Los 193 países que han ratificado la Convención del Patrimonio Mundial forman parte de una comunidad internacional que tiene la misión “de identificar y proteger el patrimonio natural y cultural más importante de nuestro planeta”.
Esta convención permite afrontar los desafíos contemporáneos relacionados con el cambio climático, la urbanización descontrolada, el turismo de masas, el desarrollo socioeconómico sostenible y las catástrofes naturales, dice la Unesco.
Actualmente, mil 121 sitios han sido inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, de los cuales 869 son culturales, 213 naturales y 39 mixtos. Estos están ubicados en 167 Estados parte.
Cómo un lugar es declarado Patrimonio Mundial
Para que un sitio sea declarado patrimonio mundial de la humanidad, primero el país que hace la solicitud debe declararlo patrimonio cultural de la nación, ya que esto daría garantía de que el lugar cumple con todas las condiciones necesarias, explica Patricio Zambrano, representante de la UNESCO en Guatemala.
“Una vez declarado patrimonio nacional, se presentan los documentos para que sea inscrito en el Centro de Patrimonio Mundial. Esto significa que se deben reunir en una carpeta todos los estudios y documentos que demuestren que el lugar cumple con los requisitos y, sobre todo, tiene el Valor Universal Excepcional. Esto es lo principal”, añade.
Además del Valor Universal Excepcional, los bienes culturales o naturales deben ser únicos e irremplazables, y tener condiciones de integridad y autenticidad. Asimismo, deben tener un sistema de protección y gestión que garantice su salvaguarda.
El Centro de Patrimonio Mundial debe revisar cuáles son los criterios culturales específicos del lugar y, sobre todo, su integridad y autenticidad. Otros criterios son:
- Representa una obra de arte del genio creador humano.
- Atestiguar un intercambio de influencias considerable, durante un periodo concreto o en un área cultural determinada, en los ámbitos de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, la planificación urbana o la creación de paisajes.
- Aportar un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida.
- Constituir un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana.
- Ser un ejemplo eminente de formas tradicionales de asentamiento humano o de utilización tradicional de las tierras o del mar, representativas de una cultura (o de culturas), o de la interacción entre el hombre y su entorno natural, especialmente cuando son vulnerables debido a mutaciones irreversibles.
- Representar fenómenos naturales o áreas de belleza natural e importancia estética excepcional.
- Ser ejemplos eminentemente representativos de las grandes fases de la historia de la tierra, incluido el testimonio de la vida, de procesos geológicos en curso en la evolución de las formas terrestres o de elementos geomórficos o fisiográficos de mucha significación.
- Ser ejemplos eminentemente representativos de procesos ecológicos y biológicos en curso en la evolución y el desarrollo de los ecosistemas y en las comunidades de plantas y animales, terrestres, acuáticos, costeros y marinos.
- Contener los hábitats naturales más representativos e importantes para la conservación in situ de la diversidad biológica, comprendidos aquellos en los que sobreviven especies amenazadas que tienen valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o de la conservación.
“Una vez que se ha presentado el dossier al Centro de Patrimonio Mundial, es evaluado por una institución independiente para guardar esa verificación. Esta esta institución se llama Iconos, y es quien evalúa que se cumplan con todas las especificaciones necesarias”, indica Zambrano.
Cuando un sitio es declarado patrimonio mundial está en constante evaluación para vigilar que no se deteriore y que continúe con sus características excepcionales. En caso de que presente algún tipo de inconveniente, ingresa a la lista de patrimonio en peligro.
“Se hace una evaluación permanente a los sitios que puedan estar en riesgo y, por ejemplo, hemos tenido lugares, como Venecia, que han estado en riesgo de ser sacados de la lista de Patrimonio Mundial”.
Ante la pregunta de cuál es la importancia de que se realicen más nombramientos de patrimonio cultural, Zambrano indica que “demuestra la preocupación que tienen los países por cuidar su cultura, sus tradiciones, su espacio físico. Pero, sobre todo, permite al país que se desarrollen actividades alrededor de la declaratoria del patrimonio mundial”.
Es decir, que pueda a través de la cultura, a través de la declaratoria, ejercer herramientas adicionales para aumentar el turismo, la movilidad económica, la participación de pueblos indígenas, etc. Para la Unesco es importante seguir rescatando y mostrando al mundo la existencia de bienes que deben ser destacados como patrimonios.
Cuántos Patrimonio Mundial tiene Guatemala
“Guatemala inscribió dos sitios en 1979 para protegerlos, que son Antigua Guatemala y el Parque Nacional Tikal. Es decir, fueron inscritos por emergencia. Después fue inscrito el Parque Arqueológico Ruinas de Quiriguá”, indica Zambrano.
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El cuarto fue el Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj, que fue inscrito el 18 de septiembre del 2023. Este es el primero que Guatemala presenta una solicitud específica de inscripción de un sitio no porque esté en posibilidades de ser destruida, sino por el deseo de mostrar al mundo las bondades que tiene este lugar.
Así es como la Unesco describe los cuatro lugares de Guatemala que están inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad:
Antigua Guatemala
La ciudad de Antigua, sede de la Capitanía General de Guatemala, fue fundada a principios del siglo XVI. Edificada a 1.500 metros de altura en una zona de sacudidas sísmicas, fue destruida en gran parte por un terremoto en 1773. Construida con arreglo a un trazado en damero inspirado en los principios del renacimiento italiano, Antigua llegó a poseer en menos de tres siglos un gran número de monumentos soberbios.
Parque Nacional Tikal
Situado en el corazón de una selva de vegetación lujuriante, Tikal es uno de los sitios más importantes de la civilización maya. Fue habitado desde el siglo VI a.C. hasta el siglo X d.C.
Su centro ceremonial comprende templos y palacios soberbios, así como plazas públicas a las que se accedía por rampas. En sus alrededores hay vestigios diseminados de viviendas.
Parque Arqueológico Ruinas de Quiriguá
Habitada desde el siglo II, Quiriguá fue la capital de un Estado autónomo durante el reinado de Cauac Cielo (723-784). Conserva admirables monumentos del siglo VIII y una impresionante serie de estelas y calendarios esculpidos que constituyen una fuente esencial de conocimientos sobre la historia de la civilización maya.
Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj
Tak’alik Ab’aj es un sitio arqueológico situado en la costa del Pacífico de Guatemala. Su historia de 1.700 años abarca un periodo que vio la transición de la civilización olmeca al surgimiento de la cultura maya más temprana. Tak’alik Ab’aj desempeñó un papel primordial en dicha transición, en parte porque era vital para la ruta comercial de larga distancia que conectaba el istmo de Tehuantepec, en lo que hoy es México, con el actual El Salvador.
Las ideas y costumbres se compartían ampliamente a lo largo de esta ruta. Los espacios y edificios sagrados se organizaban según principios cosmológicos, y todavía se pueden encontrar innovadores sistemas de gestión del agua, cerámica y arte lapidario. En la actualidad, varios grupos indígenas de distintas filiaciones siguen considerando el sitio un lugar sagrado y lo visitan para celebrar rituales.