Algunos de sus principios y postulados de constitución como partido, según describe una publicación de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), se basaban en la igualdad, respeto a los Derechos Humanos, justicia social, solidaridad, fortalecer el estado de Derecho, la interculturalidad y el respeto a la vida y la participación del Estado dentro de una economía social de mercado.
El partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), creado en 2002, recibió la estafeta presidencial en el 2008 de manos de la administración de Óscar Berger, una gestión marcada por su cercanía con el sector empresarial, y entregó el gobierno, en enero de 2012 a Otto Pérez Molina, exmilitar que guarda prisión implicado en varios casos de corrupción durante su paso por la Casa Presidencial.
De la paz a la solidaridad
Luego de la firma de la paz, en 1996, los cambios políticos allanan la participación de la izquierda en las elecciones generales, haciendo coincidir en una alianza la exguerrilla convertida en partido político Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca, la Unidad de Izquierda Democrática; el partido Desarrollo Integral Auténtico (DIA) de Rolando Torres Casanova y Edgar de León — el hermano y el primer esposo de Sandra Torres—; y el Frente Democrático Nueva Guatemala, que finalmente dejó la alianza por desacuerdos internos.
Esta plataforma postuló a la presidencia a Colom y Vitalino Similox, un líder del consejo ecuménico guatemalteco, que lograron el tercer puesto en la elección, pese a haber realizado una corta campaña política.
Con esta experiencia, Colom se decide a fundar el partido UNE en el 2002. El exvocero presidencial, Fernando Barillas, que también participó en el primer comité ejecutivo nacional del partido, recordó que al inicio participaban personas de diferentes tendencias, entre ellas de izquierda radical y socialdemócratas, lo que complicó en muchas ocasiones alcanzar acuerdos.
Políticos de trayectoria socialdemócrata como Fernando Fuentes Mohr y Luis Zurita Tablada estuvieron en el esfuerzo de crear el partido. Colom, fue el primer candidato de la izquierda y la UNE se fundó con la visión de la socialdemocracia, con ideología y un plan programático y político, explicó el congresista Carlos Barreda.
En un nuevo intento, en el 2003, Colom junto con el excanciller, Fernando Andrade Díaz-Durán, llegaron a la segunda vuelta electoral, contienda que ganó el exalcalde Berger, en este proceso la UNE logró posicionarse en el Legislativo y fue una de las primeras ocasiones que mostraron el peso de Torres en el partido.
Roberto Alejos, excongresista, destacó que las figuras de Torres y su hermana Gloria, desde entonces, ya generaban discrepancias internas en la UNE, al punto de sacar a Francisco Arredondo del partido y de su postulación como vicepresidente. “Él —Arredondo— hizo la campaña política con Colom, y en el último momento, por los desacuerdos con Torres, se retiró”, agregó.
Para ese momento, la UNE tenía definida su ideología socialdemócrata y se visualizaba como una institución política, no como un partido, comentó Barrillas, al recordar que la agrupación se adhirió formalmente a la Internacional Socialista (IS). Además, elaboró un plan de trabajo de cara a las siguientes elecciones, en las que se venció a Pérez Molina en la segunda vuelta, dijo.
“Sandra era líder visible dentro de la UNE, por el espacio que ganaba al ser la esposa de Álvaro Colom”, afirmó Barillas, al describirla como una persona pragmática, que adoptó el compromiso social que tenía el Gobierno, al punto de llevar un “gabinete paralelo” bajo el que dirigía los programas de Cohesión Social.
Durante el periodo de Gobierno, el carácter ideológico del partido se mantiene y lleva al gabinete a Ana de Molina, Haroldo Rodas, Juan Alberto Fuentes Knight y Luis Ferraté, además de Carlos Menocal y Ronaldo Robles, todos con clara tendencia de centro izquierda, añadió Barreda, que ocupó un viceministerio en la cartera de Finanzas Públicas.
Las fotografías desplegadas en el Palacio Nacional con las imágenes de los expresidentes Juan José Arévalo y de Jacobo Árbenz, y la del dirigente estudiantil, Oliverio Castañeda de León, fue algo histórico que se hizo, recordó el diputado al referirse a las mantas vinílicas que se colocaron en el 2008 en conmemoración del aniversario de la Revolución de Octubre.
El protagonismo de Torres durante el Gobierno de la UNE fue criticado fuertemente por líderes empresariales, siendo Dionisio Gutiérrez de los más adversos, llegando incluso a salir de Guatemala en 2010, por esa abierta confrontación con lo que llamó un gobierno chavista, en alusión al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y su proyecto de Socialismo del Siglo 21.
Tanto Chávez como Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, visitaron Guatemala y respaldaron a la administración de Colom, incluso los programas sociales de la UNE se inspiraron en las políticas del mandatario brasileño, comentó Barreda.
Aunque algunos “fichajes” a nivel local eran cuestionables, la dirigencia y conducción que se tenía del partido hizo que el trabajo se mantuviera dentro de la visión con la que se creó partido, señaló.
Pero otra profunda grieta entre la UNE y Torres ocurre a pocos meses de entregar la banda presidencial. Su divorcio de Colom fue visto como un arregló para permitir a la exprimera dama ir en la siguiente elección por la presidencia de Guatemala. En marzo de 2011, anunció su candidatura, misma que fue revocada por la Corte de Constitucionalidad (CC) aduciendo fraude de ley.
Sin embargo, Torres al quedar fuera de la contienda no permitió que otros dirigentes del partido buscaran la presidencia y la UNE participó sin candidato, señaló Alejos. Las elecciones dieron como ganador al binomio del Partido Patriota (PP), Pérez Molina y Roxana Baldetti, luego de disputar una segunda vuelta contra el exdiputado uneísta, Manuel Baldizón.
“La salida de Baldizón del partido, se debió en parte a que tanto él como yo buscamos ocupar el espacio para competir por la presidencia”, dijo Alejos, pero, la respuesta de Torres, que estaba fuera de la contienda electoral, fue: “si quieren ser presidenciables hagan su partido”.
Eso fue lo que ocurrió, Alejos permaneció por un tiempo en las filas de la UNE, antes de ir a fundar el partido Todos, y Baldizón salió al ruedo con el partido Líder.
Barillas se cuenta también entre los disidentes del partido desde 2012, lo que atribuye a los enfrentamientos que había entorno a Sandra Torres, que llegó hasta expulsar a Colom de la UNE y ordenó quitar todas las fotografías del exmandatario de las oficinas de la bancada en el Congreso.
Pero a quien mantuvo cerca fue a Gustavo Alejos, principal financista de la UNE y exsecretario privado de Colom. Llevarlo al Gobierno y confiar en él fue un error del mandatario, según Barillas, ya que esto facilitó que el partido se abriera, poco a poco, a mercenarios de la política. Extremo que Torres viviría a nivel personal al ser acusada de financiamiento electoral ilícito por los fondos de la campaña de 2015.
De partido a vehículo
Con una cuestionada designación, la UNE se lanzó en el 2015 con la fórmula presidencial de Torres y el empresario Mario Leal. Al respecto, Alejos recordó la expresión del expresidente Colom: “Sandra cambió la ideología por el poder”.
Leal, un opositor salido de las filas del PP, crítico de las políticas impulsadas en la administración uneísta y de los más relevantes en contra de la entonces pareja presidencial durante el caso del asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg. Según Barreda, la UNE en este crítico momento recibió el respaldo de los gobiernos de izquierda que estaban en varios países de Latinoamérica.
La alianza Torres-Leal se dio solo para llegar al poder. Mario perdió el control en el PP y había problemas con la exvicemandataria, Baldetti, refirió Alejos al considerar que este movimiento de Torres y el discurso usado en la campaña apuntó a buscar acercarse al sector privado.
Por ejemplo, en el Encuentro Nacional de Empresarios (Enade), la candidata argumentó que la nominación de Leal era para lograr un equilibrio entre lo social y lo productivo, y entre el Estado y el mercado. Pese a esto, el voto no la favoreció y perdió en segunda vuelta frente al comediante llegado a la política, Jimmy Morales, del partido FCN-Nación y su eslogan “ni corrupto, ni ladrón”.
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Morales tuvo una gestión improvisada y polarizó al país cuando declaró non grato a Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), y posteriormente, no renovó el mandato ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La UNE se mantuvo en esta etapa por el grupo de diputados que desde el Congreso conduce el partido, comentó Barreda, pues se habían posicionado y llevado iniciativas en temas de alimentación escolar; reforma electoral, reformas a la Superintendencia de Administración Tributaria y la ley de competencia, que eran propuestas con la visión socialdemócrata.
Sin embargo, al comienzo del proceso para sustituir a Morales, Sandra Torres, por segunda vez se alista para competir. Ahora, su vicepresidenciable surge de las filas de los gobiernos anteriores, en la figura del excanciller Carlos Raúl Morales Moscoso como su compañero de fórmula.
El diplomático fue ministro de Pérez Molina; del presidente de transición Alejandro Maldonado Aguirre —que asumió en septiembre de 2015 por la renuncia de Pérez Molina—, y Morales lo confirmó en el cargo, al que reninció en 2017.
De nuevo, el pragmatismo de la candidata aflora en esta decisión, pues Morales Moscoso fue removido de la cancillería en medio de las tensiones que generó declarar non grato a Velásquez y se veía afín a la fuerza que mantenía la lucha anticorrupción en algunos sectores ciudadanos.
Una de las ofertas del vicepresidenciable fue realizar una consulta popular para instalar un nuevo modelo de Cicig en el país, una propuesta que contradijo el actuar de algunos diputados de la UNE, que avalaron en el Congreso la creación de una comisión para investigar la labor del ente internacional.
En la primera vuelta, Sandra Torres obtuvo la mayor cantidad de votos, pero insuficientes para colocarle la banda presidencial, y la obligó a ir al balotaje contra Alejandro Giammattei. En esa coyuntura, el empresario Gutiérrez le anticipó que “en 2011 la CC le dijo que no; en el 2015 la gente le dijo: no le toca, y en 2019, veremos”.
Aunque la UNE obtuvo más de 120 alcaldías y 52 escaños en el Congreso, la candidata presidencial fue superada por más de medio millón de votos que le dieron la ventaja a Giammattei. Con la ausencia de Torres, en una conferencia de prensa, encabezada por los diputados Barreda y Óscar Argueta se encajó la derrota, la segunda consecutiva para Torres.
Los meses venideros fueron tensos, al impacto de la pandemia de Covid-19, se sumaron las batallas internas por el control del partido. Argueta, Barreda, Mario Taracena y Orlando Blanco pelearon la secretaria general, mientras que Torres se debatía en un proceso penal por los delitos de financiamiento electoral no registrado y asociación ilícita —señalados durante la campaña de 2015— del que logró salir hasta en noviembre de 2022.
En la nueva legislatura 2020-2024, la bancada de la UNE se fracturó públicamente, luego de la elección de la junta directiva, uno de los momentos de discrepancia más evidente, se mostró una facción de esa bancada en apoyo al grupo oficialista y otro grupo que buscaba mantenerse en la oposición y que rechazó el control del partido por parte de Torres.
Traidores, oportunistas y vendidos eran los calificativos entre ambos bandos, incluso Torres en un tweet en reclamo escribió: “después de que los hice diputados, los desparasité y se hartaron, diputados traidores sinvergüenzas me denuncian”. El partido, incluso estuvo al borde de la cancelación por la fragmentación del comité ejecutivo nacional, al final Torres logró retener la secretaria general de la UNE y asegurar su tercera postulación presidencial.
Los nuevos disidentes uneístas, este año fueron a las urnas en la planilla de Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS), Barreda ocupará una curul en el Parlamento Centroamericano y aseguró que han tenido acercamientos para integrarse a la IS, mientras que la UNE renunció a su adhesión.
¿La última?
Según Alejos desde la campaña de 2019, Torres tiene un discurso más centrista, participa en los foros de la iglesia evangélica, y este año hace fórmula junto a Romeo Estuardo Guerra Lemus, líder de la iglesia Sión—.
En su afán de ganar el voto conservador se pasó a un discurso provida y propatria, sostiene Alejos, al reconocer que el cambio ha sido para ganarse a ese electorado.
La UNE de hoy no es la que fundó Colom, es una UNE sin identidad, ni programa, ni política programática, refirió Barreda, al considerar que se convirtió en un vehículo electoral que se aglutina para llevar a Sandra Torres al poder. Dentro de las filas de la UNE “hay personas señaladas en la lista Engel, fundamentalistas, pastores y sus familiares, exintegrantes del PP y del partido de Jimmy Morales”, añadió.
“Más que un discurso centrista, la ideología de la candidata es Guatemala, poniendo a la familia al centro de sus propuestas y respetando los postulados constitucionales sobre la vida, la familia, la seguridad, la propiedad privada y las libertades fundamentales”, fue la respuesta del equipo de comunicación de la UNE.
Desde la contienda frente a Giammattei, Torres respalda los planteamientos por la vida y la familia expresados por el Movimiento Evangélico Nacional de Acción Pastoral, y este año lo reafirma con declaraciones en las que rechaza “la imposición de ideas que pretenden legalizar lo que es dañino para la sociedad guatemalteca”.
Vemos una UNE pragmática, un partido de derechas, promilitar, que plantea eliminar impuestos y con un discurso de odio contra la comunidad LGTB, dijo Barreda. “Es un partido pragmático que ofrece los programas sociales, pero por otro lado pone en duda el fortalecimiento de los ingresos del Estado”, subrayó.
Hasta ahora la UNE es el único partido oficial que ha logrado sobrevivir a la dinámica electorera, reconóció Barillas, aunque ve un horizonte poco promisorio para la candidata, que el 20 de agosto enfrentará en la segunda vuelta a Bernardo Arévalo, presidenciable del Movimiento Semilla.
El voto duro que tiene Sandra proviene de quienes recibieron los programas sociales de Gobierno que inició la UNE, pero las generaciones cambian y ahora los jóvenes tienen una lectura diferente, explicó Barillas, que coincide en que el actual partido tiene un discurso fundamentalista alejado a la socialdemocracia.
En el sitio de la IS sigue apareciendo la UNE como miembro pleno de los partidos que la integran, y en abril de 2021 por medio de un comunicado respaldaron a Torres por la “persecución política en su contra” para descalificarla como candidata a la presidencia.