DESDE GINEBRA

La economía azul y el comercio

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El economista belga Gunter Pauli divulgó en 2010 la iniciativa de la economía azul con el libro The Blue Economy. La economía azul se refiere, entre otros aspectos, a una economía sostenible basada en la utilización de los recursos marinos y las zonas costeras; no obstante, este modelo también incluye a los recursos que consumimos a diario y cómo debemos utilizarlos eficientemente, pero, sobre todo, desarrollar procesos productivos que imiten el funcionamiento de la naturaleza; es decir, que se aprovechen al máximo los recursos utilizados, que los residuos generados sean escasos o que, en caso de producirlos, se transformen en materias primas para crear nuevos productos.

' La pesca y la acuicultura son importantes sectores del comercio internacional de alimentos

Eduardo Sperisen-Yurt

La economía azul incluye una amplia gama de sectores económicos, desde la pesca y la acuicultura hasta el turismo y la energía renovable. Estos sectores económicos pueden crear empleos y generar ingresos para las comunidades costeras y los países que dependen de los recursos marinos y los bordes costeros.

En términos de comercio internacional, la economía azul puede tener un impacto significativo en el comercio de bienes y servicios relacionados con los recursos marinos y en los litorales marítimos. Por ejemplo, la pesca y la acuicultura son importantes sectores del comercio internacional de alimentos, y la energía renovable basada en el mar puede ser una fuente importante de energía para los países que dependen del petróleo y el gas.

Además, el turismo costero y marino puede ser un importante sector del comercio internacional de servicios, y puede generar ingresos significativos para los países que tienen hermosas playas y paisajes de la franja costera. La economía azul también puede fomentar el comercio internacional de tecnologías y equipos relacionados con la exploración y el uso sostenible de los recursos marinos y el territorio costero.

Sin embargo, para que la economía azul tenga un impacto positivo en el comercio internacional, es importante que se aborden los desafíos y riesgos asociados con la explotación de los recursos marinos y la costa marítima. La sobrepesca y la degradación de los ecosistemas marinos pueden tener un impacto negativo en la economía azul y en el comercio internacional de los recursos marinos y de la zona litoral.

Por lo tanto, es importante que los países y las comunidades costeras adopten prácticas sostenibles y medidas de conservación para proteger los recursos marinos y garantizar su uso sostenible. Esto puede incluir la implementación de políticas y regulaciones para la pesca sostenible, la gestión de los ecosistemas en las zonas costeras y marinas, y la promoción de prácticas turísticas sostenibles.

Además, la economía azul puede ser una oportunidad para fomentar la cooperación internacional y la colaboración entre los países y las comunidades de las franjas costeras. La gestión sostenible de los recursos marinos y costeros puede requerir la cooperación y colaboración de múltiples países y comunidades, y puede ser una oportunidad para el comercio internacional de tecnologías y conocimientos relacionados con la economía azul.

En conclusión, la economía azul se refiere, entre otros, a una economía sostenible basada en la utilización de los recursos marinos y de las zonas costeras. Esta economía tiene relación con el comercio internacional, y puede ser una fuente importante de empleo y crecimiento económico para los países y las comunidades costeras, pero para que la economía azul tenga un impacto positivo en el comercio internacional, es importante abordar los desafíos y riesgos asociados con la explotación de los recursos marinos y costeros, y adoptar prácticas sostenibles y medidas de conservación para proteger estos recursos y garantizar su uso sostenible.

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