Es una manifestación del calentamiento global, que como advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría detonar un número récord de infecciones por dengue a nivel global, lo que ya es evidente en países de América, como Brasil que para el 5 de julio registraba 1.5 millones casos, mientras que en Perú eran más de 169 mil y Bolivia estaba por arriba de los 133 mil.
Dicho aumento en las temperaturas, como también las lluvias y los extensos períodos de sequía provocan que el mosquito transmisor de la enfermedad, el Aedes aegypti, circule ahora en lugares donde no se encontraba, como Croacia y otros países europeos, pero también a que se propague con más facilidad.
“En lugares en donde el clima era frío ahora hace calor, esto hace que el insecto llegue a sitios donde antes no estaba. Muchos de los vectores son susceptibles a la temperatura, algunos no aguantan el frío y si hace demasiado calor tampoco, pero en el caso de insectos acuáticos como el Aedes aegypti que tienen todo su estadio larvario en agua, el agua caliente hace que eclosionen más rápido y que se acelere su ciclo de vida”, indica María Carlota Monroy, investigadora del Laboratorio de Entomología Aplicada y Parasitología de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
El zancudo no deja caer sus huevos sobre el agua, sino que los deposita en las paredes húmedas de los recipientes y al entrar en contacto con el agua eclosionan para seguir con el ciclo biológico de crecimiento.
Los largos períodos de sequía que actualmente se registran contribuyen a la proliferación del vector. Monroy explica que los huevos de los mosquitos pueden permanecer en los contenedores vacíos durante los meses secos, y al caer la lluvia y mojarse comienzan a madurar. Al hacer de nuevo calor, eclosionan en un tiempo más corto de lo normal, nacen las larvas y se convierten en adultos.
“Mientras más calor hay, más rápido es el ciclo vital del insecto. Lo que antes se tardaba ocho días con estos calores puede tardar cuatro o cinco”, refiere Monroy.
Según la OMS, cuando la temperatura ambiente oscila entre 25 y 28 grados Celcius la incubación dura entre 8 y 12 días, por consiguiente, si esta aumenta el período se acorta.
Celia Cordón, del Centro de Estudios en Salud de la Universidad del Valle, agrega que el cambio climático ha provocado el aumentado de la temperatura, pero también la extensión de ese período de calor, y, por lo tanto, el espacio de tiempo de la transmisión de dengue se amplía.
“En las partes bajas de la ciudad de Guatemala, por ejemplo, antes no había zancudos, no se transmitía la enfermedad, ahora es más común”, agrega Cordón.
La sequía también afecta, porque las personas tienen que almacenar agua, y esos depósitos se convierten en foco para la reproducción del mosquito.
Contagios
El Ministerio de Salud reporta hasta el 8 de julio pasado un total de seis mil 13 casos, y representa un incremento del 81% comparado con el registro del año pasado hasta esa fecha. La cantidad de municipios en “muy alto riesgo de dengue” subió a 50, son cinco más de los notificados una semana atrás.
Monroy refiere que la población de mayor cuidado y en la que se debe centrar la vigilancia es en aquella que le ha dado dengue una o dos veces, porque está en riesgo de tener dengue hemorrágico, que no es fácil de tratar.
En Guatemala circulan los cuatro serotipos del virus: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, por lo que una misma persona puede resultar contagiada hasta cuatro veces con la infección. Una combinación de dos o más cepas diferentes del virus hace que el cuerpo reaccione de forma muy violenta.
La OMS señala que cuando el mosquito pica a una persona con dengue, el virus se replica en el intestino medio del zancudo para luego extenderse al resto de tejidos, como las glándulas salivales. El tiempo que pasa entre la ingestión del virus y el contagio a un nuevo hospedador se conoce como período de incubación extrínseco, y la temperatura del ambiente puede acortar esa fase.
“Una vez se ha vuelto infectante, el mosquito siempre estará contaminado y sus hijos también. Entonces, si el zancudo se alimentó de una persona con dengue y puso huevos, esos huevos y esas larvas estarán infectados”, dice Monroy. Ese mosquito puede transmitir el agente patógeno durante toda su vida.
Riesgos
La destrucción del medio ambiente, de los bosques y de las selvas, hace que insectos y virus salgan de esos espacios con lo que aumenta el riesgo de enfermedades infeccionas que pasan de los animales a los humanos -zoonosis-, como sucedió con el covid-19.
En Guatemala, donde el sistema de salud pública es débil para combatir epidemias, el involucramiento de la población para frenar enfermedades como el dengue es necesario.
Cordón y Monroy son del criterio que la vigilancia debe comenzar desde casa, eliminando los criaderos del zancudo transmisor del dengue, pues este insecto se reproduce en cualquier depósito de agua estancada. Hay que deschatarrizar.
Ya que no vuela más allá de 50 m del lugar en donde nace, si el insecto pica a personas dentro del hogar, lo más seguro es que el criadero esté allí.
La fumigación es efectiva para eliminar al zancudo adulto, es una solución transitoria por lo que también es necesario destruir los huevos que este deja a través de la abatización -larvicida que se coloca en los depósitos de agua-. En Petén algunas comunidades utilizan peces y ranas para eliminarlos.
Utilizar cedazo en puertas y ventanas es de ayuda, así como usar mosquiteros al dormir. Identificar los síntomas de la enfermedad es esencial: fiebre alta, dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo, náuseas y erupciones en la piel.