Durante la venidera Exposición Internacional de Arte de Venecia, espectadores de todo el mundo podrán ver una serie de piezas de los artistas originarios del territorio guatemalteco Margarita Azurdia, Andrés Curruchich, Rosa Elena Curruchich, Carlos Mérida y Paula Nicho.
Los realizadores, quienes destacan por haber empezado a desarrollar su obra artística antes del siglo XX, formarán parte de una exhibición que ha incluido a 332 artistas de cinco continentes, según reportó el sitio oficial de la Bienal de Venecia el pasado 31 de enero.
Esta nueva edición de la bienal, titulada Stranieri Ovunque – Extranjeros en todas partes, buscó incluir a artistas de todo el mundo que nunca han participado de la Exposición Internacional, aunque algunos de ellos puede que hayan aparecido en algún Pabellón Nacional o un Evento Colateral, según apunta el sitio oficial del evento.
La conceptualización de la muestra internacional fue encomendada al brasileño Adriano Pedrosa, director artístico del Museo de Arte de São Paulo quien se ha convertido en el primer curador latinoamericano a cargo del guion de la Bienal de Venecia.
De acuerdo con la organización de la bienal, el título, Stranieri Ovunque – Extranjeros en todas partes, remite a una serie de obras de la agrupación francesa Claire Fontaine y al nombre de un colectivo de Turín que luchó contra expresiones racistas y xenofóbicas en Italia a principios del siglo XXI.
“La expresión tiene varios significados (…) En primer lugar, dondequiera que vayas y estés donde estés siempre encontrarás extranjeros: ellos y nosotros estamos en todas partes. En segundo lugar, que no importa dónde te encuentres, siempre eres verdaderamente, y en el fondo, un extranjero“, explicó Adriano Pedrosa a la bienal veneciana.
A propósito de esta idea medular, cabe mencionar cómo los cinco artistas guatemaltecos incluidos en la reciente edición de la Bienal de Venecia también se vieron moldeados en algún momento por los tránsitos.
Por su lado, Margarita Azurdia, nacida en La Antigua Guatemala, vio una gran influencia de sus estadías en Estados Unidos y Francia a lo largo de sus primeras pinturas y también en la elaboración de varios poemas que interpelaban su corporalidad en los espacios físicos y mentales.
Carlos Mérida, reconocida figura de la modernidad mesoamericana, engrosó su carrera en México, donde trabajó piezas gráficas, pinturas y hasta intervenciones en inmobiliarios como el Multifamiliar Juárez que desapareció luego del terremoto de 1985.
Los artistas de San Juan Comalapa/Chi’Xot (Chimaltenango) cuentan con un lugar especial en la 60ª Bienal de Venecia. La artista Paula Nicho, que se ha destacado por realizar obras que versan entre el onirsimo y la tradición kaqchikel, ha dedicado muchas de sus pinturas a la migración.
Por otro lado, las obras de Rosa Elena y Andrés Curruchich darán cuenta de un brote histórico, ya que ambos son recordados como pioneros de la pintura en Comalapa.
Andrés comenzó comenzó la tradición con pinturas “costumbristas” que narraban la cotidianidad del pueblo en la década de 1930, mientras que Rosa Elena, su nieta, se convertiría en la primera mujer en replicarlo años más tarde, cerca de los años 70 y 80.