El alcalde indígena de Sololá, Simión Palax Chiroy, dijo durante una conferencia de prensa frente a la sede central del Ministerio Público (MP) que cuentan con el respaldo de sus pueblos y que llevan 94 días de lucha “para defender la poca democracia que queda” en Guatemala, en referencia a las acciones que, a criterio de las autoridades indígenas, la Fiscalía ha tomado en contra del proceso electoral.
Añadió que, si la toma de posesión de Arévalo se ve afectada por algún tipo de acción, ya sea de parte del MP o de otra institución, “el pueblo de Sololá está listo para el 15 de enero salir nuevamente a las calles para manifestar nuestros derechos”.
Además, los líderes indígenas aseguran que si el MP tiene investigaciones en contra de los presidentes y alcaldes indígenas que encabezan el movimiento desde el 2 de octubre de 2023 también tomarán acciones.
También exigen al nuevo gobierno que se investigue a todas las personas que, según su criterio, atentaron contra el proceso electoral, en el que Bernardo Arévalo resultó electo presidente de la República.
“Si ustedes atentan en contra del nuevo gobierno, nosotros vamos a traer todos los pueblos para llenar la capital”, dijo Juan Carlo Toc, presidente de las Comunidades Indígenas Aliadas de Chichicastenango.
Por su parte César Augusto Yac, representante del Pueblo Ixil señaló que ante la situación que vive el país se han unido siete pueblos indígenas que exigen que se respete la democracia de Guatemala, por lo que hace un llamado a los guatemaltecos para que se pronuncien en contra de las acciones que, según ellos, ponen en riesgo el cambio de mando presidencial.
En tanto, el representante de los 48 Cantones de Totonicapán le exige a “los corruptos” que dejen prosperar a Guatemala y que “no regresen” a dirigir instituciones del Estado.
“Le hacemos un llamado a todas las autoridades legitimas (…) que puedan unirse a nosotros porque esta lucha apenas está empezando. El primer logro será que se vea reflejado el respeto a la democracia y luego tenemos que seguir trabajando en coordinación con el gobierno (…) hasta garantizar el desarrolla en los 22 departamentos de Guatemala”, dijo el representante de los 48 Cantones de Totonicapán.
Agregaron que “nuestras peticiones no son negociables, exigimos que los corruptos y golpistas renuncien o sean destituidos y que el gobierno siga creando mesas de diálogo con las autoridades indígenas para velar por el bien de toda Guatemala”.
Señalaron las acciones que podrían tomar son concentraciones pacíficas, las cuales se mantendrán aunque el nuevo gobierno tome posesión.
“Están desesperados”
Por su parte, el presidente electo, Bernardo Arévalo de León, aseguró este miércoles a EFE que quienes intentan un golpe de Estado “están desesperados” a 11 días de su investidura.
“Los golpistas van a seguir intentando cualquier cosa, pero están desesperados. Saben que se les termina el control y saben que vamos a iniciar a exponer las cosas que han hecho en sus cargos”, indicó Arévalo de León durante una entrevista con EFE en su oficina.
Sobre la incertidumbre que ha existido en los últimos meses por un posible golpe de Estado, el presidente electo respondió que “no hay lugar a dudas” al respecto, y que las recientes resoluciones de la Corte de Constitucionalidad son contundentes en cuanto a la defensa de la decisión expresada en las urnas el año pasado.
El 1 de septiembre pasado, Arévalo de León acusó públicamente a la jefa del Ministerio Público (MP), Consuelo Porras, de estar detrás de un intento de “golpe de Estado” para evitar que asuma la presidencia el 14 de enero.
“Yo espero que Consuelo Porras renuncie el día que yo tome posesión y se lo voy a reiterar”, enfatizó este miércoles Arévalo de León, al ser cuestionado sobre cómo visualizaba el escenario de Gobernar con Porras aún al mando de la Fiscalía.
Las acciones de la Fiscalía, que incluyeron el secuestro de resultados electorales y acusaciones penales contra Arévalo de León, provocaron que durante más de tres meses los pueblos indígenas del país centroamericano se manifestaran y evitaran que el golpe de Estado tuviera éxito.
A criterio del presidente electo, Guatemala “está en deuda” con los pueblos indígenas que se pusieron “a la cabeza de una resistencia al golpe de Estado y de rescate de la democracia. También se sumaron distintos sectores que aportaron, a su manera, en contra de los intentos de las instituciones cooptadas”.
El proceso de transición de Arévalo de León al poder ha sido inédito, debido al acompañamiento internacional que ha recibido de parte de entidades como el Gobierno de los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La expectativa de la población guatemalteca sobre el Gobierno entrante recae principalmente en la capacidad que Arévalo de León demuestre para cumplir su promesa de atacar frontalmente la corrupción y detener el deterioro democrático que el país ha sufrido en las últimas administraciones públicas.
“Combatir la corrupción es lo más trascendental porque es la causa por la que estamos en la cola de los índices de desarrollo de la región y tenemos que rescatar las instituciones públicas”, concluyó el presidente electo.