META HUMANOS

Hacer de Xela una ciudad sostenible

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Si se cumplen las previsiones, en menos de 30 años, 7 de cada 10 personas en el mundo, viviremos en entornos urbanos. Xela no será la excepción. Nuestra ciudad deberá reformularse y reorganizarse para encontrar nuevas maneras de crecer en forma sostenible.

' La historia nos llama no solo a reconocer el pasado, sino también a trazar la visión de nuestro futuro.

Claudia Hernández

Rediseñar la ciudad requiere de profesionales capaces de identificar los retos de cada zona y de activar la inteligencia colectiva de las comunidades para diseñar juntos soluciones urbanísticas que protejan el medio ambiente y respondan a las necesidades sociales de sus habitantes con equilibrio económico.

Quetzaltenango, antes llamada Xelajú, es una de las ciudades más antiguas de América Latina y está por conmemorar 500 años de existencia. Hoy en día, sus 122 Kms2 están habitados por poco más de 250,000 personas.

En un territorio con casi medio siglo de historia, las memorias de lo vivido son diversas. Algunas guardan dolor e injusticia; miedo y opresión; otras orgullo y tradición; solidaridad y valentía; y otras más, proyectan sueños y posibilidades; porque ven la fuerza detrás de cada luna ganada.

Desde hace 500 años, la tierra, el aire y el agua de este territorio, solo las tenemos “prestadas” no son nuestras. Por 500 años, hemos ido “transformado” el medio natural por la acción del ser humano. Hemos ido creando “espacios habitables artificiales”, a veces en armonía y a veces no, con lo que ya existía en el medio natural.

Conmemorar 500 años de nuestra ciudad, es una oportunidad para reconocer quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos avanzar juntos.

Si bien nuestros retos emergentes son complejos y nos llaman con urgencia a contar con un manejo integral del agua y de los desechos; un ordenamiento territorial con visión holística; un plan de movilidad multimodal para el congestionamiento; y a pensar en otros modelos de energía; nuestros retos de raíz, siguen siendo el fortalecimiento de nuestra responsabilidad ciudadana para la incidencia, y el fortalecimiento de la gobernanza para una administración pública más transparente, participativa y eficiente.

A diferencia de otros momentos, hoy contamos con ideas y proyectos para cocrear una ciudad sostenible. Me pregunto entonces, ¿Cuál es la llave, o ese elemento clave que necesitamos activar para hacerlo posible? La llave somos nosotros: los chivos. Reconocernos como los protagonistas que hacen posible (o imposible) nuestra sostenibilidad.

La historia de nuestro territorio nos llama no solo a reconocer el pasado, sino también, a trazar la visión compartida de nuestro futuro. No llama a responder a los retos del presente para heredar un mejor futuro a las generaciones venideras.

Después de 500 años, la tierra, el aire y el agua, siguen estando allí, cada vez más lastimadas. Como protagonistas de este momento histórico, debemos dejar atrás la mentalidad extractiva del “para mi hoy” y movernos hacia practicas sostenibles que aseguren los recursos “para todos hoy y mañana”.

Nuestra ciudad es nuestra casa común, es el espacio en el que ejercemos nuestra ciudadanía y por ende, es un reflejo de nosotros mismos. Si bien el rol del gobierno local es vital, cada uno incidimos en la calidad de vida de nuestra ciudad. Contribuimos (o no), para vivir con limpieza o suciedad; orden o caos; estrés o calma; orgullo o vergüenza; aire limpio o contaminación.

Tenemos poco tiempo para trazar una visión compartida que nos permita vivir mejor y nos devuelva el orgullo de lo que un día fuimos. Mi deseo es que con la misma fuerza con la que apoyamos a los super chivos, nos pongamos la camiseta para volver a hacer de Xela, la ciudad sostenible que está llamada a ser.

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