“De niña, siempre jugué a la Barbie. Cuando saqué mis muñecas para mi hija, no las quería porque eran demasiado anticuadas para su gusto. Así es como empecé a coleccionarlas”, dijo Bettina, de 62 años, quien vive en Dusseldorf (oeste).
Hace ya 28 años que vive su pasión y ofrece su colección a museos y centros comerciales que las exponen durante varios meses.
“Puede haber entre 5 mil y 20 mil visitantes durante las exposiciones, pero con el estreno de la película me dijeron que el interés ha aumentado”, añadió, sin poder dar cifras precisas.
La demanda de sus catálogos, en los que figuran los precios de las muñecas y su ropa, también ha aumentado en la última semana, afirma.
Dorfmann, que ya ha visto la película dos veces y piensa que es “genial”, también tiene una “clínica” de Barbie.
“Reparar una muñeca puede costar desde US$11 hasta US$553 o US$663 si se trata de un modelo raro”, explicó.
En la taquilla norteamericana, la película Barbie logró el mejor lanzamiento de 2023 con US$155 millones de recaudación durante el primer fin de semana en salas de cine.
La superproducción fue impulsada por una ola de marketing rosa del grupo de juguetes Mattel, que lanzó la primera muñeca Barbie en 1959.