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Dos años de condiciones climáticas entre sequías e inundaciones, que aumentan retos en la agricultura

Luego de la falta de lluvia y las altas temperaturas registradas, se estará en fase neutra de mayo a julio, pero ya empieza a aumentar la probabilidad de que se entre a una fase del fenómeno de la niña, según el ICC.

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Aún se experimenta la presencia del fenómeno del niño en el país el cual provocó falta de lluvia. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Alex Guerra, director general del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), explica que la agricultura está enfrentando dos años de efectos que implican algún tipo de impacto en cultivos, rendimiento o producción.

En el 2023 y lo que va del 2024 se ha registrado no solo la ausencia de lluvia sino el aumento en la temperatura, y ambos aspectos estresan la vegetación, tanto los cultivos como los bosques naturales.

Se saldría del fenómeno del Niño en mayo, pero meses después se entraría a altos niveles de lluvia por el fenómeno de la niña, que puede traer inundaciones y humedad en los cultivos y aumenta la posibilidad de que aparezcan plagas y enfermedades en cultivos y frutos.  

¿Cuál es la situación climática que ha enfrentado el agro y las perspectivas para el 2024?

Actualmente seguimos dentro del fenómeno del Niño, que oficialmente empezó en junio del 2023. En el sur del país, que es donde tenemos muchas estaciones meteorológicas, vimos los efectos desde abril, cuando se empezó a acercar el fenómeno del Niño y ya había una reducción significativa de la lluvia.

En la actualidad ya está empezando a desacelerar la intensidad de ese fenómeno y se tiene previsto que para mayo ya estemos en lo que llamamos fase neutra, es decir que ya no está presente ese fenómeno.

En el 2023 y lo que va del 2024 ha significado una reducción en las lluvias. Por ejemplo, de abril a agosto habíamos registrado en general en el sur del país, un 30% de disminución en la lluvia y en algunos lugares sobre todo en un corredor seco que hay en la costa sur, y eso para agricultura significa que sí tienen sequías y pérdidas, y justamente esa zona fue la más afectada en la costa Sur ya que habíamos registrado disminuciones hasta de 80 por ciento de la lluvia.

En septiembre ya se fueron normalizando las lluvias y octubre que estuvo bastante lluvioso en zonas más altas y, entonces, empezó incluso a haber inundaciones.

Pero luego, desde noviembre hasta ahora, seguimos en una temporada bastante seca.

¿Qué efectos se han tenido?

Se debe tomar en cuenta que no solo fue la ausencia de lluvia, sino también el aumento en la temperatura. Datos del sistema de alerta Fews Net, que financia USAID, que coincide con nuestros datos, refieren que a nivel de Centroamérica y República Dominicana en algunos lugares fue más alta la temperatura en dos, tres o incluso cuatro grados, y por muchos meses. Eso se percibió en el país, incluso en el altiplano o la capital.

La ausencia de lluvia, como el aumento en la temperatura, es lo que estresa la vegetación, tanto los cultivos como los bosques naturales, y eso explica por qué también ahora los incendios forestales son numerosos y grandes. En los volcanes, lo que normalmente tienen es un bosque nuboso con mucha vegetación y se mantienen bien húmedos, pero con estas condiciones que hemos tenido desde el año pasado que hay unas condiciones muy secas y entonces muy fácilmente, o sea, se inician los incendios o se agrandan sobre todo en la temporada entre diciembre a abril, pero sobre todo en marzo y abril, y mi temor es que en esos dos meses es lo más crítico para los incendios en Petén, que tienden a ser mucho más grandes.

¿Cuáles son las perspectivas para el resto del año?

Vamos a estar en fase neutra en mayo, junio y julio, pero ya empieza a aumentar la probabilidad de que estemos en una fase del fenómeno de la niña especialmente en septiembre y octubre. Al contrario del niño, el fenómeno de la niña nos trae mucha más agua respecto de lo normal.

La lluvia en el país tiene dos picos, normalmente junio es uno de los meses más lluviosos después viene la canícula entre julio y agosto, entonces baja la cantidad de lluvia y luego sube otra vez justamente entre septiembre y octubre, entonces se espera que septiembre y octubre sean bastante lluviosos y podría haber impactos en agricultura.

En este año estamos esperando en la agricultura, los impactos de sequía en los primeros meses e impactos de inundaciones o exceso de agua para septiembre y octubre; esa es la perspectiva en general.

¿Cómo le está afectando ya a los cultivos y al sector agrícola la sequía y cómo podría impactar en la fase lluviosa y presencia del fenómeno de la niña en la segunda parte del año?

El año pasado hubo múltiples efectos de la sequía, en algunos lugares se secan los cultivos y experimentan pérdida total, aunque en la mayoría no hay pérdida total pero sí una reducción.

La Cámara del Agro hizo una encuesta a mediados del año pasado, donde se estimaba que podrían enfrentar la disminución en la productividad, volumen de producción y rendimiento, incremento de costos, pérdida parcial de cultivo, pérdidas económicas e incremento de incendios forestales.  

En el caso de la caña de azúcar, normalmente cuando venía fenómeno del Niño se consideraba positivo para el cultivo porque eran años buenos por el tipo de planta que es una gramínea, las cuales se benefician a tener sol directo y no mucho ambiente nublado, y se tenía una producción muy alta, pero en esta ocasión debido a la disminución tan marcada de la lluvia y la mayor temperatura, en algunas áreas se ha tenido una reducción de la producción promedio.

En la temporada seca también hay impacto para los cultivos de subsistencia, ya que normalmente los productores dependen de la temporada lluviosa porque no tienen riego.

Por ello el riego es una de las cosas que más se recomienda, el gobierno ya tiene una estrategia nacional del riego y eso sería clave para que los cultivos no se vean afectados especialmente el de los pequeños. El riego es una de las cosas que todos los países le apuntan para no depender tanto de la lluvia y es muy importante para reducir esa vulnerabilidad, pero también es necesario almacenamiento de agua porque si no la gente se queda igual, sin poder usar los sistemas de riego. Lo que hacen otros países es que tienen reservorios pequeños o medianos para que los cultivos aguanten, aunque no llueva.

Por aparte están los problemas por las inundaciones y el exceso de humedad echa a perder el cultivo o también baja mucho su productividad. Y el otro efecto es que al haber mucha humedad es más fácil que proliferen las plagas y enfermedades para los cultivos, como los hongos, por ejemplo.

¿En estos casos qué se debe hacer y qué productos caso que se debe hacer y qué productos se podrían ver más afectados en una temporada de mucha humedad o inundaciones?

El maíz es uno de los que se ve afectados, por ejemplo, hay una enfermedad causada por un hongo que se llama mancha de asfalto, la que ha afectado en los últimos años y podría aumentar a la hora de haber más humedad.

También está el café, que lo que hace es manejar la sombra; si hay más nubosidad o más agua cortan más ramas a los árboles que tienen de sombra, para que el sol ayude a secar un poquito y disminuya la humedad.

El comportamiento

  • Dentro de las perspectivas climáticas que menciona Guerra, explica que un evento del fenómeno del Niño ocurre una vez cada 2 a 5 años; y un evento con niveles fuerte a muy fuerte ocurre a cada 4 a 8 años.
  • En el caso de un evento del fenómeno de la Niña ocurre una vez entre 3 a 6 años y un evento fuerte ocurre entre 11 y 18 años.
  • Con base a las estaciones del ICC se han detectado los efectos del fenómeno del Niño en el sur de Guatemala como la disminución de las lluvias promedio 30%, en la zona de interés hasta 60% en los primeros 5 meses de la temporada lluviosa.
  • Y, entre los efectos por la relación lluvia-agua superficial– agua subterránea se observa disminución del nivel freático (pozos), además cerca del mar hay aumento de la intrusión salina y disminución del nivel base de los ríos en la temporada seca.

Lo que se espera en 2024

En la temporada seca (enero-mayo):

  • Temperaturas altas entre enero y mayo (a excepción de los días que tienen efectos de los frentes fríos)
  • Alto riesgo de incendios forestales
  • Niveles bajos de pozos, de ríos y algunas lagunas
  • Intrusión salina en pozos costeros

En la temporada lluviosa (mayo-octubre):

  • Inicio normal a tardío de la temporada lluviosa (depende de tendencia de El Niño)
  • Si continúa la tendencia actual, podría empezar el fenómeno La Niña al final de la temporada lluviosa.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.