“El hígado es uno de los órganos más grandes, su tamaño se compara con el de una pelota de rugby. Aproximadamente, mide 10 centímetros y pesa 1.6 kilogramos. Cuando este se agranda es signo de un problema base, como enfermedad hepática, insuficiencia cardiaca o cáncer, entre muchos otros problemas”, dice Carlos Cabrera, gastroenterólogo.
Este órgano se encarga de producir la bilis, que ayuda a descomponer las grasas para la digestión y absorción; también procesa la sangre para separar sus componentes y crea los nutrientes del cuerpo; así como almacena y libera la glucosa según sea necesario.
Además, depura los fármacos y otras sustancias nocivas de la sangre, regula la coagulación sanguínea y crea resistencia ante infecciones que ocurren en el organismo.
El agradamiento del hígado se llama hepatomegalia. “El borde inferior del hígado normalmente llega justo hasta el borde inferior de las costillas sobre el lado derecho. Es delgado y firme, no puede sentirse con las puntas de los dedos por debajo del borde de las costillas, excepto al tomar una respiración profunda. Si el médico puede sentirlo en esta área, entonces se dice que el órgano está inflamado”, añade Cabrera.
Síntomas de hígado inflamado
El hígado inflamado como tal no genera ningún síntoma, sino que las demás señales que envía el cuerpo para avisar de que algo no está bien dependen de la enfermedad que ha causado el agrandamiento.
Por ello, es poco probable que las personas visiten al médico por tener este órgano inflamado, sino que hacen la consulta cuando tienen síntomas como cansancio o fatiga, dolor en la parte superior derecha del abdomen, náuseas, pérdida de apetito y, en algunos casos, color amarillento en la piel.
“Debido a que las funciones del hígado son muchas, cuando no funciona de manera correcta se presentan varios síntomas que se pueden confundir con otras enfermedades. Las personas también pueden presentar picazón intensa en la piel, estreñimiento, mal aliento, reflujo gástrico, mareos y sentirse más irritados y nerviosos”, indica Carolina Salazar, médico internista.
El diagnóstico de hígado inflamado consiste en que el médico realizará una exploración física, en donde tratará de palpar este órgano presionando en el lado derecho del vientre. En caso considere que se trata de hepatomegalia, recetará una ecografía abdominal, una topografía o una resonancia magnética.
¿Por qué se inflama el hígado?
Las causas de la inflamación del hígado pueden ser varias y de distinta gravedad, ya que la mayoría de las enfermedades hepáticas causan este síntoma. Entre las más comunes están:
- Cirrosis
- Metástasis de cáncer
- Insuficiencia cardiaca
- Hepatitis A, B o C
- Leucemia
- Enfermedad del hígado graso
También puede causar inflamación en el hígado una alimentación deficiente con aumento en el consumo de grasas y escasez de verduras y frutas, el consumo excesivo de alcohol, quistes hepáticos y la obesidad o sobrepeso.
Cómo desinflamar el hígado
El tratamiento del hígado inflamado dependerá de la causa y de los síntomas que se tengan, por lo que este lo determinará el médico. Sin embargo, hay algunos hábitos que podrían ayudar a que este órgano regrese a su tamaño normal. Por ejemplo, evitar el exceso de alcohol, de medicamentos y suplementos vitamínicos, mantener un peso saludable y llevar una alimentación balanceada.
También se recomienda evitar el consumo de carnes rojas, alimentos ricos en azúcares y bebidas con cafeína.
Aunque hay alimentos que se deben evitar, hay otros que por sus propiedades ayudarían a desinflamar el hígado, por lo que se recomienda su consumo. Entre ellos está la manzana, el ajo, brócoli, limón y aguacate.