En minerales metálicos la producción pasó de Q5 mil 614.7 millones en el 2016 a Q1 mil 961.9 millones en el 2017 (-65%) según datos de la Dirección General de Minería.
En tanto la producción de no metálicos pasó de Q231 millones a Q228.3 millones respectivamente, una baja de 1.16%.
La reunión de EITI, la última del año, fue dirigida ayer por el vicepresidente de la República Jafeth Cabrera y autoridades del MEM.
Se presentaron y aprobaron los informes que contienen las conciliaciones y discrepancias entre los datos de pagos que reportan las empresas e ingresos que reportan entes estatales por la extracción de minas y petróleo pero se oficializarán luego de revisar cambios en las actas.
“Actualmente el panorama de la minería en el país se ha visto afectado por muchos factores lo cual ha mermado la producción y por ende el ingreso de recursos al Estado, ya que existe una necesidad urgente de generar un debate amplio mediante la construcción de espacios de diálogo que permitan a la sociedad guatemalteca determinar la pertinencia de la explotación minera en el país como opción de desarrollo” se refiere dentro del anuario estadístico elaborado por el MEM.
Según ese mismo documento, el territorio ocupado por las licencia mineras de explotación “no es más del 0.81% del territorio nacional”.
La Mina Marlín I, propiedad de la empresa Montana Exploradora de Guatemala, S. A., (de la firma internacional Gold Corp) se ubica en los municipios de San Miguel Ixtahuacán y Sipacapa del departamento de San Marcos.
Registró su punto de mayor producción entre los años 2011 y 2012 y en el 2017 definió su cierre programado de producción de su área de extracción subterránea.
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