Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), y los Bomberos Voluntarios, la tragedia se originó por la formación de un “embalse” en la parte alta del río que acumuló grandes cantidades de piedras y tierra, y que por la presión del agua cedió y generó una corriente con velocidad que llevó consigo todo lo que encontraba a su paso.
Anteriormente, en el 2018, la Municipalidad de Guatemala declaró el asentamiento como un área de alto riesgo. Paralelamente, la Conred lo dictaminó como un espacio inhabitable. Este último dictamen se dio por varios incidentes que sucedieron en el sitio, entre ellos un derrumbe en una ladera, como consecuencia de la acumulación de desechos de la colonia Niño Dormido. En esa oportunidad, cinco casas fueron destruidas y 30 personas resultaros afectadas.
Este precedente generó preocupación en los habitantes del lugar, por lo que se mantienen en alerta en la época de lluvia. Otra problemática que enfrentan los habitantes de Dios es Fiel, es la falta del servicio de agua potable. Así lo documentó Prensa Libre en el 2018. De acuerdo con la nota publicada, los vecinos se abastecían del vital líquido a través de un nacimiento de agua que se encontró en el sitio en el 2013.
Vecinos del asentamiento Dios es Fiel, bajo el puente El Naranjo, afirman que siempre les dicen que están en riesgo, pero según ellos, no les plantean solución. https://t.co/ULILfJTGfx
— Prensa Libre (@prensa_libre) September 26, 2023
Origen de los asentamientos en Gutemala y de Dios es Fiel
Dios es Fiel era conocido antes del 2013 como asentamiento Kjell Laugered García, —nombre del expresidente militar que dirigió Guatemala entre los años de 1974 y 1978—, ya que surgió como un anexo de este lugar que ahora es considerada colonica. Por tal razón, anteriormente, ambos lugares compartían el mismo título.
Cabe resaltar que la colonia asentamiento Kjell Laugered García tiene sus orígenes en 1976, específicamente después del 4 de febrero, día en el que el territorio nacional sufrió un terremoto de magnitud de 7.5 grados, y que afectó a todo el país.
El presidente Laugerud García le ordenó al Comité Nacional de Reconstrucción (CNR) y al Banco Nacional de la Vivienda (Banvi) en mayo de 1976 que iniciaran de inmediato los trabajos de galerización en áreas designadas, con el propósito de albergar en esos lugares a las personas que habían perdido sus viviendas o que simplemente se habían trasladado a la capital a causa del terremoto.
En el mes de mayo el Banvi trabajaba en la construcción de varios albergues temporales en los campos del Roosevelt, zona 11; Colonia Bethania, zona 7, y la finca San Julián, en Jocotales, zona 6, y la zona 18. Las viviendas temporales fueron construidas de madera, canaleta y con servicios esenciales tales como letrinas, pila y luz.
Estas serían dadas en arrendamiento a las gentes afectadas que estaban en condiciones de pagar un alquiler módico, ya que existía el propósito de no dar nada a título gratuito, para que los damnificados cuidaran sus habitaciones y asumieran la responsabilidad de que debían colaborar para lograr la reconstrucción nacional como resultado del esfuerzo conjunto de todos los guatemaltecos.
Tractores, camiones de volteo, así como otra maquinaria trabajaban en los campos del Roosevelt y en la Bethania, mientras otra parte del personal se dedicó a levantar las galeras. A causa de ello, el departamento de Guatemala se estructuró y dio paso al surgimiento de asentamientos, los cuales contaron con el apoyo gubernamental en los años posteriores al incidente.
Los asentamientos son sitios con viviendas en las periferias de la ciudad capital, que contaron en 1979 con el apoyo financiero y técnico del Banco Nacional de la Vivienda (Banvi), con la finalidad de aliviar los destrozos que provocó el terremoto. En ese entonces, la entidad financiera ofreció a través del proyecto Banvi-Birf la construcción de 5 mil 173 viviendas en once proyectos de asentamientos, incluido el asentamiento colonia Kjell Laugered García, que recibió 312 casas.
El asentamiento se encuentra a inmediaciones de la colonia Bethania, la cual fue una iniciativa de vivienda del expresidente Juan José Arévalo.
Temían perder sus casas
En octubre de 1980 los vecinos del lugar, ya conocido como “colonia Kjell Eugenio Laugerud García”, indicaron que tenían miedo de perder sus lotes, pues el Banvi les había solicitado desalojar sus viviendas, con la finalidad de realizar un estudio topográfico para establecer los precios de cada casa.
Según documentó Prensa Libre en ese año, integrantes del comité promejoramiento de dicho asentamiento aseguraron que los lotes que ocupaban les fueron otorgados por el Comité de Reconstrucción Nacional, bajo el oficio 11657 del 9 de junio de 1980.
En el oficio se establecía que los lotes del asentamiento colonia formaban parte del proyecto de la “Península de Bethania”.
Asimismo, se establecía en el documento que los lotes que fueron otorgados “les serán vendidos”, por lo cual giraron instrucciones al Banvi para los estudios de levantamiento topográfico y diseño del proyecto a fin de determinar el valor de estos.
La preocupación de los vecinos surgió porque pensaron que no les devolverían sus viviendas luego de ser desalojadas.
En noviembre de 1980, los vecinos del asentamiento Kjell Eugenio Laugerud García tuvieron problemas de agua potable. “El Banvi nos está sacando para urbanizar este lugar. Muchas familias han sido llevadas a unas galeras (…) diciéndoles que al estar construidas las viviendas podrán regresar, pero hemos sabido que las mismas tendrán un precio muy elevado, el cual no está de acuerdo con nuestras posibilidades económicas”, decían, según una nota publicada en Prensa Libre el 21 de ese mes.
“Es por eso por lo que no queremos irnos de este lugar que nos cedió el presidente Kjell después del terremoto”, decían vecinos. Los habitantes también contaron que por el desabastecimiento tenían varias penas y que temían de posibles enfermedades.