Salud y Familia

Corona de Adviento 2023: qué se reza cuando se enciende la vela del primer domingo

Una guía para rezar el primer domingo de Adviento 2023, con las oraciones y cantos correspondientes para el encendido de la primera vela de la corona de Adviento.

Qué se reza en la Corona de Adviento

En el primer domingo de Adviento se enciende la primera vela morada, que simboliza la esperanza. (Foto Prensa Libre: Pexels)

La corona de Adviento se considera el primer anuncio de la Navidad, ya que esta marca el tiempo de preparación para el nacimiento del niño Jesús. Su forma redonda representa el amor infinito que tiene Dios al ser humano y el color verde significa inmortalidad.

Tiene cuatro velas: tres color morado y una rosado. Cada domingo previo a la Navidad se enciende una vela, se hace un rezo específico y se acompañan con cantos. Lo ideal es hacer esta actividad en familia y colocar la corona en un lugar especial de la casa, para que la luz de la vela sea vista por todos y así tengan presente la luz de Dios.

La primera vela de color morado de la corona se enciende el primer domingo de Adviento, ya que es el comienzo del nuevo año litúrgico. Este 2023 se celebra el 3 de diciembre.

Qué se reza el primer domingo de Adviento

Algunas iglesias católicas acostumbran a bendecir la corona de Adviento antes del primer domingo. En caso de que esto no ocurra, se puede hacer la bendición en el hogar, cuando la corona ya esté colocada en el lugar especial.

Lo recomendable es que la familia esté reunida y todos participen en los cantos y lecturas que se deben realizar cuando se enciende cada vela. Sin embargo, se debe nombrar a un “guía” o “monitor”, que será quien coordinará la actividad.

Bendición de la corona de Adviento

Guía: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Todos: Que hizo el cielo y la tierra.

Guía: Señor, bendice con tu poder nuestra corona de Adviento para que al encenderla despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras y para que así cuando llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro señor.

Todos: Amén.

Guía: La bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.

Oración para el primer domingo de Adviento

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Guía: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Todos: Que hizo el cielo y la tierra.

Guía: Hoy, al iniciar el Adviento, comenzamos un nuevo año litúrgico. El Adviento es un tiempo especial de preparación y espera. Iremos encendiendo, semana tras semana, las cuatro velas de esta corona como un símbolo de nuestra preparación gradual para recibir al Señor Jesús en la Navidad.

Las luces de las velas nos recuerdan que él es la Luz del mundo que irrumpe para disipar las tinieblas que nos rodean. El color verde que caracteriza a la corona simboliza la vida y la esperanza que él, Dios hecho niño, viene a traernos.

Lector 1: Procede a leer la lectura del libro del profeta Isaías 60, 1-2

“Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti. Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, más sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece”. Palabra del Señor.

Se permiten unos minutos para meditar.

Lector 2: Procede a leer la lectura del libro del profeta San Marcos 13, 33

“Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cuál será el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta”. Palabra del Señor.

Se permiten unos minutos para meditar.

Guía: Nos recogemos unos instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento. Oremos…

Lector 3: Esta lectura se puede dividir en más personas.

La tierra, Señor, se alegra en estos días y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor Jesús, que se avecina como luz esplendorosa para iluminar a los que yacemos en las tinieblas de la ignorancia, del dolor y del pecado.

Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces.

Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos Señor que mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel que, por ser la Luz del mundo, iluminará todas las oscuridades.

Te lo pedimos por Él mismo que vive y reina por los siglos de los siglos…

Todos: Amén.

Guía: Una persona procede a encender la primera vela de color morado.

Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.

Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras cantamos la primera estrofa del canto. Se elige un canto apropiado a la ocasión.

Canto recomendado:

Ven, ven, Señor no tardes;
Ven, ven, Señor no tardes;
Ven ven Señor que te esperamos;
Ven, ven, Señor no tardes;
Ven pronto Señor.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.

Envuelto en armonía en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas Tú.

Guía: Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en este tiempo y elevemos nuestras peticiones con confianza. Respondamos a cada petición diciendo: por intercesión de tu madre, escúchanos, Señor.

Se puede dejar unos minutos para que cada uno de los presentes hagan sus propias peticiones.

Recemos ahora un Padre Nuestro, un Avemaría y un Gloria.

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

*Con información de Radio María Guatemala y Aciprensa. 

ESCRITO POR:

Andrea Jumique Castillo

Periodista de Prensa Libre especializada en temas de salud, bienestar y cultura, con 5 años de experiencia.

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