Dormir mejor y bien puede conllevar a tener una mejora calidad de vida y sobre todo un descanso reparador.
El sueño es imprescindible para mantener equilibrio en nuestro organismo, una reducción del sueño conlleva efectos adversos que alteran el metabolismo en general e interfiere con la respuesta inmune activando enzimas y procesos inflamatorios para el desarrollo de enfermedades metabólicas e inflamatorias crónicas.
El propósito del sueño
A lo largo de la historia, los científicos y filósofos han tratado de descifrar el misterio del sueño. Hoy en día, sabemos que el sueño es un proceso biológico complejo y esencial. Aunque no se ha descifrado por completo, se cree que el sueño cumple varias funciones cruciales:
- Restauración física y mental. Durante el sueño, nuestro cuerpo realiza reparaciones y mantenimiento. Las células dañadas se reparan, y el cerebro procesa y organiza la información del día. Esto nos ayuda a despertarnos renovados y con la mente clara. La privación crónica de sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y otras enfermedades.
- Consolidación de la memoria. El sueño facilita la consolidación de la información y el aprendizaje. Durante la fase de sueño REM (movimiento rápido de los ojos), el cerebro organiza y almacena recuerdos de manera más efectiva.
- Regulación de emociones. El sueño adecuado contribuye a mantener un equilibrio emocional. La falta de sueño puede aumentar la irritabilidad y la sensibilidad al estrés. La falta de sueño afecta negativamente la concentración, la toma de decisiones y la memoria, lo que puede perjudicar el rendimiento académico y laboral. No dormir adecuadamente está relacionada con trastornos como la depresión y la ansiedad, y puede agravar los síntomas de problemas de salud mental preexistentes.
- Reparación del sistema inmunológico. El sueño fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir enfermedades e infecciones. El sistema inmunológico debilitado por la privación de sueño hace que las personas sean más susceptibles a infecciones. Mientras dormimos ocurre eliminación de radicales libres, regulaciones de hormonas, así como mejoría en los procesos de defensa frente a microorganismos (bacterias, virus, hongos).
Cómo dormir mejor
Establezca una rutina regular de horarios para acostarse y levantarse, cree un ambiente de sueño relajante, limite la exposición a pantallas antes de dormir, haga ejercicio regularmente, evite el exceso de cafeína y alcohol y reduzca el estrés mediante técnicas de relajación como la meditación. Se recomienda un promedio de 7 a 8 horas en personas adultas, niños y adolescentes pueden requerir más horas de sueño.
Dormir
Silvio Eduardo López, Especialista en medicina interna
El sueño cumple funciones cruciales.