META HUMANOS
¿Seguimos contaminando?
La educación ambiental debe ser prioridad para cumplir el acuerdo gubernativo 164-2021. Sin esto no tendremos agua limpia en el futuro cercano.
' Tenemos un llamado a ser la generación que aprende a gestionar sus desechos y deja de contaminar.
Jeanne Samayoa
El río Motagua está entre los ríos más contaminados del planeta, el lago de Amatitlán agoniza frente a nuestros ojos y el lago de Atitlán está ya enfermo. El 95% de nuestros ríos, nuestras fuentes renovables de agua, está contaminado. Tenemos un llamado a la acción, ser la generación que aprende a gestionar sus desechos y deja de contaminar.
Tengo 44 años. Cuando era chiquita, nadaba en el hermoso lago de Amatitlán. Mis hijas ya no tienen acceso a ese lago. Hoy ellas disfrutan del lago de Atitlán. Si no cambiamos nuestra forma de cuidar y valorar este recurso tan preciado, mis nietas no tendrán acceso a este lago tampoco. Yo no tengo cara para decirles a ellas mi generación tuvo dos lagos, pero no queríamos aprender a tirar bien la basura y no empujamos a los alcaldes para que se hicieran responsables de la gestión de los desechos; entonces, lo siento…, las dejamos sin lagos y sin agua limpia.
Tenemos una responsabilidad intergeneracional de cuidar este recurso tan vital para la vida y nuestra salud. Las dos causas principales de mortalidad infantil en Guatemala son neumonía y diarrea, ambas enfermedades tienen relación directa a la contaminación por desechos sólidos. Si quemamos la basura, generamos veneno para nuestros pulmones al inhalar metano, si contaminamos el agua, causamos problemas de salud de muchos tipos.
Soy del 1% de guatemaltecos que tuvo acceso a educación superior. Pude estudiar desde la preprimaria hasta la universidad. En todos estos años de formación aprendí muchas cosas: matemáticas, historia, filosofía, física y química; pero nadie me enseñó algo esencial para mi vida: aprender a tirar correctamente la basura que genero.
Cada ser humano produce basura 365 días del año. Unos generamos más, unos menos, y es nuestra responsabilidad lo que suceda con ella. Para saber qué hacer con ella, tenemos que empezar por saber que no toda la basura es igual y, por ende, no toda toma el mismo camino.
Con toda la información que tenemos actualmente, es urgente que prioricemos la educación ambiental en todos los centros educativos del país y en campañas dirigidas a la población. Tenemos que empezar a enseñarles a las niñas, niños y jóvenes del país a ser responsables de sí mismos y de su entorno.
He escuchado muchas veces que tirar la basura en la calle es cultural en Guatemala, pero la cultura es todo aquello que nos genera valor. Tirar la basura en la calle es mala educación y se corrige con buena educación. Los adultos somos responsables de la educación de los jóvenes y niños, por esto debemos empezar por educarnos a nosotros y dar el ejemplo correcto.
Para cumplir con el acuerdo gubernativo 164-2021 y empezar a limpiar nuestros ríos y lagos, necesitamos aprender a clasificar nuestros desechos en casa y entregarlos correctamente para dejar de contaminar. Algunos alcaldes dicen que no están listos para gestionar sus desechos, pero nunca van a estar, porque se aprende haciendo; deben empezar hoy, con sentido de urgencia.
Los japoneses dicen que la disciplina le gana a la inteligencia, porque si haces algo con disciplina, te volverás excelente. Esta es la actitud que necesitamos tener respecto del manejo de los desechos, desde cada uno de nosotros, nuestras familias, vecinos, comunidades, municipalidades y el Gobierno. No podemos seguir contaminando algo tan valioso como el agua. El momento de cambiar es ahora.