Necesaria una nueva brújula, para entender a la hegemonía política. La dimensión izquierda y derecha es insuficiente. Ubicar al Movimiento Político Semilla, ilustra.

1) el núcleo central influyente, son un conjunto de partidarios de políticas de protección de la naturaleza. Son los principales sostenedores del partido, su afán ecologista a pesar de su relación amistosa con los aceiteros de palma, llevará a choques por reordenar el espacio de las plantaciones. A pesar de tener acciones de ingenios azucareros, sacrificarán algo. Se debe reconocer su interés para conseguir una amplia protección de la cada vez más reducida selva nacional. Los Thomas, Von Ahn, Lehnoff, Goehring, etc., no son verdes radicales como los animalistas, los prohibicionistas de las carnes y partidarios de vedar áreas a la presencia humana, pero sí testigos conmovidos del desastre ambiental y desordenada ocupación urbana. Garantizaron su influencia con la designación de la vicepresidenta Karin Larissa Herrera Aguilar. Sus oponentes son los productivistas, en el mejor de los casos con centros de investigación científica, o simples asociaciones de productores, donde buscan mejorar la explotación económica en el sector primario.

El ataque contra la institucionalidad del partido ganador, se explica por la oposición de los agroexportadores sabedores del peligro que les asecha. Las luchas que se producirán en el campo por el oportunismo político, darán lugar a titubeo y falta de solución de la conflictividad. Sus amigos cafeticultores colaboraron con el cepillo de limosnas, serán los primeros quejosos cuando no se controle el movimiento de los pobres rurales para conseguir tierra, en el nuevo gobierno.

2) El imperialismo y su contrario anti son un fenómeno geopolítico del siglo XX, sin ninguna existencia en el mundo actual. Hoy, los poderes fácticos mundiales, actúan a través de oenegés, sus redes de influencia para favorecer el dominio del capital financiero supranacional sobre las políticas económicas nacionales. Los poderes fácticos financieros actúan al margen de los organismos mundiales: ONU, OEA, OEI etc.; no obstante, impulsan como discurso a la agenda 20-30, para encuadrar a la población, bajo gobiernos demagógicos.

Los oenegeros globalistas son los activistas del partido ganador de la presidencia. En su mayor parte, son peones ignorantes en el favorecimiento al capital monopólico internacional. El último calificativo explica la falta de ataduras a las naciones poderosas. Una gran parte del liderazgo de estas entidades son la dirigencia visible de Semilla. Los nombres de estos activistas se encuentran en las redes sociales electrónicas, especialmente en Twitter. Sus contrarios fuera de Semilla, son los soberanistas de corte popular o elitista, defienden una política de independencia, pero se les moteja con insultos traídos del siglo pasado: guerrilleros, fachos o militaristas, etc.

3) El último vector para situar a los semilleros, son dos posiciones de la social democracia. Los viejos, partidarios de la bolsa clap como en Venezuela o solidaria mejorada como anunciaba la perdedora, abaratamiento de gasolina, subsidios a desempleados y caramelos a los jóvenes sin trabajo. Y, los semilleros, promotores del gasto público sin límite, con su correlato: controlar la corrupción para otorgar los contratos a compañías extranjeras. Sin el peligro de reversión de las concesiones de puertos, autopistas, etc. Al crecer la economía, se favorecerá a pobres y clase media, dicen. En los clubes, campos de golf y polígonos, se celebra, mañana seguramente llorarán.