Una de las características principales de la quesadilla es que se cocina en hornos de barro. Al terminar su preparación, se envuelve en papel mantequilla. El resultado es una quesadilla bastante esponjosa y exquisita, añade.
“Mis abuelos son panaderos y quise elaborar esta receta como un reto personal y así poner en práctica lo aprendido con ellos”, indica Marlon Ovalle, chef del Hotel La Riviera de Atitlán, quien reprodujo esta receta.
Sobre el recetario, indica: “Es un viaje en el tiempo. Nos muestra una gastronomía muy variada y, sin duda, es un tesoro que tuve la oportunidad de leer y conocer. Me agradó bastante la experiencia de reproducir algunas recetas de este maravilloso manuscrito”.
“El sabor es muy interesante y delicioso, el complemento perfecto para un cafecito guatemalteco”, señala el chef, en relación con el resultado final.
Ingredientes
400 gramos de azúcar impalpable
450 gramos de almendra molida
250 gr de mantequilla
250 gr de queso fresco
6 yemas de huevo
5 gramos de sal
10 gramos de polvo para hornear
60 gramos de manteca
Para decorar:
Clara de huevo, canela y almendras en lascas
Preparación
Batir bien los ingredientes húmedos: mantequilla, queso fresco y las yemas de huevo. Agregar los ingredientes secos: azúcar impalpable, almendra molida, sal y polvo para hornear, previamente tamizados por un colador fino para evitar grumos.
Batir todos los ingredientes y verter la mezcla dentro de un molde previamente engrasado con manteca. Hornear por 25 minutos a 155 grados centígrados. El tiempo de cocción puede variar un poco, según el tipo de horno.
Cuando esté lista, desmoldar la quesadilla y decorarla con claras de huevo batidas, un poco de azúcar, canela en polvo y almendras en lascas.
Receta original
Una libra de polvo de azúcar, se muele una libra de almendra con clara de huevo, a modo de que no quede ni dura ni floja. Se le echa media libra de mantequilla, media libra de queso bueno. Se baten ocho yemas de huevo, se les echa sal al gusto. Se revuelven todos estos ingredientes, se amasan bien y ya amasados bien, se echan en las cazuelejas untadas de manteca. Se meten al horno. Cuando ya estén cocidas, se les echa ligeramente claras de huevo para que pegue la canela que se les echa.
¿Qué comían los guatemaltecos en el siglo XIX?
Cada domingo de este año, se presenta la recreación de recetas —entradas, platos fuertes, postres y dulces— que aparecen en el Lybro de cocina, recetario manuscrito en Guatemala de 1844. Esta obra despliega una muestra de los platos que consumían los guatemaltecos en el siglo XIX y, posiblemente, durante gran parte del siglo XX, con evidente influencia española, francesa y británica.
Estas recetas, reproducidas por chefs guatemaltecos, conservando muy de cerca su esencia, nos ayudarán a comprender cómo ha evolucionado la cultura gastronómica en Guatemala en los últimos 178 años.