Como nación, Guatemala sigue demostrando un crecimiento poblacional robusto que garantiza una sostenibilidad a largo plazo. En 2023, con la proyección de $18 mil millones de dólares nos posicionarán como el segundo mayor receptor de remesas en la región, sólo detrás de México. Además, un aspecto crucial es que, hasta 2017, superamos el 50% de población urbana, mientras que el promedio de América Latina ronda el 84%. Estas condiciones nos convierten en un diamante en bruto, listo para aprovechar la reconfiguración de las cadenas globales y convertirnos en un país industrial.
Invest Guatemala, la agencia privada de promoción de inversión de Guatemala, ha identificado 20 sectores con alto potencial de crecimiento. También aquellos con gran potencial para atraer inversores extranjeras, como la agroindustria, farmacéuticos, dispositivos médicos, manufactura de electrónicos, vestuario y textil, servicios empresariales y manufactura liviana.
Sin embargo, para materializar este potencial, Guatemala necesita acelerar la mejora de su infraestructura vial, en particular las conexiones con los puertos y las fronteras con México. México es uno de los socios comerciales más importantes de Guatemala y un mercado con gran potencial para sus exportaciones. México ha experimentado un impresionante auge de inversión extranjera directa, superando los $35 mil millones de dólares en 2023, impulsado en parte por el fenómeno del Nearshoring y el nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
No obstante, México tiene menos del 2% de disponibilidad de espacio industrial a nivel nacional, y Costa Rica ha alcanzado su capacidad en los últimos seis meses. Guatemala, por su lado, se presenta con poca disponibilidad inmediata de espacios industriales para ocupar pero está desarrollando importantes proyectos para satisfacer las demanda en el corto plazo. México, además, enfrenta otros desafíos importantes, como la necesidad de una fuerza laboral calificada y un sistema eléctrico ágil y expansible.
México, además, enfrenta otros desafíos importantes, como la necesidad de una fuerza laboral calificada y un sistema eléctrico ágil y expansible. En este último desafío, Guatemala se destaca, ya que cuenta con el sistema de generación de energía más robusto de la región, lo que nos coloca en una posición privilegiada en comparación con México. Si Guatemala puede reducir el tiempo que tarda un producto fabricado en su territorio en integrarse a la cadena de valor mexicana, podría atraer una parte significativa de esta inversión, generando empleo, ingresos y desarrollo para nuestra población. Lo que no me queda duda es que el sector inmobiliario guatemalteco no tendrá problema en generar los metros cuadrados requeridos para conseguir ubicar a las empresas interesadas en invertir en nuestro país.
En este último desafío, Guatemala se destaca, ya que cuenta con el sistema de generación de energía más robusto de la región, lo que nos coloca en una posición privilegiada en comparación con México. Si Guatemala puede reducir el tiempo que tarda un producto fabricado en su territorio en integrarse a la cadena de valor mexicana, podría atraer una parte significativa de esta inversión, generando empleo, ingresos y desarrollo para nuestra población. Lo que no me queda duda es que el sector inmobiliario Guatemalteco no tendrá problema en generar los metros cuadrados requeridos para conseguir ubicar a las empresas interesadas en invertir en nuestro país.
Por tanto, resulta fundamental que Guatemala invierta en la infraestructura de carreteras, puertos y aeropuertos, que es uno de los cinco pilares del plan Guatemala No Se Detiene, el cual tiene como objetivo crear 2.5 millones de nuevos empleos para el año 2032. Este plan también incluye otros ejes estratégicos como la mejora del capital humano, la garantía de la certeza jurídica, el fomento del turismo y la atracción de inversiones.