Torres eligió el Parque Central para dar su discurso, en el que resaltó el ofrecimiento de los programas de ayuda social.
Animadores, música y regalos para los simpatizantes no faltaron, mientras se daba tiempo a que la candidata llegara. Arribó con varios minutos de atraso, vestida con jeans, chumpa de lona y tenis blancos, subió a la tarima y dijo:
“A todos nos ha costado lo que tenemos y no queremos que nadie no lo quite, conmigo van a estar garantizados”, pronunció, y se comprometió a bajar los precios de la luz, comenzando por el alumbrado público que tendrá una reducción del 50%, además de quitarle los aranceles e impuestos a los productos de la canasta básica y a los medicamentos.
“Conmigo los privilegiados van a ser ustedes, los pobres”, agregó, palabras que fueron aplaudidas por los asistentes, que se mostraron emocionados al ver en la tarima una carreta con un saco de fertilizantes, bolsas con productos de la canasta básica y una computadora, pues Torres indicó que al ganar la presidencia haría entrega de esos productos a la población.
No faltó el saludo a los expatrulleros, que la presidenciable de la UNE aseguró estaban entre los simpatizantes.
Amparo Coyoy, de 64 años, ama de casa, llegó a la actividad política de Torres porque está segura de que “ayudará a los pobres”.
“Necesitamos apoyo”, dijo Maridalia Pérez, de 44 años y agricultura. Señaló que en su comunidad les urge tener fertilizantes para poder sembrar, y Torres les “ha prometido” que los apoyará si le dan su voto en las urnas.
Propuesta anticorrupción
A pocas cuadras de donde se presentó Torres, se escuchó la propuesta de Arévalo, en el Palacio Maya, en donde también se contó con un animador mientras daba comienzo el mitin. Un intérprete de señas acompañó la actividad política.
Como ha sido a lo largo de su campaña electoral, el discurso del candidato del Movimiento Semilla se centró en la lucha contra la corrupción.
“Ya no más pobreza para el pueblo, ya no más corrupción en el país”, dijo Arévalo, que vistió pantalón y chaleco azul y una camisa en tono turquesa. Detrás de él se observó a dos agentes de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS).
“La primavera está en el aire… es la brisa del cambio, de la transformación que vendrá de las manos de este pueblo que está tomando la decisión de cambiar su historia”, expresó, mientras un grupo de simpatizantes gritaba: “sí se puede”.
Alma Barrios, 54 años, ama de casa, decidió llegar a la actividad política de Semilla porque está “cansada de tanta corrupción”, y quiere un cambio para el país.
“Es hora de que los corruptos se acaben, que ya no roben el dinero del pueblo”, dijo William Chávez, de 55 años y asistente dental, que simpatiza con la propuesta de Arévalo.
Los indecisos
La propuesta de ambos candidatos no convence a Dinora Orozco, 41 años y contadora pública. Ella decidió no asistir a ninguna de las actividades políticas que ocurrieron este domingo en San Marcos. “Sé que tengo que ir a votar. Tenemos las dos opciones, pero aún estoy pensando (por quién votar)”, dijo.
Maura Bautista, ama de casa, tampoco llegó a los mitines. “Tenía otras cosas más importantes que hacer”, expresó. “Son mentirosos todos, prometen y no cumplen. Los pobres si no trabajamos no comemos”, agregó, pues no le simpatiza ninguno de los candidatos que están en el balotaje.