Como parte de las coordinaciones de búsqueda que se realizan, el ente investigador señaló que se ha activado una “alerta amarilla” con la interpol para dar con el paradero de los 10 guatemaltecos que están desaparecidos desde el 16 de noviembre.
Los guatemaltecos, según familiares, desaparecieron el 16 de noviembre, en Chiapas, México. La información con la que cuentan las autoridades guatemaltecas es que, “el 13 de noviembre, 12 personas viajaron hacia Chiapas, a bordo de un vehículo tipo camión, con la finalidad de realizar actividades comerciales en territorio mexicano”, informa el MP.
Las pesquisas, que coinciden con lo que han dicho familiares de algunos desaparecidos, es que cada uno de los que viajó visitaría una localidad con la finalidad de vender pollo, sin embargo, “el 16 de noviembre, diez de las personas desaparecieron en la comunidad El Pacayal 2, cercano a Frontera Comalapa, Chiapas, México”, cita el MP.
Según las primeras investigaciones el MP, en toma de declaraciones a familiares en Cuyotenango, solo únicamente dos retornaron a territorio guatemalteco.
Los desaparecidos son Dan Josué Rosales Tzunún, de 30 años; Juan Carlos Calle de León, 30; Jorge Luis de León, 33; Juan Francisco Tupul García, 21; Leonardo Morales Álvarez, 58; Julio César Vásquez Pérez, 27; Luis Alberto Vásquez Sarat, 17; Amílcar Isaac Enríquez Villatoro, 41; Francisco Morga de León, 46 y Mayco Josué Morga Enríquez, 30.
Dos regresaron
La hermana de Rosales Tzunún, Elizeth, confirmó que dos personas volvieron al país porque ya no regresaron por ellos como era el plan original. Según ella, el objetivo era dejar a cada una de las personas en un punto específico donde debían vender las aves de corral y luego los recogerían para regresar al cuarto donde dormían en Frontera Comalapa.
“En total eran 12 las personas que viajaron. Y sí, dos regresaron, pero ellos desde ese día jueves 16 de noviembre, en la mañana, mi hermano los dejó en el punto donde tenían que vender, pero cuando llegó la hora que tenían que pasar a recogerlos para retornar a la casa donde ellos se hospedaban, nadie lo hizo”, recuerda Elizeth Rosales.
“Ellos también se quedaron sin comunicación con ellos”, expresa. Agrega que desde ese “jueves por la mañana fue el día que ellos también los vieron por última vez”.
El MP, confirma que el pasado 20 de noviembre familiares de las personas desaparecidas informaron del hecho a la Policía Nacional Civil, quienes luego dieron aviso a la Fiscalía.
La información que algunos familiares les han dado a las autoridades es que han recibido llamados telefónicos en donde les alertan de que saben sobre el paradero de las personas desaparecidas. Sin embargo, muchas de las llamadas han resultado falsas para obtener algún beneficio económico.
Los familiares indican que reciben mensajes de WhatsApp, o llamadas telefónicas, pero luego de que intentan ponerse en contacto de nuevo ya no responden o bloquean las comunicaciones.
En México, en otro tipo de casos, muchas veces secuestran a las personas migrantes, y piden dinero a cambio de dejarlas libres. Este extremo lo investigan las autoridades en este caso.
Las autoridades han iniciado las diligencias correspondientes, tales como recabar declaraciones testimoniales y entrevistas, “asimismo se gestionó la activación de una alerta amarilla por medio de Interpol y se trabaja actualmente en una solicitud de asistencia legal mutua internacional”, según el informe oficial del MP.
El área de Chiapas, donde desaparecieron los guatemaltecos, ha sido afectada por los disturbios que se han generado entre grupos del crimen organizado, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano.
La desaparición de la decena connacionales ocurrió en Frontera Comalapa, una región fronteriza con Guatemala que desde hace dos años, por lo menos, vive una ola de homicidios, desapariciones y enfrentamientos entre células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa quienes se disputan el control del territorio.