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Por qué preocupa la llegada de la temporada ciclónica y que coincida con La Niña
Una preocupación generalizada existe en la comunidad científica por los posibles efectos del invierno que estará influenciado por el fenómeno de La Niña; además, la temporada ciclónica que podría ser más activa en Centroamérica.
La temporada lluviosa en Guatemala podría ser más copiosa y larga debido a La Niña. (Foto HemerotecaPL / Érick Ávila)
Guatemala dio por terminada la presencia del fenómeno el Niño. El invierno se instaló la semana anterior y, a partir de los siguientes días, las lluvias serán más frecuentes en la mayor parte del territorio, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Una de las mayores preocupaciones de los especialistas es que durante el invierno también habrá presencia del fenómeno la Niña, lo que generaría más precipitaciones; además, en el Atlántico, se dará la formación de eventos ciclónicos como tormentas tropicales, depresiones y huracanes, a causa de las altas temperaturas observadas por la comunidad científica.
Las condiciones
Las lluvias ya se acentuaron en la mayor parte del país. El fenómeno El Niño se da por finalizado. Por el momento, se está en condiciones neutras, de no Niño y no Niña, pero todo apunta a que nos veremos influenciados por la Niña, con lluvias importantes para la mayor parte de Centroamérica, sobre todo para Guatemala, indicó César George, jefe de Meteorología del Insivumeh,
En esos términos coincide Alex Guerra, director general del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC). Su apreciación es que en agosto empiece la Niña, cuando en la región Centroamericana la lluvia ya es más de lo normal; aún así, septiembre y octubre son los meses más lluviosos.
Detalló que por el efecto de La Niña habría más lluvia y posiblemente se extienda la temporada en todos los sectores, así como por la influencia de los fenómenos que se formen en el mar Caribe, como ciclones, tormentas tropicales y huracanes.
Para esta temporada, se espera más fenómenos climáticos, pero según el especialista, también dependerá de la trayectoria que tengan.
Según George, se prevé la formación de 20 a 25 tormentas tropicales en el Atlántico, de las cuales de 16 a 18 podrían convertirse en huracanes y, por la temperatura observada, se pronostica la formación de tres a cinco huracanes mayores, aquellos cuya intensidad de la categoría sobrepasa el tres.
¿Qué preocupa?
Una de las preguntas formuladas a los expertos, es cuáles son sus preocupaciones durante la temporada de invierno y qué podría esperarse en Guatemala, por lo que hacen advertencias.
Víctor Manuel García Lemus, presidente de la Red Universitaria de Latinoamérica y el Caribe para la Reducción del Riesgo de Desastres (Redulac/RRD) y especializado en gerencia de riesgo de desastres en procesos de desarrollo, comentó que el invierno está condicionado, porque estamos saliendo del Niño, que fue una época seca bastante prolongada a finales de mayo y principio de junio, y eso hace que tengamos terrenos que fueron desgastados en su cobertura forestal, ya sea por incendios o que se hayan secado mucho.
Eso implica que, cuando empiece a llover, aún sin eventos extremos, ya se instalaron algunas lluvias torrenciales, y eso puede facilitar la erosión del suelo y deslizamientos, aún sin mucha saturación de los terrenos.
Recordó que los suelos que estuvieron muy secos tienden a “pulverizarse” con mayor facilidad, susceptibles a que, al caer agua, se deslizan, se erosionan con mucha más facilidad, que es una situación muy particular. En esta época del Niño y la transición a La Niña, nos puede traer como principales riesgos la pérdida de suelos y los deslizamientos.
Para esta primera parte de la época lluvias de junio y julio debemos tener mucha preocupación, en toda la región Sur y Centro, donde se prevé que se tendrá la mayor cantidad de lluvia, advirtió el técnico del Insivumeh.
“Nos preocupa mucho el calentamiento del Atlántico, Caribe y Golfo de México, que nunca se había registrado, por lo que se prevé una temporada activa de huracanes, aclarando, que el mayor riesgo para Centroamérica es de agosto a octubre”, insistió George.
En tanto que Guerra comentó que uno de los efectos más comunes por el exceso de lluvias, son las inundaciones.
Sin embargo, por los incendios forestales se secaron más los bosques y se perdió cobertura vegetal, por lo que hay muchos suelos descubiertos que resultarían afectados por deslizamientos.
Citó como ejemplo los incendios registrados en el Volcán de Agua, donde preocupa que pudiera haber más deslaves por las áreas que quedaron sin vegetación.
Y también al contar con mayor humedad, esto también afectaría los cultivos, porque brinda las condiciones de más ataque de plagas y enfermedades, por lo que el sector agrícola, debiera estar en alerta para adoptar sus medidas.
Modelos
En los modelos empleados por el Insivumeh, George hizo ver que se han tomado como referencia para este invierno tres años importantes para formar una idea: 2005, 2010 y 2020, periodos en los cuales se han tenido la influencia del fenómeno de la Niña “por lo que debemos tener mucha preocupación”.
Y explicó que, en 2020, se tuvo una influencia directa como indirecta de cuatro tormentas tropicales: Amanda, Cristóbal, Eta e Iota en noviembre.
De hecho, según esa institución, ya hay preocupación por las lluvias que se han presentado en la costa de San Marcos, costa de Quetzaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez y toda la cadena volcánica”, enfatizó.
García Lemus expresó que uno de los análisis propiamente de este invierno es que se va a conjugar la cantidad de humedad disponible para esta época del año con el ingreso del fenómeno de la Niña, que se va a instalar un poco más fuerte a partir de julio, pero que ya empieza a sentir efectos sobre esa transición.
En el caso de los agricultores, muchos productores no pudieron sembrar en mayo y, quienes lo hicieron pueden resultar afectados por lo irregular del invierno en la costa sur y en el norte del país.
Afirmó que esta semana es más propicia para sembrar una primera cosecha, que se va atrasada un mes, por lo que hay la posibilidad que recuperar un poco.
Si la Niña se alarga un poco, incluso podría haber una segunda cosecha.
Evaluación de infraestructura
El especialista recordó que una de las propuestas que se han tenido es que siempre en el verano se evalúe toda la infraestructura esencial: hospitales, puentes, escuelas, carreteras y otras, para ver bitácoras de mantenimientos, pero no se hace todo eso. Solo el pasado viernes se tuvo la caída de árboles en la Ciudad de Guatemala, porque no se hace las podas.
En la pasada temporada de incendios forestales hubo mucha más atención y, según el especialista, no se preparó para la temporada lluviosa; entonces, no sabemos dónde se presentarán los problemas: cuáles puentes están en riesgos, drenajes, o taludes están en más riesgo, porque no se hizo la evaluación correspondiente.
Seguro paramétrico
Guatemala mantiene la cobertura de un seguro catastrófico por exceso de lluvias y se cuenta con la póliza, pero se analiza su activación por el patrón de precipitaciones registradas durante el invierno.
La póliza del seguro paramétrico esta activa con el Mecanismo de Seguros contra Riesgos Catastróficos del Caribe (CCRIF) del Banco Mundial por US$500 mil, y es el único instrumento de prevención desde el punto de vista financiero que se cuenta.
Cuando se activa la póliza el país recibe alrededor de Q34 millones que es el monto de cobertura.
La póliza no corresponde a una sola lluvia, sino que por su determinación que es una póliza paramétrica se analiza una serie de temporalidades que se deben de cumplir, en determinados sectores del territorio nacional, o la afectación a determinado grupo de personas para poderlo activar.
La medida ya se activó en el invierno del 2020, pero en el 2021 no; sin embargo, la cobertura esta activa y el país está en resguardo financiero con el CCRIF.
Principales recomendaciones:
Las autoridades piden a la población tomar medidas para proteger sus bienes antes de que lo más fuerte del invierno comience.
- Hacer la limpieza necesaria en los drenajes ya que se prevé que se tendrán eventos de lluvias muy fuertes en poco tiempo.
- Hacer la limpieza en las caídas de agua en las viviendas con terraza.
- Asegurar bien los techos de lámina por los vientos fuertes por la actividad eléctrica que pueden presentarse.
- Informarse bien de los albergues habilitados por la época lluviosa.