Las medidas “parecen diseñadas para minar la integridad del proceso electoral y socavar el Estado de derecho en general”, aseguró Türk en un comunicado en el que aludió, entre otros hechos, -el viernes por parte de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI).
Ese allanamiento, recordó el comunicado de la oficina que dirige Türk, fue solicitado por el juez del juzgado Séptimo Penal, Fredy Orellana, quien ordenó la incautación de las actas oficiales que certifican los resultados de las elecciones presidenciales de agosto, siendo el cuarto registro realizado en la sede del TSE en el contexto postelectoral.
Otro hecho que el alto comisionado consideró preocupante es el intento de levantar la inmunidad de los magistrados del TSE por presuntamente cometer delitos de fraude, incumplimiento de deberes y abuso de autoridad.
“Existe seria preocupación sobre la compatibilidad de estas acciones con el derecho internacional, así como con la Constitución guatemalteca y la legislación nacional”, declaró Türk.
El alto comisionado austriaco también consideró “especialmente inquietante” la denuncia de hostigamiento e intimidación contra funcionarios electorales y personas electas, incluidos el presidente electo (Bernardo Arévalo) y la vicepresidenta electa (Karin Herrera).
“Pido a todas las autoridades guatemaltecas que se abstengan de cualquier intento adicional de desafiar la voluntad del voto popular”, concluyó el jefe de derechos humanos de Naciones Unidos.
El alto comisionado expresó por otra parte su preocupación por el riesgo de violencia en el país “debido a la tensa situación” preelectoral que vive, ante lo cual pidió que “se respete plenamente el derecho de reunión pacífica”.