha logrado su tremendo éxito económico implementando políticas de derecha y de libre mercado.

Tendremos casi dos meses de una intensa actividad política en Guatemala. Mientras un candidato intenta desprestigiar al otro, este se reúne con jóvenes y su partido presenta propuestas populistas para ganarse el beneplácito de la población. Se escucha de medidas legales para impugnar una asamblea y que un candidato no es guatemalteco… son maniobras legales que la Lepp desafortunadamente permite. Lo que debemos aceptar es que Guatemala se ha pronunciado con fuerte voz en las recientes elecciones y tenemos a dos candidatos para la segunda vuelta.

Muchos jóvenes que votaron nulo en la primera vuelta ahora votarán por Semilla. Por eso es importante que los mayores de 40 años, que normalmente no acudimos a las urnas en la segunda vuelta, nos levantemos y depositemos nuestro voto.

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