El páncreas es un órgano alargado que se ubica en la parte de atrás del abdomen, debajo del estómago. Es el encargado de producir líquidos digestivos y la hormona llamada insulina. “Este órgano tiene glándulas que producen enzimas importantes para la digestión, ya que ayudan a descomponer químicamente las grasas y proteínas de los alimentos”, dice Arturo Castillo, gastroenterólogo.
Los jugos pancreáticos y la bilis que se liberan en el duodeno, conducto que une al páncreas con el conducto biliar común, ayudan al cuerpo a digerir y absorber los nutrientes de los alimentos para que estos lleguen a la sangre y sean utilizados por las células del organismo.
El páncreas puede ser afectado por varias enfermedades, pero las más comunes son las pancreatitis aguda o crónica y el cáncer. “Las pancreatitis están relacionadas con la inflamación de este órgano y el cáncer con la aparición de tumores en el área”, añade Castillo.
Por qué se produce la pancreatitis aguda
La pancreatitis es la inflamación del páncreas que se genera cuando las enzimas que produce se activan estando todavía en este órgano y no cuando han llegado al duodeno. Lo que provoca que las células se irriten y luego se inflamen.
Esta enfermedad se divide en aguda y crónica. La pancreatitis aguda consiste en que la inflamación se desarrolla muy rápido, pero desvanece a los pocos días o, en algunos casos, meses. Mientras que en la pancreatitis crónica el páncreas se mantiene inflamado de manera constante y provoca un daño permanente, dice Eduardo Ortiz, médico internista.
La pancreatitis aguda es más frecuente en las personas entre los 40 y 50 años. En más del 70 por ciento de los casos, la enfermedad es causada por el consumo excesivo de alcohol y por cálculos biliares.
“La pancreatitis aguda se produce cuando hay cálculos biliares y uno de estos se queda obstruyendo el paso de los jugos pancreáticos que van hacia el intestino. La glándula pancreática produce casi un litro de secreciones digestivas al día, entonces tener tapado el conducto causa inflamación y dolor muy fuerte en la parte superior del abdomen”, explica Castillo.
La mayoría de los casos de esta enfermedad es leve y no afecta la función del páncreas cuando se atiende a rápido. En caso contrario, se podría convertir en un caso grave que requiera tratamiento más fuerte y, quizá, intervención quirúrgica.
Síntomas de la pancreatitis aguda
La pancreatitis aguda se caracteriza por desarrollar síntomas como dolor en la parte superior del abdomen, que puede extenderse hasta la espalda. “El dolor puede aparecer poco a poco o ser repentino y durar varios días”, añade el profesional.
También se pueden presentar fiebres, náuseas, vómitos, el corazón puede latir rápido y haber inflamación o sensibilidad en el abdomen. En caso de que sienta que el dolor empeora y tiene algunos de los síntomas antes mencionados, se recomienda consultar rápidamente al médico ya que las molestias podrían ser mortales.
Cuando la pancreatitis aguda es causada por cálculos biliares, el dolor suele iniciarse súbitamente y alcanza su máxima intensidad en unos minutos. Cuando la causa es el alcohol, suele aparecer dolor al cabo de unos días. Cualquiera que sea su origen, posteriormente el dolor se mantiene constante e intenso, tiene un carácter penetrante y puede persistir durante días, se lee en el Manual MSD.
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Quienes la desarrollan por abuso de alcohol pueden no presentar más síntoma que un dolor de moderado a intenso, mientras que otras se sienten muy mal, tienen aspecto enfermizo, están sudorosas y con el pulso acelerado (de 100 a 140 latidos por minuto) y presentan una respiración rápida y profunda.
Tratamiento
Al tener síntomas de una pancreatitis aguda es vital que consulte con un médico lo más pronto posible. El especialista hará una exploración física para determinar si el abdomen es doloroso y los músculos de la pared abdominal están rígidos.
En caso de que sospeche que hay inflamación, le ordenará hacerse un análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imagen, como radiografías o tomografías.
El tratamiento de la pancreatitis leve aguda, la mayoría de los casos consiste en una corta estancia en el hospital en donde se administran líquidos vía intravenosa, analgésicos para aliviar el dolor y se permanece en reposo para que el páncreas descanse y se desinflame. En caso de que el caso sea moderado a grave se requerirán más días en el centro hospitalario.
Las personas con pancreatitis aguda grave son ingresadas en una unidad de cuidados intensivos, donde sus signos vitales y su producción de orina son controlados de manera continua. Se extraen muestras de sangre de forma repetida para controlar varios componentes de la sangre, incluyendo hematócrito, niveles de azúcar, niveles de electrólitos, número de glóbulos blancos y la concentración de nitrógeno ureico en sangre.
