Guatemala

Los suelos guatemaltecos están saturados, ¿qué significa esto?

Las constantes lluvias que se han presentado en Guatemala durante junio han provocado la saturación de los suelos. Experta del Insivumeh explica sobre los riesgos y prevención.

Saturación del suelo, en la capa superior, en los diferentes territorios del país 2024 (Foto Prensa Libre: cortesía INSIVUMEH)

El boletín meteorológico emitido por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (Insivumeh), indica que varias regiones de Guatemala se encuentran con los suelos saturados a causa de las fuertes lluvias que se han presentado en el territorio guatemalteco.

Según indica el Insivumeh, se espera que, durante los meses de junio y julio, se observe entre un 25% a 50% más de precipitaciones de lo que normalmente se pronostica durante esta temporada del año.

Estas fuertes lluvias han desembocado en que al menos 21 departamentos tengan sus suelos saturados – en la capa superior –, superiores al 75%. Del mismo modo, esta saturación también se encuentra presente en varios municipios de la región guatemalteca.

El Insivumeh, además, indicó que las lluvias continuarán durante la tercera semana de junio y podrían potenciarse mayormente en el sur y el centro del país, situación que podría afectar los suelos que ya se encuentran saturados.

¿Qué significa que los suelos estén saturados?

Giovanna Pérez, quien trabaja en la sección de hidrología aplicada en el Insivumeh, explica que el suelo cuenta con dos capas, la superior y la inferior. La saturación ocurre cuando la primera capa se llena de tanta agua que no puede filtrarla a la capa inferior.

“Es como una esponja”, relata Pérez. “Si la esponja se llena de agua, entonces ya no puede retener más”.

Del mismo modo, la experta puntualiza que el tipo de suelo también afecta en la cantidad de agua que se puede retener. Según Pérez, la arena tiende a filtrar más el agua, puesto que tiene más espacio entre sus partículas. Por otro lado, hay otras suelos que se impermeabilizan con el agua, convirtiéndose en barro.

Asimismo, Pérez reitera que, a menos que el agua se siga filtrando por la capa superior para llegar a la inferior, el suelo permanecerá mojado, creando la saturación.

¿Cuáles son los riesgos?

El estado de la capa superior de los suelos puede variar día a día, explica Pérez, ya que aunque esta es la más propensa a saturarse, conforme el agua se percola esta llega a los suelos más profundos; es decir: un día puede estar saturado, y al siguiente no.

No obstante, Pérez enfatiza que el problema más grande se tiene cuando la capa inferior se satura. Esto provoca que no se filtre el agua adecuadamente de la capa superior durante los siguientes días. Al suceder esto, el agua comienza a escurrirse puesto que el suelo es incapaz de absorberlo.

Al escurrirse el agua, esta llega hasta los ríos y cauces, lo cual genera un crecimiento de los mismos y se observan más problemas como las inundaciones. El Insivumeh en su boletines metereológicos ha establecido que estas situaciones aumentan la posibilidad de crecidas de ríos, deslizamientos de tierra, daños en la red vial, así como posibles lahares en la cadena volcánica.

Uno de estos casos ocurrió en la zona 16, el 11 de junio, cuando se reportó un socavón en zona 16, cuyo origen fue la saturación del suelo, según describe la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED).

¿Qué áreas pueden saturarse más?

Hasta el 14 de junio de 2024, aproximadamente 34 municipios del país se encuentran con sus suelos saturados. Esto se debe a las lluvias, puesto que la saturación depende a la presencia de estas, de su magnitud y de su frecuencia, asegura Pérez.

En el caso de ciudad de Guatemala o las cabeceras departamentales, Pérez agrega que la mayoría de sus suelos se encuentran impermeabilizados, lo cual es un problema porque estos no permiten que el agua se introduzca en el suelo y esta se escurre hacia otras direcciones.

Por otro lado, los suelos desnudos son los que pueden llegar a saturarse, pero también son los que permiten la filtración del agua.

Del mismo modo, cuando las lluvias son intensas, el agua suele escurrirse antes de ser filtrada, puesto que el suelo no tiene el tiempo suficiente para que se pueda absorber, señala Pérez.

Si el agua comienza a escurrirse, Pérez plantea que los suelos tienden a erosionarse, arrastrando también material que se encuentre en el suelo, llegando al cauce de los ríos.

¿Cómo se puede prevenir?

La trabajadora del Insivumeh detalló que lo ideal para prevenir la saturación de los suelos es la existencia de vegetación. Según Pérez, las raíces de cualquier planta que se ponga en el suelo ayudan a la filtración de agua.

De igual manera, en los lugares en donde hay árboles, ocurre algo llamado “intercepción”, en el que el agua se queda en las hojas de los árboles, ayudando a que no caiga toda el agua al mismo tiempo, dejando espacio para que el suelo pueda filtrarla.

“Para que se filtre el agua, tiene que haber vegetación”, enfatizó Pérez.

ESCRITO POR:

Ximena Fernández

Periodista, colaboración especial para Prensa Libre.