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Conforme llegan más refugiados a la ciudad de Nueva York, muchos se preguntan qué pasará después

La ciudad ha tenido dificultades para actuar a medida que personas de todo el mundo arriban, a veces cientos por semana.

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Los migrantes no cesan de llegar a las grandes ciudades como Nueva York. (Foto Prensa Libre: EFE)

Los migrantes no cesan de llegar a las grandes ciudades como Nueva York. (Foto Prensa Libre: EFE)

A inicios de septiembre, más de cien mil migrantes habían llegado a la ciudad de Nueva York desde la primavera de 2022.

La ciudad ha tenido dificultades para actuar a medida que personas de todo el mundo arriban, a veces cientos por semana. Muchos buscan refugio en la ciudad, que tiene la obligación legal de proporcionar camas a quien la pida. El otoño pasado, la población de los refugios urbanos alcanzó una cifra récord. Desde entonces no ha hecho más que crecer.

El alcalde Eric Adams dijo que era una crisis humanitaria que le costaría a la ciudad unos 12.000 millones de dólares a lo largo de tres años. En otoño, declaró un estado de emergencia. En semanas recientes, los funcionarios de la ciudad dijeron que se están quedando sin espacio.

En varias ocasiones, Adams incluso ha viajado a Washington y le ha pedido al gobierno federal más fondos y autorizaciones laborales más expeditas para los inmigrantes, a fin de que puedan mantenerse por sí solos. Dijo que el presidente Joe Biden le ha “fallado” a la ciudad al no hacer más.

“Aunque la ciudad de Nueva York continuará asumiendo el liderazgo, es hora de que el gobierno estatal y el federal den un paso adelante”, declaró Adams en una rueda de prensa reciente.

Mientras la ciudad tiene dificultades para responder a la llegada de más de 100.000 inmigrantes nuevos, Adams también ha empezado a disuadir a las personas de buscar refugio en Nueva York.

¿Por qué tantos inmigrantes están llegando ahora a la ciudad de Nueva York?

Muchas de las personas que llegaron a Nueva York el año pasado eran venezolanos que habían entrado por la frontera sur. Para febrero, más de 7 millones de refugiados y migrantes habían abandonado Venezuela, un país de 29 millones de habitantes, según Response for Venezuelans, una iniciativa conjunta de la Organización Internacional para las Migraciones y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Es la segunda mayor crisis de desplazamiento externo del mundo, según dicha institución.

Los economistas afirman que el declive económico de Venezuela es uno de los más radicales que han visto, aparte de los que suceden a causa de una guerra. Las finanzas del país se han tambaleado bajo un gobierno socialista autoritario. En 2019, el gobierno de Trump además impuso sanciones a la petrolera estatal de Venezuela como una manera de paralizar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, una estrategia que se amainó brevemente con Biden.

La gran mayoría de los venezolanos se están quedando en otros países de América Latina y el Caribe. Pero en los últimos meses muchos han estado haciendo el largo y peligroso viaje a Estados Unidos. Entre 2015 y 2018, alrededor de 100 venezolanos fueron aprehendidos cada año en la frontera, pero más de 150.000 entre octubre de 2021 y finales de agosto de 2022.

Más recientemente, también ha llegado un gran número de migrantes procedentes de países africanos.

Tras cruzar la frontera sur, miles se dirigieron a Nueva York con la ayuda de funcionarios de Texas. El gobernador de ese estado, Greg Abbott, ha enviado a miles en una campaña para provocar indignación y obligar al gobierno federal a reforzar la seguridad fronteriza. Pero los autobuses de Abbott solo representan una pequeña parte de los nuevos arribos; El Paso, una ciudad de Texas gobernada por demócratas, también ha enviado recién llegados a Nueva York a petición de los inmigrantes mismos, según han declarado funcionarios de allí, y algunas personas se han abierto camino por su cuenta.

¿Cómo está respondiendo la ciudad?

En marzo, la ciudad anunció la creación de un centro de 24 horas para acoger a inmigrantes y de una agencia nueva para ayudar a coordinar la llegada de solicitantes de asilo, pero la respuesta de la ciudad en ocasiones ha sido incompleta y reactiva, ya que el sistema de albergues está cada vez más sobrecargado.

En septiembre, más de 59.700 inmigrantes se alojaban en albergues para personas sin hogar, según declaró esta semana Anne Williams-Isom, vicealcaldesa de Sanidad y Servicios Humanos. En total, 112.300 personas se alojan en albergues de la ciudad para personas sin hogar, según las autoridades.

La ciudad ha propuesto que se usen diferentes lugares como alojamiento de emergencia para los inmigrantes. Se han alojado a personas en hoteles y se han establecido refugios de emergencia con carpas en Randall’s Island, gimnasios escolares y edificios de oficinas; ahora se están buscando otros sitios, como el estacionamiento de un hospital psiquiátrico del estado.

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Muchas de las propuestas fueron rechazadas por los residentes y, en algunos casos, la ciudad dio marcha atrás. En un momento dado, Adams se planteó seriamente alojar a los inmigrantes en cruceros. Hasta septiembre, la ciudad había abierto más de 200 centros de acogida para solicitantes de asilo.

A medida que llegan más y más inmigrantes, Adams ha cambiado su discurso y su estrategia para darles acogida.

Le pidió a un juez que eximiera a la ciudad de algunas de las obligaciones legales a las que está sujeta bajo su singular ley de “derecho a refugio”. Esta primavera, recurrió a una orden ejecutiva para suspender algunos de los requisitos de la ley, en previsión de una afluencia de inmigrantes nuevos.

Adams también estableció una normativa que obliga a los inmigrantes que son adultos solteros a volver a solicitar refugio cada 60 días. Según él, esta medida permitiría a los albergues ofrecer más espacio a las familias con niños antes que a ellos.

Este verano, decenas de hombres, muchos de ellos procedentes de África, durmieron en la acera frente a un centro de acogida de Manhattan después de que las autoridades declararon que los albergues estaban al límite de su capacidad.

¿Cuánto le está costando a la ciudad cuidar a los inmigrantes?

La ciudad ha calculado que gastaría unos 5000 millones de dólares este año fiscal para alojar y alimentar a los migrantes. En una conferencia de prensa el miércoles, Adams dijo que el costo superaría los 12.000 millones de dólares en los próximos tres años si los migrantes seguían llegando al mismo ritmo.

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La gobernadora Kathy Hochul dijo que le pedirá a la Legislatura estatal que asigne 1000 millones de dólares en el próximo presupuesto para ayudar a la ciudad. El estado ya ha dado 1000 millones de dólares, afirmó, y está pagando por un albergue nuevo con carpas en Randall’s Island.

En ocasiones, el gasto de la ciudad es objeto de escrutinio.

DocGo, una empresa de servicios médicos que en su día firmó un contrato con la ciudad para realizar pruebas de COVID-19 y vacunaciones, ha trasladado a cientos de inmigrantes fuera de la ciudad en virtud de un contrato de 432 millones de dólares para el que no hubo licitación. El contrato preveía que el grupo alojara a los inmigrantes y les proporcionara alimentos y servicios, como gestión de casos, transporte y seguridad las 24 horas del día. Pero los inmigrantes sostienen que se les mintió y que los representantes de la empresa les dieron documentos en los que se afirmaba falsamente que cumplían con los requisitos para trabajar.