Un fatal accidente en 1980 cambió para siempre la manera en que se construyen los puentes en Estados Unidos. Aquella mañana del 9 de mayo, un carguero de 185 metros de eslora impactó contra el puente Sunshine Skyway en Tampa, Florida, causando el colapso de unos 370 metros del tramo sur mientras estaba repleto de vehículos, dejando un saldo de 35 personas fallecidas. Desde entonces, el nuevo puente de Tampa y muchos otros construidos posteriormente, han incluido barreras defensivas para proteger los pilares.
A person kite surfs near the Sunshine Skyway bridge on September 27, 2022 in St. Petersburg, Florida.
Foto: Sean Rayford/Getty Images/AFP
Sin embargo, el puente Francis Scott Key en Baltimore, que se derrumbó esta semana y había sido inaugurado en 1977, nunca contó con estas protecciones esenciales. Las opiniones de expertos recopiladas apuntan a que estas medidas podrían haber prevenido el trágico colapso que cobró seis vidas y resultó en costos económicos significativos. Actualmente, las autoridades están investigando por qué el barco se desvió de su rumbo.
Un puente histórico
“Aunque estos incidentes son sumamente raros, es sorprendente que no se haya construido un sistema de protección para este puente”, comentó a nuestros reporteros Sherif El-Tawil, catedrático de Ingeniería Civil y Medioambiental de la Universidad de Míchigan y experto en mitigación de riesgos. “Un sistema de protección habría desviado el barco de los pilares, salvaguardando tanto el puente como a la comunidad y al propio barco”, explicó.
El Francis Scott Key, inmortalizado en la serie de culto de HBO, 'The Wire', era una estructura emblemática en Baltimore, extendiéndose sobre el río Patapsco como parte de la ruta 695 y la circunvalación metropolitana. Su diseño de acero en celosía y su nombre, un homenaje al autor del himno nacional estadounidense, lo convertían en un símbolo local. El vano principal, de 366 metros, era uno de los más largos del mundo, y por él transitaban casi 12 millones de vehículos al año.
Desde su construcción entre 1972 y 1977, el tamaño de los barcos ha aumentado considerablemente. En 1980, la capacidad media de los cargueros era de 757 TEU, cifra que se ha sextuplicado hasta superar los 4.400 TEU. El máximo ha pasado de 2.961 TEU a 24.346 TEU con el MSC Irina, botado en 2023, mostrando que hay al menos 20 barcos con capacidades superiores a los 20.000 TEU.
El barco que provocó el colapso del puente de Baltimore medía casi 300 metros de eslora y 48 metros de manga. Su capacidad de 9.971 TEU, más del triple del mayor barco en el momento en que se construyó el puente, resalta la magnitud del desastre. “Es difícil exagerar el impacto de esta colisión. No es solo tan grande como un edificio, es realmente tan grande como una manzana entera. 100.000 toneladas impactando todos a la vez este pilar”, indicó Pete Buttigieg, Secretario de Transportes, en una conferencia de prensa.
Aprendizajes de futuro
El carguero, bajo bandera de Singapur, inició su viaje hacia Sri Lanka, pero perdió la propulsión al acercarse al puente por razones aún desconocidas, quedando completamente inoperante. Los remolcadores habían asistido al barco solo al inicio, pero luego lo dejaron navegar por sí mismo. Si los remolcadores hubieran acompañado al barco hasta pasar el puente, el accidente tal vez se hubiera evitado. Cuando el barco se desvió hacia uno de los pilares, las autoridades soltaron las anclas y declararon la emergencia, cerrando el tráfico, lo que probablemente salvó muchas vidas.
La fuerza con la que el barco chocó contra el puente fue devastadora, comparable a la de un cohete, superando los 130 millones de newtons, una fuerza mucho mayor que la necesaria para lanzar un cohete al espacio según datos de la NASA.
La tragedia también tuvo un rostro humano doloroso, con la pérdida de ocho trabajadores latinoamericanos en el puente, incluyendo dos guatemaltecos. La tragedia destaca la necesidad de sistemas de alerta temprana más eficaces en infraestructuras críticas y nos recuerda la importancia de mantener y actualizar nuestras infraestructuras para enfrentar los desafíos modernos y proteger las vidas de quienes dependen de ellas.