La misa la presidió el sacerdote salvadoreño Juan Carlos Martínez, párroco de la iglesia San Vicente de Paúl, quien indicó a Prensa Libre y Guatevisión que había realizado la actividad religiosa como “una profesión de fe esta mañana” para orar por aquellas personas que pasan por “momentos difíciles y muchas tribulaciones”.
“Como iglesia católica, o parroquia, en el marco de la festividad de San Vicente de Paúl, oramos por todas las personas que han tomado la errónea idea de quitarse la vida. De lanzarse al vacío desde este lugar porque piensan que es la solución, pero no lo es”, dijo el sacerdote.
Agregó que saben que “hay otras alternativas, sin embargo, queremos encomendar como iglesia, y como nos enseñan en las obras de misericordia, orar por los difuntos, así como por los vivos que estamos aquí, encomendándolos a ellos. Eso es lo que hemos hecho esta mañana”.
Según el párroco llegaron al puente El Incienso a “encomendar a las personas, que no sabemos sus nombres, solo Dios los conoce, pero desde nuestra fe sabemos que Dios es bondadoso y misericordioso y que ellos en su debido momento han tenido su arrepentimiento y Dios también los tendrá gozando del reino prometido”.
Martínez asevera que “eso es lo que hicieron este 24 de septiembre aquí en el puente El Incienso, con toda nuestra comunidad parroquial”.
Mensaje religioso
El religioso envió un mensaje a aquellas personas que atraviesan por momentos complicados y en algún momento han pensado en el suicidio como solución a sus problemas.
Martínez asegura que “hay maneras, hay alternativas. Todavía hay una oportunidad, no solamente porque están atribulados por la enfermedad, por la economía y por otras circunstancias, más que hoy nos acompañan en la vida del ser humano hace falta Dios, en la vida de ellos”.
Añade que “hay que darle una oportunidad en ese sentido, en la iglesia católica, en otras denominaciones cristianas también, donde pueden ofrecer apoyo, ayuda, un acompañamiento profesional, psicológico, terapéutico, pero también para Dios, para Jesús, que es la mejor solución”.
“Tenemos las ciencias que nos pueden ayudar y favorecer para prolongar un poco más la vida, sobre todo, en los jóvenes, en parejas y personas que piensan que la vida no vale la pena, pero sí lo vale”, argumenta el sacerdote.
Martínez llamó a buscar ayuda, a acercarse a instituciones, oenegés, en las iglesias estamos abiertos para recibirlos. “Como decía el papá Francisco a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud, en la iglesia hay lugar y espacio para todos”.