Por ello, la meditación se ha vuelto una de las prácticas más utilizadas, ya que permite a quien la practique concentrarse más en el tiempo presente y no en otros aspectos que generan ansiedad o estrés, y por ello, eso genera calma y plenitud
Sin embargo, para una persona que quiera experimentar de primera mano esta práctica, puede ser un poco “confuso” saber cómo iniciar con ella, ya que surgen dudas de si es necesario una serie de pasos o recursos previos o si hay una manera “adecuada” de hacerla.
Ejercicio de constancia
Vettri Ángel, aprendiz del Centro de Meditación Sri Chinmoy de Guatemala, que lleva 17 años practicándola y que se encontraba en un retiro de meditación en Ko Samui, Tailandia al momento de hacer la entrevista, afirma que la meditación se trata de un ejercicio de constancia y práctica, pero que con el paso del tiempo permite a la persona estar en un estado de relajación mayor.
“La meditación te lleva a un estado de conciencia mucho más relajado y de mucha claridad mental. No es una religión como mucha gente cree, la meditación es una práctica donde, con ciertas técnicas logras profundizar en tu interior”, afirma Ángel.
Señala también que las técnicas que uno debe tener para practicar la meditación son sencillas a primera vista, pero que requieren de disciplina.
Es importante la meditación se haga todos los días, aunque sea por periodos muy cortos de tiempo como 10 o 15 minutos, explica Jessica Jung, Guía en el Centro de Meditación de Guatemala y quien lleva más de 15 años en la práctica.
“Uno debe tener en cuenta que se trata de un proceso, y que con el paso del tiempo, paciencia y constancia se empieza a ver un cambio de mentalidad”, dice Jung.
El ABC de la meditación
Para quien quiera iniciarse con la meditación, hay una serie de consideraciones que debe tener en cuenta para que la práctica sea más efectiva.
Una de esas consideraciones es el horario, el cuál Ángel recomienda que sea o en la mañana o en la tarde una vez que se hayan terminado las responsabilidades diarias.
“La práctica de la meditación puede ser, por ejemplo, antes de las 7 de la mañana, ya que en ese momento todo a nuestro alrededor es más tranquilo y aún no empieza el ajetreo del día a día. Funciona mucho tomar una ducha o lavarnos la cara antes de hacerlo, ya que así estaremos con la conciencia mucho más despierta.”, señala Ángel.
El experto también recomienda que la práctica, al menos durante las primeras semanas, sea a la misma hora, de esa manera poco a poco se forma el hábito.
“La postura considero que es de las cosas más importantes a tener en cuenta. Comúnmente se cree que la posición llamada flor de loto es la única y en realidad no es así, ya que uno puede sentarse en una silla sin problema, siempre con el objetivo de que la espalda esté recta”, recomienda el aprendiz de meditación.
Otra de las cosas importantes es la respiración. Ángel dice que ésta debe ser lenta y profunda. Además, ayuda mucho que la persona que medite tenga un punto de referencia donde pueda enfocar la mirada, así su espalda se mantiene recta.
Dicho punto de referencia puede ser una imagen, un objeto del ambiente, etc. Respecto al lugar donde se medite, debe ser tranquilo. Preferiblemente se recomienda avisar, en caso de que se haga en el hogar, a las personas alrededor para que no haya distracciones.
Finalmente, tanto Ángel como Jung recomiendan que, si está dentro de las posibilidades, las personas intenten ir a clases de meditación, ya que no solo tendrán una guía de parte de personas experimentadas, sino también la ventaja de compartir la práctica con otras personas interesadas.
“Muchos empiezan solos y está muy bien, pero el problema es que puede costar mucho al principio, porque uno no sabe a ciencia cierta si lo está haciendo bien o no. Por ello ir con un guía es una gran opción ya que la sensación de progreso será mayor”, dice Jung.
“Cuando practicamos la meditación en grupo es como si todos tiraran del mismo lado de la cuerda. Y ¿contra quién se lucha? contra la propia inseguridad, que es no creer en uno mismo por algún tipo de miedo o angustia”, complementa Ángel.
Un estilo de vida
Numerosas investigaciones han constatado que la práctica constante de la meditación influye de manera positiva en la vida de las personas tanto a nivel físico, emocional y espiritual.
“A nivel físico encontramos una mejor coordinación mente-cuerpo, reducción de la hipertensión y estabilización de la presión arterial. Además, se aumenta la resistencia al estrés y mejora la calidad de sueño”, dice Stella Ianantuoni en su libro “Meditación: respiración, posturas y ejercicios”.
Ángel señala que, la meditación es más un estilo de vida que una práctica, por lo que, si se complementa con otras actividades como el ejercicio o el deporte, así como una alimentación saludable, la calidad de vida de las personas mejora considerablemente.
Por otra parte, Jung complementa que el aspecto emocional está directamente ligado con el bienestar físico, y que la meditación beneficia ambos campos.
“Pensemos que el cuerpo es como un carro, y la mente es el conductor. Si el conductor se siente cansado, enfermo o débil, el carro no funcionará correctamente. Si la mente está bien, puede ser el comienzo de un mayor bienestar a nivel general”, afirma.
Tipos de meditación
Aunque a priori la meditación busca el bienestar general, existen diferentes enfoques de esta práctica que, aunque se encaminen a los mismos resultados, buscan que las personas se dediquen a aspectos diferentes de la mente.
El Centro de Meditación de Guatemala se basa en una metodología propia de Corea, en donde se busca que el individuo “descarte” o “deseche” aquellos pensamientos que son los que generan estrés o ansiedad, explica Jung.
“Todas las meditaciones tienen su método. En el caso nuestro consiste en ir “descartando las cosas innecesarias en la mente”. Es como “ir al baño mental”, es decir, descartar todo aquello que no nos permite vivir en el mundo verdadero, porque uno vive de acuerdo con lo que uno crea a partir de sus experiencias, sean buenas o no”, indica la guía de meditación.
Dar el primer paso
Finalmente, los dos expertos en la meditación afirman que no se trata de una práctica para “algunas personas” o para cierto grupo en específico, sino que es algo que está disponible para todos, y que depende de quien cada probarla para ver cómo impacta en su día a día.
“Creo que todavía hay muchas personas que creen que meditar es para las personas que tienen problemas, y creo que por eso puede haber complicaciones para iniciar, o que se considera algo extraordinario o algo muy especial cuando la realidad no es así”, dice Jung.
Por ello exhortan a las personas a probar la meditación. Ángel recalca que puede haber frustración al inicio, pero que es parte del proceso del aprendizaje y que la paciencia es clave, mientras que Jung asegura que se trata de una práctica que puede provocar cambios favorables, siempre y cuando la persona esté dispuesta a llevarla a cabo.
“Uno siempre puede vivir mejor de lo que está ahora, incluso pensar, decidir y trabajar y mejorar todos los campos de su vida. Porque al final, todo proviene de nuestra propia mente”, dice la guía de meditación.