Nastya Rybka, el nombre artístico de la modelo bielorrusa Anastasia Vashukevich, saltó a los titulares el año pasado cuando aseguró que tenía información “abundante” sobre los vínculos entre Rusia y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Y cuando fue detenida en febrero pasado en Pattaya, al sureste de Bangkok, por sus ofrecer sus cursos sexuales sin permiso laboral, dijo estar dispuesta a compartir todo lo que sabía con tal de no ser deportada a Rusia, donde aseguró que podría ser perseguida.
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Y su mayor temor se hizo realidad.
El Ministerio de Interior Ruso confirmó este viernes la detención de cuatro de siete personas deportadas de Tailandia, entre ellas Vashukevich y su exjefe, el también gurú del sexo Alexander Kirillov.
Los arrestados habían llegado al aeropuerto principal de Moscú como parte de un vuelo de conexión hacia Bielorrusia.
Agencias de noticias estatales rusas indicaron que ambos podrían enfrentar hasta seis años de prisión si son condenados por cargos de “inducción a la prostitución”.
El abogado de la modelo, Dmitry Zatsarinsky, publicó un video en las redes sociales que supuestamente muestra el momento de su arresto.
En las imágenes se ve a un grupo de hombres tratando de reducir a la fuerza a una joven y sentarla en una silla de ruedas.
BBC Mundo no pudo comprobar la autenticidad de la grabación, que luego también publicó uno de los enemigos declarados de Putin, el activista Alexei Navalny.
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Entretanto, la embajada bielurrusa en Moscú anunció que estaba “buscando información” sobre la detención de los dos ciudadanos de su país (Kirillov también es bielorruso).
¿Por qué llama la atención el arresto?
Desde que se mudó a Rusia en 2016, Vashukevich era conocida como una de las “escorts” más populares del país y se comentaba que había prestado sus servicios a varios oligarcas rusos.
Ella misma asegura que, entre ellos, estuvo el multimillonario Oleg Deripaska, cercano a Vladimir Putin y a Paul Manafort, el exjefe de la campaña de Trump que fue condenado como parte de las investigaciones por la “trama rusa”.
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Deripaska, que está en la lista de los rusos sancionados por Estados Unidos por supuestas “actividades malignas” en todo el mundo, niega cualquier vinculación con la modelo.
Pero tras ser detenida en Tailandia, Nastya Rybka envió una carta a la embajada de Estados Unidos pidiendo asilo y ofreció a cambio unas supuestas grabaciones del empresario en las que se refería a la interferencia del Kremlin en las elecciones de 2016 en Estados Unidos.
Luego retiró la oferta y sugirió que ella y Deripaska habían llegado a un acuerdo.
La captura de la modelo el año pasado estuvo precedida por un escándalo en Rusia, luego de que Navalny publicara una investigación que utilizaba videos de Vashukevich para sugerir presuntos vínculos corruptos entre el oligarca y un alto cargo del Kremlin, el vice primer ministro Sergei Prikhodko.
El informe utilizaba una grabación que tenía lugar supuestamente en el yate de Deripaska en 2016 en el que el magnate parecía ofrecer un soborno al funcionario del gobierno.
Deripaska no negó el encuentro con Prikhodko, pero consideró que las acusaciones de que intentó comprarlo formaban parte de una campaña para dañar su reputación.