En los días previos a la continuidad del proceso electoral acontecen eventos que involucran a las organizaciones del Estado de Guatemala, países miembros de la Organización de Estados Americanos y personas individuales de muchas partes del mundo.

La dificultad de leer y comprender los acontecimientos ha llevado a conjeturas sobre el obrar de tales o cuales ciudadanos con derecho a voto. También ciudadanos modestos pero muy ambiciosos han querido refutar una serie de hechos para tildar a tal o cual como parte del problema o parte de la solución.

Las acciones humanas son individuales. Suceden en el tiempo y tienen alcances debido a sus motivaciones no tanto a la cantidad de actos violatorios a las normas de recto comportamiento sino a la intencionalidad de estas. Hay una necesidad terrible de esclarecer las cosas que abre paso a que muchos se apasionen y no vean claramente una relación de lo pensado con lo actuado para acontecimientos futuros. Esto es imprescindible para la calidad de vida como país republicano y constitucionalista.

Es absurdo determinar por el número de acciones las consecuencias que sucederán en las Elecciones Generales 2023. El desconsuelo no es el apelativo correcto o la palabra final. Se debe fomentar la reflexión de que un acto político por lacra que sea defina las acciones individuales de gente que coopera espontáneamente para provecho común.

Cualquier lector interesado en historia de este país puede encontrar en textos de historia la persecución política del candidato ganador de 1944 y que fue perseguido político por Juan Federico Ponce Vaides y apoyado por familias residentes en los años cuarenta en los alrededores del Hipódromo del Norte y que han participado en política desde el siglo XIX que se fundó la República de Guatemala herederos directos de Antonio Batres Jáuregui.

Desde entonces los acontecimientos han sido marcados por una serie de diferencias de personajes ya sea en el exilio en Francia o en Guatemala participaban en las situaciones políticas de la nación que hoy debate su rumbo a seguir.

Decir que el número de procedimientos anómalos garantiza un fraude es caer en una falacia que consiste en confundir lo que es con el deber ser. Y de tal forma que el orden de los acontecimientos determina el resultado de tal o cual forma de gobierno porque esos pensamientos determinan el resultado del trabajo constante de los guatemaltecos.

Los guatemaltecos deben tomar conciencia de su responsabilidad de lo que admiten como verdad y de aquello que realmente es funcional veritativo consecuencia de acciones humanas que no son producto del designio humano y determinan el progreso de un pueblo.

Los guatemaltecos no tan ilustres en el sufragio democrático debemos aprender de lo prohibitivo, lo potestativo, lo permisivo y lo descriptivo. El no hacerlo convierte una serie de datos en una falsa comprensión de la verdad sobre el futuro inmediato e influye negativamente en el comportamiento de cara al miedo de una historia que se gestó en su tiempo y es totalmente ajena a las circunstancias actuales.