Por qué existe el año bisiesto
La particularidad de este tipo de año, que incluye 366 días, se debe a que la duración del año astronómico —el tiempo que emplea la Tierra en dar la vuelta al Sol— es de 365 días, cinco horas, 48 minutos y 46 segundos.
Para solucionar este desfase de casi un cuarto de día de más, en el año 46 antes de Cristo, el emperador romano Julio César introdujo el año bisiesto en el calendario juliano como un “doble” 24 de febrero, el sexto día antes de las calendas del 1 de marzo, comienzo oficial del año en Roma. De esta reforma proviene su nombre: bis sextilis, o sea, “dos seis”.
No obstante, este conteo del tiempo continuaba con imperfecciones, por lo que, en 1582, el papa Gregorio XIII sustituyó ese calendario por el gregoriano, que incluye bisiestos cada cuatro años, tal como se usa en la actualidad.
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Mitos durante un año bisiesto
Los mitos y creencias respecto de lo que se podría suscitar el 29 de febrero tienen sus orígenes en la cultura romana. Según su tradición, ese mes correspondía a las festividades de los muertos.
Para los romanos, esta superstición era tan férrea que las puertas de los templos permanecían cerradas y nadie se casaba o quería salir de sus hogares, para evitar alguna situación fatídica.
De ahí nace el dicho que reza “año bisiesto, año siniestro”, el cual atribuye desgracias y tragedias a este día, que no son más que producto de la casualidad.
En Escocia se consideraba de mala suerte que alguien naciera el 29 de febrero, el cual se comparaba con el viernes 13, y en Grecia es de mal augurio que una pareja se case en año bisiesto.
Curiosidades de un año bisiesto
Pero no todo está vinculado con la adversidad. De acuerdo con una vieja leyenda irlandesa, Santa Brígida acordó con San Patricio, en el siglo V, permitirles a las mujeres proponerles matrimonio a los hombres cada 29 de febrero.
En algunos países europeos, la costumbre que se ha mantenido dicta que, si el varón rechaza la oferta, debe regalarle a la mujer una prenda de seda.
Las probabilidades de nacer en un año bisiesto son de una en mil 461 y alrededor de cuatro millones de personas en el mundo nacieron el 29 de febrero, quienes solo cada cuatro años celebran su cumpleaños.
En teoría, un sujeto que cumple 28 años ese día, en realidad celebra siete.
Según el libro Récords de los Guinness, existe una familia británica que ha engendrado tres generaciones consecutivas en esa fecha. Peter Anthony Keogh nació el 29 de febrero de 1940; su hijo Peter Eric nació ese día en 1964. La hija de este, Bethany Wealth, nació el 29 de febrero de 1996.
A los individuos que nacen cada 29 de febrero, en algunos países les llaman leapers, palabra que proviene de leap year, año bisiesto en inglés.
