“Mi gobierno se compromete a tratar a los migrantes que atraviesan nuestro territorio con dignidad, respeto y compasión, de la misma manera en que exigiremos que los migrantes guatemaltecos sean tratados en el extranjero”, dijo Arévalo en su toma de posesión.
El mandatario también se comprometió a colaborar en un esfuerzo multilateral para encontrar soluciones dentro del marco del respeto a los derechos humanos.
Oportunidades
El excanciller guatemalteco Édgar Gutiérrez aseguró que “la política migratoria del gobierno de Arévalo será la vara con la que podremos medir sus políticas de Estado”.
“La política migratoria tiene una relevancia de política interna central, puesto que la expulsión masiva de población expresa el fracaso de un modelo económico, social y político y a la vez el vaciamiento de las comunidades y la ruptura de las familias”, expresó Gutiérrez.
El excanciller consideró que esto vacía o debilita las capacidades de recuperación del país, además de que la migración irregular hacia EE. UU. es prioridad de ese país.
Para Gutiérrez, Arévalo necesita “su legitimidad en la población migrante, tanto la que está en los Estados Unidos como aquella que se beneficia de las remesas familiares”.
Según el excanciller, el gobierno debería insistir en conseguir que Washington otorgue el programa de protección temporal a los migrantes (TPS), que sí ha beneficiado a migrantes de los otros países centroamericanos.
Gutiérrez cree que hay diferencia de otros presidentes. “Bernardo Arévalo sí lo puede alcanzar con la administración de Joe Biden, y esto sería un gran triunfo político, pero también un gran alivio para la estabilidad de migrantes que han permanecido durante años allá y que siguen en la cuerda floja”, opina.
Año electoral
El analista en temas de migración Pedro Pablo Solares aseguró que este año en particular será crucial en el tema de la migración, porque es año electoral en EE. UU. y esto pone en la agenda el asunto.
“La migración nuevamente se perfila como un tema principal en la campaña, en donde va a estar, muy posiblemente, el candidato —Donald— Trump, peleando por retomar la presidencia”, explicó Solares.
Entonces, según el especialista, “el reto para poder fortalecer lo que dijo el presidente Arévalo es la institucionalidad. Pero, para empezar, se debe lanzar un mensaje alterno, o una posición de país que suplante el llamado a la xenofobia y el racismo que existe en Estados Unidos”.
Es decir, añadió Solares, “dar valor a la población migrante guatemalteca en Estados Unidos requiere un plan muy bien diseñado y muy estudiado que no existe ahora. Esto se debe hacer por medio de una institucionalidad que también es muy débil en este momento”.
“Es complicado porque, si bien es cierto que el discurso del presidente Arévalo es adecuado y es lo que se espera, las herramientas que tenga para poderlo enfrentar todavía no están claras”, advirtió.
El desafío para el gobierno de Arévalo y su cancillería será grande, manifestó Solares, “porque Estados Unidos es un país muy grande y la migración está afectando las elecciones”.
Para Solares, se requiere de un esfuerzo diplomático de Guatemala con Estados Unidos para poder adoptar una posición propia.
“Guatemala nunca ha asumido una posición propia. Este debate, más bien, se ha unido a los discursos en los cuales se hacen llamados para que la gente no emigre irregularmente a Estados Unidos, lo cual está totalmente alejado de la realidad del país”, añadió.
En segundo lugar, opinó, se requiere el fortalecimiento de la de la institucionalidad consular. “Es importantísimo, porque hasta ese momento ha habido un divorcio total entre la red consular y las poblaciones guatemaltecas”.
“La población guatemalteca es la más indocumentada de su propio país en Estados Unidos y eso es el resultado de políticas escasas o uno de los resultados de la cooptación y corrupción en el Ministerio de Relaciones Exteriores, así como en tantas otras instituciones”, argumentó Solares.
Retomar los consulados y orientarlos hacia el servicio al ciudadano que lo necesita también es importante, aseveró el especialista.
Se dejó de hacer
El impacto de lo que dejaron de hacer los dos últimos gobiernos es muy fuerte, expuso Pedro Pablo Solares.
“Todo el sistema migratorio nacional ya tenía deudas muy grandes desde hace más de 10 años, con una población desabastecida de documentos de identificación en el exterior, que solo fue creciendo en la medida en la cual los últimos tres gobiernos tomaron el Minex y otras instituciones como un botín político”, expresó.
Solares indicó que “no es secreto que en el Minex se repartieron las oficinas consulares para dar favores políticos a diputados que tienen ahora un control importante”, refirió.
“Me atrevería a decir que algunas de estas —sedes consulares— fueron creadas no para atender estratégicamente a las poblaciones guatemaltecas, sino que para nombrar y ampliar la burocracia. Para hacer esos favores políticos de los que hablamos”, manifestó Solares.
Gutiérrez señaló que es necesario trazar un objetivo de gobernanza, se debe definir un “acuerdo político entre Centroamérica, México, Estados Unidos y Canadá, incluso, para hacer de las migraciones de la movilidad humana un trayecto más seguro, menos inestable o menos costoso en términos sociales y humanos”.
