Según las autoridades del Instituto Nacional de Estadística (INE) la primera variación es que el costo de la CBA ya no será por familia sino per cápita (por persona) y la segunda es que se integra una nueva canasta de productos para medir las alzas o bajas de precios.
La gerente de esa institución, Breda Izabel Miranda Consuegra, y el subgerente técnico, Hugo Allan García Monterrosa, oficializaron los parámetros de medición de estos indicadores que ahora se calcularán con base en diciembre 2023 y el primer informe se presentará el 15 de febrero del 2024.
Los datos se actualizaron luego de la presentación de los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (Enigh) 2022-2023, ya que se estaba utilizando un instrumento que se levantó con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Familiares (Enigfam) correspondiente al 2009-2010.
Cambio de metodología
García Monterrosa explicó que los cálculos para medir una CBA ya no se harán con base en el lugar sino en el individuo. O sea, cuánto requiere una persona para vivir, en promedio nacional. Además, se realiza la división geográfica entre urbano y rural, según las necesidades energéticas diarias, que son alrededor de dos mil 100 para el área urbana y dos mil 50 para rural.
El técnico explicó que también se determinaron los productos a los que se dará seguimiento a partir de enero, y al hacer una desagregación de productos, se determinó que son 60 para el área urbana y 55 para la rural en donde, por ejemplo, destaca el consumo del maíz como un producto inicial que se transforma en tortillas o tamalitos.
Añadió que, con precios del 2022, los que tendrán que ser actualizados para 2024, los precios per cápita son: a nivel urbano, Q531.53 mensual por persona; y en el área rural, Q371.57. Esta fórmula se estaría multiplicando por tamaño del hogar que para el caso del área rural es de 4.8 miembros por hogar y para el urbano, 4.2 miembros.
Al realizar el ejercicio se establece que entonces, la CBA costaría Q2 mil 232.42 en los sectores urbanos y Q1 mil 783.53 en los rurales, mientras que, según el INE, al mes de noviembre esa misma canasta alcanzaba un promedio de Q3,899.67 a nivel nacional.
“No es lo real”
Para Érick Coyoy, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), el hecho de que ahora se vaya a calcular el costo mensual de la canasta alimentaria por persona y no por hogar, eso es relativo.
Recalcó que, aprovechando un cambio de metodología, se hace una revisión muy drástica en el consumo de calorías que consideran necesario para una persona, lo que “debe analizarse más a fondo, ya que son estándares internacionales que organismos especializados establecen y habría que determinar si hay suficiente respaldo técnico para reducir la cantidad de calorías que se consideran necesarias”.
Y a partir de esa disminución, se emite información de una nueva CBA y llegan a establecer un costo base de los alimentos, “lo que habría que validar en el terreno. Es algo que tendrá que revisarse una vez que se implemente al levantamiento de precios”.
Además, indicó que esto es importante para efectos de la fijación del salario mínimo, pues uno de los criterios para tomar la decisión es el costo de la CBA “y si ahora se indica que los alimentos tienen un costo más reducido, se puede caer en sesgo”.
Opiniones en contra
Rigoberto Dueñas, asesor sindical en temas laborales y salariales, comentó que el cambio a la metodología para el cálculo de la canasta básica no es adecuado y no favorece a la clase trabajadora.
“El INE ha perdido objetividad y ha manipulado los resultados de las encuestas; o sea que proporcionan datos inexactos para hacer estudios y análisis. Con ello, lo que buscan es ajustar los datos del coste de vida y que el gobierno establezca un salario mínimo que no es acorde a las necesidades de trabajadores, sino de un sector de los empresarios”, expuso.
En la misma línea, Adolfo Lacs, dirigente sindical, señaló que la nueva metodología para el cálculo de la canasta básica y los datos que resultan de estos está deflactada. “La vemos como una forma de contener la inflación reduciendo el costo de vida en el interior. Es un sistema de contención con datos ad-hoc”, agregó.
Guido Ricci, integrante de la Comisión Laboral del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), dijo no conocer detalles de los cambios anunciados por el INE, por lo que no quiso emitir comentarios. No obstante, indicó que podrían solicitar una reunión con el INE para que les den a conocer los cambios.
Sin embargo Ricci, amplió sus comentarios el 13 de diciembre, indicando que es interesante que la medición sea a nivel urbano y rural, aspecto que se acerca a la estructura de fijación de salarios por circunscripción económica, además considera como positivo que se haya ampliado el número de productos, y otro dato interesante es que se refleje mejor como están integradas las familias a nivel urbano y rural. “Entre más fiable sea la información, mejores decisiones se podrán tomar en las comisiones paritarias y en la Nacional”, comentó el dirigente.
Lo que consumen los hogares
Los productos de consumo prioritarios en los hogares, de acuerdo con la Enig 2022-2023 son los siguientes:
- Tortillas
- Gasolina superior
- Carne fresca de pollo
- Alquiler de vivienda
- Servicio de energía eléctrica
- Carne fresca de res
- Uso de leña
- Huevos de gallina
- Telefonía móvil prepago
- Almuerzo simple