Coralia Anchisi de Rodríguez, académica numeraria de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala menciona en un artículo publicado en la Universidad Francisco Marroquín que el santo Hermano Pedro compartía el sufrimiento de Cristo, por eso se entregaba al autosacrificio, el ayuno, los cilicios y la disciplina.
Falleció en 1667 y fue beatificado el 22 de junio de 1980, luego de un prolongado proceso que comenzó en 1771. El 30 de julio del 2002 fue elevado a los altares por Juan Pablo II.
La escultura
El 29 de noviembre llegó a la Antigua Guatemala una escultura inspirada en el santo que fue traída de Roma y bendecida por el papa Francisco. La misma salió de la ciudad capital a las 10 horas, del Seminario Mayor, ubicado en la Calzada Roosevelt y fue custodiada por los Bomberos Municipales y algunos fieles católicos, así como por los representantes del templo.
Según información oficial, el santo padre felicitó al escultor italiano Leonardo Pace por la obra y expresó su asombro diciendo que, debido al excelente trabajo artístico, pareciera que está viva.
En esa ocasión, fray Edwin Alvarado Segura, rector del templo donde morará la escultura, presentó al papa una reseña histórica de la vida del primer santo de Centroamérica. Por su parte, su santidad expresó con alegría que siempre tiene presente su deseo de efectuar una visita apostólica a Guatemala. “Es una deuda que tengo”, manifestó.
La develación
Este 3 de diciembre fieles católicos se reunieron en el atrio del templo San Francisco el Grande, en la Antigua Guatemala, en donde se develó la escultura del Santo Hermano Pedro. Luego de este acto se llevó a cabo una Santa Eucaristía presidida por el monseñor Gonzalo de Villa, Arzobispo de Guatemala.
En el lugar estuvo presente Alfredo Vásquez, embajador de Guatemala ante la Santa Sede, quien hizo posible que la escultura pudiera ingresar a una audiencia privada en el Vaticano. Entre otras personalidades que hicieron posible el histórico evento.
“El Santo Hermano Pedro caminó sobre estas calles de la Antigua, siendo un hombre de fe, de caridad, un hombre que quiso amar a los más desheredados; que quiso hacer presente el misterio de eso que vamos a celebrar en unas semanas, el misterio de la Navidad por medio de ese belén que él comenzó y luego se volvió tradición en Guatemala”, dijo Gonzalo de Villa en la Santa Eucaristía.
Además, añadió que el santo Hermano Pedro es un símbolo que “nos enriquece, porque su presencia entre nosotros queda hoy -domingo 3 de diciembre- no solo en su imagen, en su escultura, sino también en sus obras y escritos”.
Luego de la Santa Eucaristía, algunos devotos pasaron a ver de cerca la escultura del santo. Este domingo fue permitido que se acercaran solo personas de la tercera edad o quienes tuvieran alguna enfermedad.
