“Aunque la parte norte del Petén es la que más recursos ha obtenido para dinamizar el turismo arqueológico, hace falta ir más allá. Aparte de generar el destino, el otro reto es que el turista se quiera quedar. La estadía requiere una oferta importante. Eso significa ampliar los otros sitios arqueológicos a visitar y construir infraestructura equivalente a la que hay en Tikal. Específicamente donde hay una apuesta de valor importante”, comenta Esther Brol, líder de la mesa de Turismo de Guatemala No Se Detiene.
Actualmente hay seis sitios que ya tienen suficiente restauración y conservación para hacerlos visitables. Lo que falta es precisamente, infraestructura de acceso, de interpretación y de servicios básicos para hacerlos visitables, agrega.
Empezando por Tikal, que se ha anunciado mejora en baños, los museos, la rotulación, la seguridad, servicios básicos como agua, electricidad, falta conectividad a Internet, que es importante, no solo para compartir la experiencia turística, sino para la seguridad de los mismos visitantes. Cuando los turistas entran a la reserva de la Biósfera Maya, se encuentran desconectados; inclusive en Tikal. Aparte de que los demás sitios, no cuentan con nada de estos servicios.
De acuerdo con sus características propias para planificar y desarrollar los destinos con estrategias específicas, el territorio nacional está dividido en siete regiones turísticas, según está consignado en el Plan Maestro de Turismo Sostenible de Guatemala (PMTSG), 2015-2025. Dichos atractivos están clasificados en cinco jerarquías. Los que están 5, 4 y 3, son susceptibles de integrar programas y proyectos que los fortalezcan, dinamicen y posicionen a nivel nacional, regional e internacional.
Justamente, una de esas regiones es Petén, Aventura en el Mundo Maya, cuyo destino estrella, el Parque Nacional Tikal, tiene jerarquía 5, por sus rasgos excepcionales de interés y valor mundial, según consigna el PMTSG 2015-2025.
Una tarea multisectorial
Por eso no se trata solo el trabajo de descubrir esas ciudades, mantenerlas sino también de que todas las instituciones provean estos servicios necesarios para apoyar esta conectividad y lograr impulsar el turismo arqueológico en Guatemala, observa Andreas Kuestermann, integrante de la Junta Directiva de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, expresidente de la Comisión de Turismo Sostenible y del Buró de Convenciones.
También se necesitan vías de acceso adecuadas para los destinos. Un tema que compete al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda. Si bien parte de esa inversión viene del sector público, hay que tomar en consideración, además, que algunos sitios arqueológicos pueden ser responsabilidad del Ministerio de Cultura, pero al mismo tiempo están en un área protegida, por lo que también le compete a la Comisión de Nacional de Áreas Protegidas (Conap).
De igual forma, antes solo se involucraban a instituciones de Estado. Ahora, dependiendo del destino y de la ubicación, involucra en su desarrollo tanto a las dependencias vinculantes con el mismo, como también a las comunidades circunvecinas y municipalidades gobernantes de la región donde se encuentran, para convertir un patrimonio cultural en un destino turístico, indica Kuestermann.
De acuerdo con lo expuesto, para impulsar el turismo arqueológico, particularmente en el norte de Petén, de acuerdo con experiencias anteriores, el PMTSG, contempla la integración de una Mesa Multisectorial de Turismo Sostenible, en la cual se define una instancia de coordinación interinstitucional al más alto nivel.