Lamentablemente, la crecida del río se convirtió en una correntada que impactó en el asentamiento Dios es fiel, ubicado bajo el puente Naranjo en la zona 7 capitalina, y arrastró algunas de las viviendas que se encontraban ahí, así como algunas personas.
Los cuerpos de socorro iniciaron con las labores de búsqueda y rescate, y de forma preliminar se tiene la cifra de 14 personas desaparecidas, cinco fallecidos y seis casas destruidas.
Las labores de búsqueda continuarán el próximo 26 de septiembre de las 5:30 de la mañana, mientras que la incertidumbre y el miedo afectan a las familias que sobrevivieron a la correntada, quienes se encuentran en albergues y recibiendo víveres y el apoyo de la población.
En una conferencia de prensa hecha por autoridades de la Municipalidad de Guatemala, junto a los Bomberos Municipales, se mencionó al inicio que, como parte de los protocolo por las temporadas de lluvia, iniciaron con notificar a las personas que viven en zonas de riesgo, y aseguraron que el asentamiento Dios es fiel recibió numerosas alertas de riesgo.
“En este asentamiento se habían hecho múltiples notificaciones, de hecho, veníamos insistiendo muchísimo en que era un área de riesgo y le pedíamos a los vecinos que por favor atendieran esa notificación”, dijo Héctor Flores, encargado de la Dirección de Administración de Vulnerabilidades y Emergencias (AVE).
Alerta en 2018
El 5 de junio de 2018, Prensa Libre documentó cómo los habitantes del asentamiento Dios es fiel utilizaban un nacimiento de agua para cubrir sus necesidades más básicas como lavar la ropa o bañarse.
Dicho nacimiento fue descubierto en 2013, y según los pobladores en aquel momento, era la única forma que tenían de abastecerse de agua, debido a que la Municipalidad de Guatemala no daba el suministro.
Sin embargo, la Municipalidad explicó después que la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) dictaminó el lugar como “inhabitable”, por lo que no podían dar el servicio de agua a los pobladores al estar en una zona de alto riesgo.
“La Municipalidad no puede dar servicios a un lugar declarado inhabitable por la Conred”, indicó en ese momento la Dirección de Comunicación Social de la comuna capitalina.
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El nacimiento de agua no fue el único acontecimiento que provocó que Conred declarara el lugar como inhabitable. También se reportó el derrumbe de una ladera por acumulación de desechos que provenían de la colonia Niño Dormido.
A pesar de los peligros, en la nota se leen las declaraciones de los habitantes del asentamiento, en donde no solo aducen que el agua proviene de una cueva, sino que es su única forma de obtener ese recurso.
